La era dorada de los drones de guerra
La guerra de Ucrania ha convertido a esta tecnología en un pilar de la estrategia de defensa europea
BarcelonaLa guerra de Ucrania ha marcado un antes y un después en el uso de drones, los vehículos no tripulados capaces de moverse por control remoto, sin tener que exponer las vidas de los soldados. Lo explicaba gráficamente en el ARA, en la feria Unvex, que se ha celebrado esta semana en Barcelona, Fernando Ciria, jefe de marketing de sistemas aéreos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de Airbus: "Los ucranianos han comprado todo lo que volaba: desde aparatos de juguete hasta vehículos de vigilancia y ataque. Ha cambiado radicalmente el paradigma, con la universalización y los nuevos tipos de usos”. Y afirmaba: "Lo que Israel empezó hace muchos años y después continuaron Estados Unidos como una solución puntual, ahora se incorpora a todo el mundo y ya tenemos coches sin conductor circulando en Los Ángeles". El portavoz del gigante de la aviación europeo también tiene claro que esto es sólo al principio: "El primer paso son vehículos que mueve a un piloto por control remoto y luego serán sistemas automatizados sin implicación humana directa".
La feria Unvex ha servido como escaparate de las últimas novedades tecnológicas de los drones, que se mueven por tierra, mar o aire. El fabricante noruego Paukner ha presentado el Black Hornet 4, un nanohelicóptero (19 centímetros y 77 gramos) que puede lanzarse con una sola mano y permite a los agentes de fuerzas especiales reconocer el terreno de día o de noche. Ya lo utilizan militares y policías en Estados Unidos, Noruega, Alemania y otros países de la OTAN.
La constructora naval española Navantia también ha llevado a la feria a su dron: un patrullero no tripulado al que se pueden incorporar vehículos aéreos y submarinos y que sirve para la vigilancia costera, para flotas militares híbridas (ya se está probando en ejercicios de la OTAN) o para realizar el mantenimiento de parques eólicos marinos.
Javier Barcala, director de seguridad y vehículos aéreos de la multinacional española Indra, explica que se están centrando en los sistemas antidrones y en el futuro caza de combate europeo, el FCAS, un aparato de nueva generación que operará con un sistema de "nube de combate": integrará un enjambre de drones, satélites y fragatas en una arquitectura de combate colaborativa que permitirá a los militares tener datos en tiempo real de todas las plataformas y sensores integrados para tener una visión de conjunto del campo de batalla. Los drones se comunicarán directamente con los aviones y serán de diversos tipos y características de acuerdo con lo que requiera cada misión. Es uno de los proyectos estrella de la industria militar europea, con la participación de España, Francia y Alemania cuyo presupuesto puede alcanzar los 100.000 millones de euros. Para Barcala, "los drones son un complemento a la guerra que pueden operar los 356 días del año las 24 horas del día sin exponer vidas". Las vidas de quienes les mandan, claro.
El Eurodrone
El otro gran proyecto europeo que se ha visto en la feria es el Eurodrone, que se prevé que sea una realidad en el 2030, con la participación de Airbus, la francesa Dassault y la italiana Leonardo. Se trata de un dron gigante (26 metros de envergadura, más del doble que su competidor estadounidense, el Reaper) que volará a casi 500 kilómetros por hora. Se está diseñando para ofrecer una elevada capacidad de vigilancia, reconocimiento e inteligencia, para volar 24 horas seguidas y dotado con misiles.
El principal sensor del Eurodrone será una avanzada cámara que transmitirá imágenes en tiempo real para señalar objetivos de noche y día, además de un radar, un equipo de geolocalización y comunicaciones vía satélite, y equipos de guerra electrónica. Esto es lo que se ha publicitado, pero el proyecto es altamente confidencial. El ministerio de Defensa español ha presupuestado ya una inversión de 1.900 millones de euros para comprar 12 de estos aviones y sus estaciones de control. Debe ser uno de los pilares de la llamada "autonomía de defensa europea" respecto a Estados Unidos.
Algunos de estos aparatos debían haberse exhibido durante la feria en el aeródromo de Sabadell, pero la organización canceló esta actividad después de que se anunciara una acampada de grupos solidarios con Palestina.
En una de las mesas redondas de la feria, Pere Ferrer, director de Mossos d'Esquadra, reconoció que los drones "están transformando nuestro día a día y nuestra sociedad". En el stand que la policía catalana tenía en Unvex se mostraban algunos de los aparatos que la unidad de drones utiliza en su hacía cotidiana: desde la vigilancia de manifestaciones y grandes eventos como la Patum de Berga hasta el control de incendios, la vigilancia de vertidos ilegales o la búsqueda de personas desaparecidas. Hace poco han incorporado un dron de ala fija que tiene más autonomía de vuelo y más alcance, al tiempo que hace menos ruido que los multirotores, destinado a la vigilancia costera, la lucha contra el narcotráfico o la detección de plantaciones ilegales y que incorpora por primera vez un sistema de inteligencia artificial para analizar imágenes de otra resolución. Los Mossos también cuentan con equipos de inhibición de drones, como el sistema Kuppel, una especie de cúpula digital que evita que los drones no autorizados puedan sobrevolar Barcelona, el aeropuerto de El Prat o zonas con grandes aglomeraciones.
¿Y los usos civiles?
Mientras que la industria militar lo tiene todo cara para construir aparatos no tripulados, el sector civil ha desarrollado una tecnología que no acaba de tener salida por la falta de regulación. En la feria exponían también sus innovaciones pequeñas empresas que utilizan los drones para usos civiles, como extinción de incendios, agricultura, transporte de personas y paquetes o trabajos en altura. Singular Aircraft es una empresa catalana que ha desarrollado el mayor avión no tripulado de Europa, con capacidad para transportar 4.000 kilos de carga. Su director de operaciones, Miquel Ginovart, alerta de que "la regulación europea va tarde y en España aún más". "Aviones como el nuestro no pueden basarse en ninguna regulación porque no existe. Tenemos tecnologías muy sofisticadas pero que no están certificadas. Tenemos que ir a otros países para probar nuestros aparatos". Apenas el martes el gobierno español aprobó el primer decreto que regula el uso civil de los drones.
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Incendios
Los aviones no tripulados pueden utilizarse para vigilar y apagar incendios sin arriesgar la vida de los pilotos. Además, pueden volar de noche y sin tener que realizar turnos de descanso. Pueden ir equipados con inteligencia artificial y sistemas de detección de obstáculos.
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Agricultura
Los drones también pueden ser útiles en el control de plagas, o en la gestión agraria, para aportar información sobre las condiciones del clima o el terreno y decidir el momento óptimo para la siembra o la cosecha.
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Desaparecidos
Los drones pueden hacer patrones de búsqueda en zonas de difícil acceso para localizar a personas desaparecidas, ya sea en la montaña, en un alud o un terremoto (con cámaras térmicas o detectando señales de móvil aunque estén apagadas).
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Mantenimiento
Los drones también pueden contribuir a hacer más seguros los trabajos de mantenimiento, como los que deben realizarse en instalaciones en el mar oa grandes alturas, evitando exponer a los trabajadores.