La extrema derecha alemana reivindica su derecho a gobernar y tacha el cordón sanitario de "antidemocrático"
Scholz lamenta que los resultados de la extrema derecha son "amargos" e insta a mantener la AfD aislada
BarcelonaLa primera victoria regional de la extrema derecha alemana, en el pequeño estado oriental de Turingia, y la segunda posición en Sajonia han sacudido el panorama político de la primera potencia europea. Algunas cabeceras alemanas, como Bild y Tagesspiegel, lo califican de "terremoto", teniendo en cuenta que pueden ser un aviso de lo que puede ocurrir dentro de un año cuando haya elecciones federales. El canciller alemán, Olaf Scholz, ha hablado de resultados "amargos" y ha instado al resto de formaciones a mantener el cordón sanitario y buscar coaliciones que no incluyan el partido de extrema derecha.
Alternativa para Alemania, que está catalogado como un partido "extremista de derechas" por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución –el servicio de inteligencia interno alemán–, se ha impuesto en Turingia con 32,8% de los votos, 10 puntos por encima de la CDU (23,6%). Es la primera vez que una fuerza de extrema derecha gana unas elecciones regionales alemanas desde la Segunda Guerra Mundial. En Sajonia, los cristianodemócratas se llevaron la victoria (31,9%), pero con la AfD pisándoles los talones (30,6%).
"Nuestro país no puede y no debe acostumbrarse a esto. La AfD está haciendo daño en Alemania. Está debilitando la economía, dividiendo a la sociedad y dañando la reputación de nuestro país", consideró Scholz . "Ahora todos los partidos democráticos están llamados a formar gobiernos estables sin extremistas de derecha", ha insistido en un mensaje en las redes sociales.
Con todo, la AfD se ve legitimada para gobernar y ha tildado el cordón sanitario de "antidemocrático". "Los electores nos han dado un claro mandato para gobernar tanto en Turingia como en Sajonia y quiero advertir en contra de la tentación de no escucharle", ha dicho en una rueda de prensa este lunes la copresidenta de la AfD, Alice Weidel . "Ya no hay política sin la AfD", ha añadido el otro líder del partido, Tino Chrupalla, que se ha ofrecido a pactar con la CDU en Sajonia, argumentando que es la única forma de que la formación de centroderecha pueda aplicar su programa. "¿Quién no quiere implementar sus promesas electorales? Creo que podrían funcionar mejor con nosotros que con el SPD o los Verdes, por ejemplo", ha afirmado.
Los cristianodemócratas de la CDU, sin embargo, han remarcado que esta opción está descartada. De hecho, así lo establece una resolución aprobada en el congreso de la formación, que veta a cualquier coalición tanto con la AfD como con Die Linke, un partido que consideran de izquierda radical. Sin embargo, este lunes la líder de la formación de izquierda, Ulrike Grosse-Röthig, ha instado a la CDU a levantar su veto en contra de Die Linke y ha afirmado que su partido está dispuesto a cooperar para formar gobierno en Turingia, donde hasta ahora gobernaba en minoría y donde sufrió una derrota sin paliativos: ha perdido 18 puntos porcentuales en porcentaje de voto (del 31% al 13%) y 17 diputados.
La 'rara avis' europea
El líder de la CDU, Friedrich Merz, ha afirmado que su partido es "el último baluarte del centro democrático contra el populismo de extrema derecha" y ha subrayado que están "firmemente decididos" a seguir siéndolo, aunque admitió que los resultados de este domingo son preocupantes y obligan a reflexionar.
Después de que Los Republicanos franceses rompieran el cordón sanitario con la extrema derecha de Marine Le Pen en las últimas elecciones legislativas, Alemania ha quedado como la rara ancianos europea donde todavía se mantiene esta política para aislar a la ultraderecha. "Este cortafuegos antidemocrático no puede mantenerse a largo plazo", auguró Weidel.
El investigador del Cidob Héctor Sánchez Margalef considera que el cordón sanitario es, en general, "una mala idea en tanto que la única voz de oposición es la del partido que queda fuera". Pero añade una advertencia: "También es cierto que el día que se caiga el cordón sanitario en Alemania, Europa entrará en una época bastante más oscura. Porque allí han sido muy firmes y querrá decir que entramos en una nueva fase con la derecha radical".
Sobre el ascenso de la AfD, Sánchez Margalef subraya que desde la reunificación de Alemania ha habido fuerzas de la derecha radical en el país, sobre todo en el este del país, y que la tendencia es la misma que en toda Europa, donde la derecha populista va en aumento. "Que obtengan este resultado es un síntoma de los tiempos que vivimos, pero la causa es mucho más profunda y viene de muy lejos", dice, y apunta que el resto de partidos, tanto en Alemania como en otros países europeos, han optado por destacar el síntoma pero no por solucionar las causas que hacen que estas formaciones ganen votos.
En este sentido, en las elecciones regionales de este domingo también se ha evidenciado un voto de castigo contra las formaciones del tripartito del gobierno federal (socialdemócratas, verdes y liberales). El líder de la CDU tildó los resultados de "fiasco total" de los partidos del ejecutivo y lo atribuyó a los "problemas sin resolver", que influyeron de forma particular en estos comicios regionales, entre los que citó "la presión incontrolada de la inmigración".
Incluso el líder de los liberales (el FDP), Christian Lindner, se ha pronunciado en contra de las políticas del gobierno federal, del que forma parte. Se refirió también a las políticas migratorias y consideró que el resultado en Turingia y Sajonia deja un "mensaje claro": "La gente está harta de que ese estado haya perdido el control de la inmigración y el asilo en Alemania". "Los liberales son un socio de gobierno que da la zancadilla al gobierno cada dos por tres. Y un gobierno desunido da una imagen de ingobernabilidad absoluta", apunta Sánchez Margalef.
El investigador del Cidob afirma que cabe esperar las elecciones al land de Brandeburgo, el 22 de septiembre, para ver si se mantiene la tendencia. "Allí gobierna el SPD, desde hace muchos años, y es donde el resultado puede ser más traumático para los socialdemócratas si queda a mucha distancia por detrás de la AfD". El ciclo electoral culminará el 28 de septiembre de 2025, cuando se celebren las elecciones al Parlamento federal. Sánchez Margalef augura que el ejecutivo, pese a sus dificultades, aguantará este último año porque "no interesa a ninguno de los tres partidos" convocar elecciones en la situación en la que están.