Boris Johnson hace frente a una moción de censura esta tarde

El 15% de los parlamentarios conservadores promueven una votación para cambiar el liderazgo del partido

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El primer ministro británico, Boris Johnson.

LondresLa tregua política por el Jubileo de Platino de Isabel II se ha acabado. Boris Johnson hará frente esta tarde de lunes a una moción de censura, después de que el 15% del grupo parlamentario conservador se haya pronunciado a favor. La votación tendrá lugar esta tarde en el Parlamento entre las 18 y las 20 h, hora local. El anuncio del resultado será inmediato. Después de muchas especulaciones al respecto, Graham Brady, presidente del Comité 1922, que reúne a los diputados tories de segunda fila y que vela por la pureza del mecanismo, ha confirmado esta mañana que los rebeldes habían conseguido ya ayer las 54 peticiones que se requieren como mínimo para sacarla adelante.

A través de su portavoz, Johnson ha recogido con deportividad la moción: "[El primer ministro] agradece la oportunidad de presentar su postura a los diputados. [La votación de esta noche] es una oportunidad para acabar con meses de especulación y permitir que el gobierno cierre una etapa y salga adelante".

Si Johnson consigue sobrevivir a la votación, tendrá, en teoría, un año por delante sin que nadie pueda oponerse a su liderazgo. Brady informó ayer al primer ministro que el proceso era ya inevitable. Si 180 diputados o más se pronuncian en contra de Boris Johnson, tendrá que dimitir y el proceso para la elección de un nuevo líder del Partido Conservador se pondrá en marcha. Aunque a estas alturas los comentaristas de Westminster crean que es muy improbable que Johnson pierda, el hecho de que desde las diferentes familias conservadoras –brexiteers y no brexiteers– se hayan pronunciado en contra del primer ministro es su principal amenaza. La votación es secreta y los diputados no podrán entrar con el móvil en la sala donde tendrá lugar; por lo tanto, no habrá prueba de quién vota a favor y quién en contra y, aunque los promotores de la iniciativa no ganen, con la excepción de los rebeldes que se han manifestado públicamente a favor, no podrá haber represalias.

Ante el Parlamento, el presidente del Comité 1922, Graham Brady, ha informado brevemente sobre el procedimiento: "El umbral del 15% del partido parlamentario que pide una moción de censura contra el primer ministro ha sido alcanzado. La votación se hará esta tarde en la Cámara de los Comunes entre las seis y las ocho. Ayer comuniqué al primer ministro que se había logrado el umbral. Acordamos el calendario para una votación de censura hoy".

Con la confirmación de la moción de censura se pone fin a toda una serie de rumores desde que se hizo público el informe de la alta funcionaria Sue Gray sobre las fiestas ilegales durante el confinamiento en Downing Street. La digestión del informe había sido tan lenta que, por algunos momentos, parecía que Johnson, multado por la policía a raíz de una de las celebraciones, podría poner punto final al escándalo del Partygate. Pero a lo largo de la semana pasada, una cascada de diputados muy críticos con el premier empezaron a manifestarse públicamente en su contra y a enviar las cartas en las que expresaban su falta de confianza en su líder. Solo las celebraciones del Jubileo de Platino de Isabel II evitaron que la moción de censura llegara antes.

La rapidez del proceso –el anuncio de la moción y el calendario de la votación, solo horas después– sugiere que Johnson confía superarla, entre otras formas impidiendo que los posibles conjurados tengan tiempo suficiente para socavar todavía más las fuerzas de los aliados del primer ministro. Y también se especula que partidarios del mismo Johnson habrían acabado de dar el empujón para que la moción tuviera lugar antes de las dos elecciones parciales clave que tendrán lugar el 23 de junio, y que los conservadores pueden perder con dos resultados catastróficos, según las encuestas.

Desde este punto de vista, esperar a que la moción se debatiera después de una dura doble derrota electoral sería mucho más perjudicial para los intereses de Johnson. Pero para reafirmar su liderazgo, Johnson necesita hoy no solo una victoria sino una victoria arrolladora. Porque una victoria por la mínima, junto a una más que previsible doble derrota electoral el día 23, podría hacer que el Comité 1922 revisara sus reglas y favoreciera un cambio para promover una nueva moción censura.

Pero también podría pasar lo mismo que pasó durante el liderazgo de Theresa May. El diciembre del 2018, a raíz de todo el desgaste del proceso del Brexit, May se enfrentó a una moción de confianza. La ganó con el apoyo del 63% de los diputados. Pero solo cinco meses después, May se rindió y anunció su dimisión para junio del 2019. Aquel 24 de julio, hace menos de tres años, Johnson entró por la puerta grande en Downing Street. Esta noche podría salir por la trasera.

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