Las colas del Brexit: veinte horas de retenciones entre el Reino Unido y Francia

Londres"Las ventajas del Brexit". Es lo que dicen algunos británicos que las sufren sobre las colas para atravesar el canal de la Mancha por vía marítima o férrea, que en algunos casos este fin de semana han sido de hasta veinte horas. Este lunes, sin embargo, la situación alrededor del puerto de Dover y de Folkestone –la entrada del túnel de la Mancha– se ha normalizado bastante, pero es probable que los problemas persistan a lo largo del verano, vista la falta de infraestructuras adecuadas para absorber el volumen de tráfico de estas vías, que se ha situado ya en niveles prepandemia.

Toby Howe, uno de los representantes del Consejo del Condado de Kent, ha dicho este lunes a la BBC que hay "espacio muy limitado" alrededor del puerto para que los funcionarios puedan gestionar el gran flujo de vehículos. Howe ha admitido que con el aumento de tráfico y con los nuevos controles adicionales en la frontera francesa desde que el Reino Unido salió de la Unión Europea, se necesita "muy poco para provocar estas colas".

Además, los problemas del viernes, que originaron la acumulación de vehículos en las 48 horas siguientes, se agravaron por un accidente en la autopista M20. "Solo con que haya otro accidente en la carretera, o quizás una avería del tren o un fallo de corriente en algún lugar, todo se convertirá en un gran problema". Howe reclama la construcción de grandes parkings para camiones que puedan eliminar potencialmente lo que se ha visto este fin de semana: kilómetros y kilómetros de tráileres en la autopista ante la imposibilidad de acceder a los controles fronterizos de forma regular.

El control de pasaportes

Mucho menos pesimista es Mark Simmonds, director de estrategia de la Asociación de Puertos Británicos. En comentarios a la cadena Sky, Simmonds se ha mostrado confiado esta mañana de que si "la policía fronteriza francesa continúa dotando los recursos adecuados para los controles de pasaportes ahora y durante el resto del verano, tenemos que esperar que el próximo fin de semana [y el resto] no veamos los mismos problemas".

Simmonds asegura, sin embargo, que en la práctica "siempre habrá un cuello de botella en el control de pasaportes en Dover". El puerto tiene una situación peculiar, porque los controles de inmigración franceses están en el lado inglés del canal. "Todo lo que podemos hacer es planificar y trabajar estrechamente con las autoridades francesas para asegurarnos que disponen del número adecuado de personal en estos momentos en que hay tanta afluencia" de viajeros.