Macron dice que nombrará a un nuevo primer ministro "en los próximos días"

ParísAl día siguiente de la moción de censura que ha derribado al gobierno francés, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha pedido unos días para nombrar a un nuevo primer ministro. Su idea era hacerlo 24 horas después de la moción para evitar que la crisis política se agrave y este jueves ha tenido una agenda intensa, pero todavía necesita hacer más consultas y está previsto que el viernes se entreviste con los presidentes de algunos grupos parlamentarios. "Nombraré a un primer ministro en los próximos días", ha prometido este jueves por la noche en un discurso televisado. El miércoles los diputados de extrema derecha de Marine Le Pen se sumaron a la moción de censura presentada por las fuerzas de izquierdas y derribaron al ejecutivo.

El hasta ahora primer ministro, Michel Barnier, acudió al Elíseo este jueves por la mañana a presentar su dimisión frente al presidente de la República, tras la moción de censura que le obligaba a hacerlo. Barnier se reunió durante una hora con Macron y el presidente aceptó su dimisión, aunque el gobierno estará en funciones hasta que haya un nuevo ejecutivo. En su discurso, Macron ha agradecido a Michel Barnier su labor durante los tres meses que ha ocupado el cargo de primer ministro. "Ha sido a la altura del momento cuando otros muchos no lo han sido", ha valorado.

El presidente, que aún no había hablado del resultado de la moción, ha sido muy crítico con la extrema derecha de Marine Le Pen y con los partidos del bloque de izquierdas, que ayer prosperaron la censura en el gobierno. Macron ha culpado a "la extrema derecha y la extrema izquierda" de la situación de inestabilidad en el país, por haberse unido en "en un frente antirrepublicano" para tumbar los presupuestos y el primer ministro. "Nunca asumiré la responsabilidad de los demás", aseguró.

Le Pen defiende la censura

La líder del Reagrupament Nacional ha reaccionado de inmediato a las palabras de Macron advirtiendo que la moción de censura está prevista en la Constitución. "No es antirrepublicana", ha escrito Le Pen en X. "No defendemos una causa común [con las izquierdas]", ha negado el número dos de Le Pen, Jordan Bardella.

Desde Francia Insumisa (LFI), su líder, Jean-Luc Mélenchon, ha asegurado que Macron "no ha entendido nada" y ha reclamado de nuevo que dé un paso al lado y convoque elecciones presidenciales anticipadas. Según dijo Mélenchon, "no es Barnier quien fue censurado, es el señor Macron". En el discurso televisivo, el presidente volvió a dejar claro que no piensa dimitir, pese a las presiones de la derecha, y agotará su mandato "plenamente hasta el final".

Primer ministro de la izquierda

Tras la censura, el bloque de los partidos de izquierdas reclama al presidente que, ahora sí, les deje gobernar. El Nuevo Frente Popular, que ganó las elecciones legislativas, ha advertido de que volverá a presentar una moción para derribar al gobierno si el nuevo primer ministro es de otro color político. De nuevo, el nombre de Lucie Castets, la candidata a jefe de gobierno del bloque de izquierdas, vuelve a estar sobre la mesa.

El inquilino del Elíseo, sin embargo, parece que optará por un perfil de centro o de derecha. Entre los nombres que suenan con mayor insistencia como candidatos a sustituir a Michel Barnier está el de François Bayrou, una figura cercana a Macron. Bayrou, liberal, fue ministro de Justicia con el gobierno conservador de Édouard Philippe y es líder del partido MoDem (Movimiento Demócrata), uno de los socios parlamentarios de los macronistas.

Su perfil es más centrista que el del conservador Barnier. Bayrou ha estado este jueves en el Elíseo para almorzar con el presidente, según la prensa francesa. Otros nombres que suenan como futuro primer ministro es el del ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, y el ministro del Interior, Bruno Retailleau, una figura del ala más conservadora de Los Republicanos.

El gobierno más breve

Barnier, un político veterano que antes fue el negociador del Brexit para la Unión Europea, será el primer ministro que menos tiempo ha gobernado en la historia moderna de Francia, sólo tres meses. También es el primero que tumba la Asamblea en seis décadas: ningún gobierno francés había perdido un voto de confianza en la V República desde el de Georges Pompidou en 1962.

Con la caída del gobierno sólo tres meses después de su nombramiento y con una Asamblea más fragmentada que nunca, Francia abre una nueva etapa de inestabilidad que Macron quiere cerrar rápido con el nombramiento de un nuevo primer ministro y un gobierno. El objetivo es que se pongan a trabajar de inmediato para rehacer los presupuestos del 2025 y conseguir tramitarlos en el Parlament para evitar otra moción de censura. Macron ha anunciado que a mediados de mes presentará una ley especial para prorrogar las actuales cuentas mientras el nuevo ejecutivo negocia sus presupuestos.

La extrema derecha de Marine Le Pen quiere dar una oportunidad al nuevo ejecutivo, sea cual sea –no presentará una moción de censura inmediatamente como sí que hará el bloque de izquierdas–, pero ha insistido en que los presupuestos deben incluir sus propuestas, como vincular de nuevo la subida de las pensiones a la inflación. El nuevo gobierno, si quiere que la Asamblea apruebe los presupuestos, tendrá que tener en cuenta las exigencias de la extrema derecha. O negociarlos con el blog de izquierdas.