División en la OTAN sobre si realizar “ataques preventivos” contra Rusia para poner fin a la guerra híbrida

Los aliados discutirán sobre las negociaciones de Ucrania en una reunión en la que EEUU enviará a representantes de segunda línea

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02/12/2025
3 min

BruselasLos ataques híbridos de Rusia contra los aliados europeos han ido en aumento en los últimos meses. Desde incursiones de cazas en espacio aéreo de la Alianza Atlántica hasta drones y ciberataques contra infraestructuras como son los aeropuertos. En este contexto, el presidente del comité militar de la OTAN, Giuseppe Cavo Dragone, hizo declaraciones a la prensa en las que aboga por cambiar de estrategia y, en vez de ser "reactivo", opta por una actitud "proactiva" y "más agresiva" para prevenir potenciales ataques del régimen de Vladimir Putin. Sin embargo, otros aliados consideran –y así lo recogen los tratados– que la Alianza Atlántica es una coalición de países para tener mayor seguridad y que llevar a cabo acciones como las que sugiere el almirante italiano va en contra del carácter defensivo de la entidad, según informan fuentes diplomáticas de la OTAN.

Cavo Dragone se ha expresado en este sentido en varios medios durante los últimos días. Y este fin de semana se ha mostrado más claro que nunca en una entrevista en el diario británico Financial Times. "Si seguimos siendo sólo reactivos, invitamos a Rusia a seguir intentándolo, a seguir haciéndonos daño. Especialmente, cuando la guerra híbrida es asimétrica: a ellos les cuesta poco, ya nosotros mucho. Tenemos que intentar ser más inventivos", responde el militar transalpino, que incluso asegura que un "ataque preventivo" podría ser considerado una " A estas alturas, según apunta el propio diario, este tipo de acciones serían sobre todo ciberataques.

Las polémicas declaraciones de Cavo Dragone cuentan con el apoyo general de los aliados que geográficamente están más cercanos a las fronteras rusas y son más conscientes de la amenaza del expansionismo de Moscú. Estos países, especialmente los del este de Europa y los nórdicos, suelen presionar al resto de socios para subir el tono contra Putin y para realizar medidas más contundentes contra el régimen ruso. Las mismas fuentes diplomáticas apuntan a que este grupo de estados coincide con el parecer del comité militar de la OTAN.

Por otra parte, y como es habitual, hay estados que se sienten incómodos con este tipo de declaraciones y las encuentran desafortunadas. En este grupo suelen incluirse países como Francia, España, Portugal e Italia, que prefieren optar por un discurso menos militarista y no se sienten tan amenazados por el régimen de Putin. De hecho, el propio Cavo Dragone admite que la estrategia que él mismo pone sobre la mesa está "lejos" de la "manera corriente de pensar y actuar de la OTAN".

Por supuesto, el Kremlin considera una amenaza los argumentos del presidente del comité militar de la Alianza Atlántica. El ministerio de Exteriores ruso los califica en un comunicado "de extremadamente irresponsables", y lo ve como una señal más de que la OTAN "está preparada para continuar hacia una escalada" bélica.

Unos EE.UU. ausentes en una ministerial clave

En plenas negociaciones de paz en Ucrania, se prevé que el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, no asista a la cumbre de ministros de Exteriores de la OTAN de este miércoles en Bruselas. Una ausencia nada habitual, y menos en momentos clave como el de esta semana. Ningún aliado se ha atrevido –y menos aún al secretario general de la entidad, Mark Rutte– reprochar a la administración de Donald Trump que solo envíe al encuentro de Bruselas autoridades de un perfil más bajo, aunque constata una vez más que la Casa Blanca cada vez tiene menos en cuenta a los aliados europeos.

De hecho, fuentes diplomáticas de la Alianza Atlántica admiten que los aliados europeos se encuentran en un segundo plano de las negociaciones con Ucrania, que tienen una influencia limitada en un eventual acuerdo de paz y que es Washington quien domina completamente los tiempos con las discusiones con Moscú y Kiiv. Es decir, que los países europeos van a remolque de la potencia estadounidense.

Sin embargo, las mismas fuentes evidencian que aliados europeos han abandonado el tono más duro contra la Casa Blanca en el inicio del regreso de Trump, y confían en Estados Unidos y en un plan de paz que incluya las demandas de los aliados europeos, es decir, evitar la cesión de todo el territorio del Donb de Ucrania y dejar la puerta abierta de la adhesión a la OTAN por parte del país ucraniano.

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