Dimiten dos ministros ucranianos por un escándalo de corrupción que salpica a Zelenski

Se les ha relacionado con una red que obtenía comisiones con contratos adjudicados por la empresa de energía atómica nacional

German Galushchenko durante una rueda de prensa
ARA
12/11/2025
4 min

BarcelonaJornada de intensos movimientos en el seno del ejecutivo ucraniano a raíz del caso de corrupción que saltó este lunes y que vincula a varios políticos y personalidades del país a una presunta trama de comisiones ilegales a la empresa estatal de energía atómica. A primera hora de la mañana, en una sesión de urgencia, el ejecutivo de Kiiv ha suspendido de sus funciones al ministro de Justicia y extitular de Energía, Hérman Halushchenko, por su presunta implicación en la trama.

El Parlamento había iniciado el lunes los trámites para cesarlo, cuando se supo que una investigación de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU, en sus siglas en ucraniano) apuntaba que cuando era ministro de Energía participó en una red que obtuvo al menos 100 millones de dólares en comisiones atómica, Energoatom, adjudicó a compañías privadas.

Se trata de un caso que toca de cerca al presidente Volodímir Zelenski. Según declaró ante el tribunal un fiscal de la Fiscalía Especial Anticorrupción, el supuesto jefe de la trama, el empresario Timur Mínditx –exsocio del presidente y propietario del 50% de la productora televisiva que tenía antes de dedicarse a la política–, ejercía una influencia directa sobre Halushchenko y sobre el entonces ministro de Defensa y actual, ministro de Defensa y encabezado el equipo negociador de Ucrania en los últimos contactos con Rusia.

De hecho, el presidente ucraniano ha compartido un vídeo a través de las redes sociales este miércoles a primera hora de la tarde en el que asegura haber tenido una reunión con la primera ministra Yulia Sviridenko y ha pedido la dimisión tanto de Halushchenko como de Svitlana Hrinchuk, la actual ministra de '. "Si hay acusaciones, debe haber respuestas", ha añadido el líder ucraniano, quien ha anunciado una "limpieza" de Energoatom y sanciones "contra dos de los implicados" en la investigación de la NABU sobre la empresa estatal de energía. "Es un momento difícil para todos en Ucrania. Es incomprensible que todavía haya tramas en el sector de la energía", concluyó.

Ambos acabaron presentando su dimisión pocos minutos después de que se publicara el vídeo de Zelenski. Sin embargo, su futuro está ahora en manos del Parlament, que deberá aceptar las renuncias en una futura sesión que varias fuentes apuntan a que podría celebrarse el 18 de noviembre.

Uno de los casos más grandes

Según el diario Kyiv Independiente, se trata de uno de los escándalos políticos más gordos que ha vivido Ucrania. En total hay ocho imputados por cohecho, abuso de poder y enriquecimiento ilícito. La agencia anticorrupción publicó el martes grabaciones donde el grupo, utilizando nombres en clave y lenguaje encriptado, discutía presuntas comisiones y pagos irregulares. Según la NABU, Mínditx, el exsocio de Zelenski, era su principal organizador. Entre los demás imputados figura Íhor Mironiuk, exasesor del ministro de Energía y exsubdirector del Fondo Estatal de Propiedad. Mironiuk también había sido asistente de Andrí Derkatx, ex diputado ucraniano acusado de alta traición que actualmente ejerce de senador en Rusia. La familia de Derkatx, según la investigación, habría blanqueado hasta 100 millones de dólares en comisiones en una de sus oficinas en el centro de Kiiv.

También ha sido imputado Dmitró Bassov, exfiscal y exresponsable del departamento de seguridad física de Energoatom. Las grabaciones revelan que los participantes de la trama habrían entregado 1,2 millones de dólares y 100.000 euros a Cherníchov, el ex vice primer ministro, que fue destituido el pasado junio por cohecho y abuso de poder. De los ocho acusados, Mínditx y Tsukerman habrían huido del país, mientras que cinco fueron detenidos, aunque se desconoce si Cherníchov también fue arrestado.

Según la agencia anticorrupción, los encausados ​​recaudaban comisiones de entre el 10% y el 15% de los contratistas de Energoatom a cambio de mantenerlos como proveedores de la empresa pública y de no bloquear sus servicios o productos. Energoatom, que tiene unos ingresos anuales de unos 200.000 millones de hrívnies (cerca de 4.700 millones de dólares), es una de las mayores empresas estatales y estratégicas del país. Los implicados aprovechaban, según la investigación, una norma gubernamental que prohíbe a los contratistas reclamar deudas a tribunales contra determinadas empresas estratégicas, como Energoatom, mientras dure la ley marcial. Esta situación les permitía presionar y amenazar a las empresas para obtener los sobornos.

Una vez político para Zelenski

El escándalo de Energoatom llega en un momento especialmente delicado para Volodímir Zelenski, que intenta mantener la confianza de la población y de los aliados occidentales frente a la ofensiva rusa, que amenaza ahora la ciudad estratégica de Pokrovsk. El ejército ucraniano depende del apoyo militar de Europa y EE.UU., cuestionado por la visión de Donald Trump. El hecho de que el presunto cerebro de la trama, Timur Mínditx, sea un antiguo socio empresarial del presidente y una de las figuras más influyentes de su entorno ha alimentado la percepción de que la corrupción, un problema endémico en el país, sigue arraigada incluso en los niveles más altos del estado. Zelenski ya había protagonizado decisiones claras contra la corrupción, como en el escándalo por los precios hinchados de las compras de comida para los soldados.

Aunque no hay pruebas que vinculen directamente a Zelenski con el esquema corrupto, el caso plantea preguntas incómodas y el presidente deberá demostrar que sigue comprometido con la lucha contra la corrupción, que ha sido uno de los leitmotivs de su mandato. Sin embargo, el caso también demuestra que los mecanismos anticorrupción funcionan incluso ante las más altas instancias, lo que es una prueba de madurez institucional.

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