Elecciones legislativas: prueba de fuego para Macron para revalidar la mayoría absoluta
La unión de las izquierdas liderada por Mélenchon amenaza los planes del presidente francés
ParísNi el presidente, Emmanuel Macron, ni el líder de la unión de las izquierdas, Jean-Luc Mélenchon, son candidatos a las elecciones legislativas que Francia celebra este domingo en segunda vuelta. Pero, paradójicamente, los comicios se perciben como un duelo entre los dos líderes. Después de las presidenciales de abril, el ciclo electoral se cierra con la elección de los diputados de la Asamblea Nacional y Macron lucha ahora por mantener la mayoría absoluta. No lo tendrá fácil: la nueva unión ecológica y social de las izquierdas (Nupes) ha cogido impulso y amenaza con dejar al presidente sin los 289 escaños que le hacen falta para dominar el Parlamento.
Para las aspiraciones de Macron de gobernar sin obstáculos, es clave conservar la mayoría absoluta. Pero los últimos sondeos dejan claro que no lo tiene garantizado: será el primer grupo parlamentario, pero podría quedarse por debajo de los 289 diputados. La última encuesta de Ipsos otorga entre 265 y 305 escaños a Ensemble, la coalición que ha impulsado el partido de Macron, La República En Marcha (LREM), conjuntamente con partidos más pequeños, como el centrista MoDem de François Bayrou, u Horizontes, de centroderecha y liderado por el ex primer ministro Édouard Philippe. Según el mismo sondeo, Nupes sería el segundo grupo en la cámara con entre 140 y 180 escaños. En tercera posición se situaría el partido conservador, Los Republicanos, con un tenedor de entre 60 y 80 diputados.
En la primera vuelta, Ensemble y Nupes empataron en porcentaje de votos, pero con el sistema electoral francés de dos vueltas también en las legislativas, el porcentaje de votos no tiene una traducción proporcional en escaños. Aun así, los buenos resultados de la izquierda hacen que Mélenchon mantenga la esperanza de cambiar las encuestas y conseguir más escaños que Macron. No es el escenario más probable, pero tampoco es imposible. De hecho, para la izquierda francesa, que hasta hace pocos meses estaba hundida, es una oportunidad histórica. Todo dependerá de la capacidad de movilizar al electorado y evitar que la abstención suba por encima del 50%, como en la primera vuelta. Según un estudio de Ifop-Fiducial, la abstención es especialmente alta entre los jóvenes: en la primera vuelta no votaron siete de cada diez franceses de entre 18 y 35 años.
Elevada abstención entre los jóvenes
Si se tiene en cuenta que el grueso de votantes de Nupes son los jóvenes, el sueño de Mélenchon de convertir Nupes en el primer grupo en la Asamblea solo se podría cumplir si la participación es notablemente más elevada que en la primera vuelta. En las legislativas, sin embargo, la tendencia habitual es que en la segunda vuelta la abstención aumente respecto a la primera vuelta. La incógnita es si el llamamiento a la participación que ha hecho el líder de Nupes tendrá su efecto. En cualquier caso, el número uno de La Francia Insumisa y líder de la unión de las izquierdas se ha postulado durante toda la campaña como primer ministro si Nupes consigue ser el partido con más escaños en la Asamblea. En este escenario, Macron estaría obligado a nombrar a un nuevo primer ministro y gobierno del color de la nueva mayoría parlamentaria y tendría que gobernar en cohabitación. Su quinquenato se complicaría.
Alrededor del inquilino del Elíseo hay preocupación por la posibilidad de perder la mayoría absoluta. En este caso, Macron se vería obligado a buscar pactos parlamentarios y gobernaría sin la libertad a la que está acostumbrado. El miedo a un fracaso este domingo lo ha llevado a volver a ejercer de presidente fuera de Francia en los últimos días antes de la cita electoral, para exhibirse como líder en la escena internacional y ganar votos. En las legislativas francesas no hay campaña electoral a gran escala porque cada escaño se lucha en circunscripciones pequeñas, donde los candidatos hacen actos muy locales. Esto ha permitido al presidente viajar a Ucrania para mostrar el apoyo de la Unión Europea a la candidatura de adhesión del país, un viaje que ha tenido una gran repercusión mediática y en el que el presidente de la República ha aprovechado para colar mensajes electorales.
Llamamiento en una Francia europeísta
De vuelta de Kiev, en dos entrevistas que hizo en medios franceses, Macron hizo un llamamiento a la necesidad de defender "una Francia verdaderamente europea", un mensaje claramente en contra del voto a la izquierda. El insumiso Mélenchon, considerado en Francia como izquierda radical, ha impuesto su visión crítica con la Unión Europea en Nupes, integrada por partidos tradicionalmente europeístas, como el Partido Socialista y los Verdes, además de La Francia Insumisa y del Partido Comunista Francés. A su vez, Mélenchon ha multiplicado las entrevistas y apariciones en radios y televisiones. Ante la opinión pública no queda ninguna duda de que las elecciones de este domingo son entre Macron y Mélenchon. Es una tercera vuelta electoral.
En cambio, la líder de extrema derecha, Marine Le Pen, que en las presidenciales consiguió pasar a la segunda vuelta, no conseguirá ahora dominar la Asamblea, pero las encuestas auguran un crecimiento de diputados espectacular y un resultado histórico: pasaría de los actuales ocho diputados a tener entre 20 y 50. El Reagrupamiento Nacional de Le Pen conseguiría con este resultado grupo propio –hasta ahora no tenía– y se convertiría en el cuarto grupo de la Asamblea.