Francia

"Me violaste. No es una escena de sexo": Gisèle Pelicot vuelve a enfrentarse con uno de sus violadores

Un jurado popular juzga al único de los 51 condenados que ha apelado la sentencia

Gisèle Pelicot se enfrenta a uno de sus violadores en el juzgado de Nimes.
08/10/2025
3 min

ParísGisèle Pelicot, la mujer francesa que fue violada por un centenar de hombres mientras estaba inconscient, drogada por su marido, ha tenido que regresar a los juzgados un año después del macrojuicio que condenó a 51 de los hombres que abusaron de ella. El lunes empezó en Nimes el proceso de apelación de uno de sus violadores, un hombre de 44 años que fue condenado a nueve años de cárcel, en el proceso de apelación. Es el único de los condenados que recurrió a la sentencia. Ni el exmarido de la víctima, Dominique Pelicot, condenado a 20 años de cárcel –la pena máxima–, ni el resto de condenados han apelado.

"¿Cuándo lo reconocerá? ¡Asuma sus actos!", ha soltado mirándole directamente a la cara. Vestida con una camisa blanca, un chaleco a rayas y un pantalón negro, Pelicot ha mantenido en todo momento un discurso claro y directo. "Me violó, no es una escena de sexo. Estas escenas son horribles, siempre viviré con estas imágenes en mi cabeza", declaró ante el tribunal.

La mujer se ha mostrado sorprendida de que, casi un año después de la primera condena, el acusado siga negando el delito. "La única víctima en esta sala soy yo, no usted. Asuma sus actos de una vez, siento vergüenza por usted", ha dicho.

A diferencia del macrojuicio que se celebró hace un año en Aviñón, esta vez el proceso durará sólo cuatro días y será un jurado popular, formado por cinco hombres y cuatro mujeres, quien decidirá si el acusado es culpable o inocente. Dominique Pelicot, que cumple condena en régimen de aislamiento en una cárcel del sur de Francia, comparece como testigo.

Durante su interrogatorio este martes, el exmarido de la víctima reiteró que el acusado sabía perfectamente que la mujer estaría sedada. "Todos tenían esa información desde el primer momento", aseguró. Y recordó que todos los abusadores tenían la obligación de seguir unas consignas que ponen en evidencia que la víctima estaba realmente dormida y no lo hacía ver, como no hacer ruido, no ser violentos y desnudarse antes de entrar en la habitación.

El acusado, en cambio, sostiene –como ya afirmó en el juicio que le condenó– que fue "engañado" por Dominique Pelicot, que él pensaba que participaba en un trío consentido: "Fui por un plan libertino e hice lo que se me pidió", declaró. Pero Pelicot ha desmontado también durante ese juicio sus argumentos. "¿Usted le dijo que ella hacía ver que dormía y que era un juego?", le preguntan. "Nunca dije esto", respondía el martes Dominique Pelicot.

En el interrogatorio de este miércoles, el acusado ha negado haber violado a Gisèle Pelicot incluso después de haberse proyectado en la sala los vídeos donde se le ve penetrando a la víctima varias veces mientras ésta está roncando. "Para mí, yo no he cometido ninguna violación", aseguró. Cuando le preguntan cuál es su definición de violación, él responde: "Alguien atado y forzado". La abogada de la defensa le pregunta entonces si conoce la noción de "consentimiento" y el hombre responde que él tenía el consentimiento de ambos, Gisèle y Dominque Pelicot, porque –asegura el acusado– cuando habló por internet a través de la plataforma de intercambios Coco.fr, también había una mujer. "Ella me habló.... yo no sé si era ella, pero creo que había dos interlocutores", dice sin demasiado convencimiento.

Gisèle Pelicot ha asegurado este miércoles que está exhausta por este juicio que lleva cinco años durando: "Sigo afectada, porque esto es doloroso para mí. El mal está hecho, pero quiero decir que nunca me he arrepentido de tomar esta decisión (de denunciar)", ha dicho. "A las víctimas les digo que nunca deben tener vergüenza de denunciar lo que les han hecho sufrir por la fuerza", ha añadido.

Al igual que hace un año, en el primer día de juicio, decenas de personas se concentraron en la puerta de los juzgados para recibir a Gisèle Pelicot con aplausos. La mujer se ha convertido en un icono del feminismo y de la lucha contra la violencia sexual por su valentía en un juicio que se celebró públicamente porque ella lo pidió. "Para que la vergüenza cambie de bando", argumentó en una frase que dio la vuelta al mundo. Desde el macrojuicio, Pelicot ha tenido un perfil público muy bajo, sin entrevistas ni apariciones públicas, pero está previsto que en febrero publique sus memorias.

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