Internacional

Finlandia cierra la frontera sur con Rusia por miedo a la guerra híbrida de Putin

El gobierno finlandés alerta de que la llegada de migrantes sin papeles ha incrementado y cree que es una acción deliberada de Putin

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El paso fronterizo finlandés de Nuijamaa, colindante con Rusia, este miércoles.

BarcelonaEl tráfico en los puntos fronterizos del sur de Finlandia, colindantes con Rusia, se ha animado en los dos últimos días. A partir de la medianoche de este viernes a sábado, los cuatro pasos del sudeste del país, los de mayor actividad, quedarán completamente cerrados, inicialmente durante tres meses. El gobierno finlandés anunció el jueves que había tomado esta decisión ante un importante incremento de los migrantes sin papeles que han llegado en las últimas semanas al país nórdico, procedentes de Rusia, en una acción deliberada del gobierno de Vladimir Putin, según las autoridades finlandesas.

"Es un movimiento contundente y excepcional. Queremos enviar un mensaje muy claro que esta tendencia debe acabar", dijo el primer ministro, Petteri Orpo, en rueda de prensa. A partir de este sábado, los pasos fronterizos de Imatra, Niirala, Nuijamaa y Vaalimaa –los de mayor tráfico– quedarán cerrados, y las solicitudes de asilo se concentrarán en Salla y Vartius, mucho más al norte, donde la entrada de migrantes era prácticamente inexistente hasta ahora. Este jueves un grupo de 18 demandantes de asilo llegó al paso de Vartius, los primeros que llegaban este año, según informó la cadena Yle.

Finlandia, que comparte más de 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, se convirtió en abril en el miembro número 31 de la Alianza Atlántica, en un movimiento justamente impulsado por la amenaza rusa después del inicio de la guerra en Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha dicho que Finlandia está cometiendo un "gran error" eligiendo la vía de la confrontación y de la "destrucción de las relaciones bilaterales" con Rusia, ha informado la agencia TASS.

Els punts fronterers amb Rússia

El primer ministro conservador –en el gobierno desde junio– dijo que la actividad actual en la frontera no es una emergencia grave, pero que el problema está en la actividad organizada que está detrás. "El objetivo de provocar estas situaciones es crear fracturas sociales", argumentó. Y el subjefe de la Guardia Fronteriza, Markku Hassinen, alertó de que existe "un riesgo muy claro de escalada" y que se está actuando para "prevenir" que empeore.

Esta semana han llegado a Finlandia 300 demandantes de asilo, principalmente de Irak, Yemen, Somalia y Siria. La cifra más alta se registró este viernes, cuando entraron un centenar de migrantes sin papeles en los puntos fronterizos del sudeste, mientras que antes de que empezara este episodio llegaban una decena cada día. La mayoría atraviesan en bicicletas, que se acumulan en las instalaciones de aduanas.

Bicicletas incautadas en el punto fronterizo finlandés de Nuijamaa, colindante con Rusia, el pasado 15 de noviembre.

El gobierno finlandés ha aprovechado una modificación de la ley de fronteras, aprobada la legislatura anterior precisamente para permitir estas acciones de forma rápida si existe peligro para la seguridad nacional, el orden público o la salud pública. "La cifra ha crecido significativamente en poco tiempo. Las autoridades rusas han cambiado la forma de trabajar para permitir los viajes a Finlandia aunque no tengan documentos, lo que es una entrada ilegal", dijo la ministra de Interior, Mari Rantanen. Los guardias fronterizos aseguran que, hasta hace poco, Rusia impedía que los migrantes sin papeles siguieran hasta los puntos fronterizos finlandeses.

Pese a que las cifras son muy inferiores, la situación recuerda lo ocurrido en el 2021 en las fronteras entre Bielorrusia y Lituania, Polonia y Letonia, a donde llegaron miles de migrantes de Oriente Próximo y África. También apunta al incremento de migrantes en las fronteras de Finlandia y Noruega, procedentes de Rusia, en 2015 y 2016, como recordó el primer ministro: "En este sentido, parece una decisión muy consciente".

Jukka Savolainen, analista del Centro Europeo de Excelencia para la Lucha contra las Amenazas Híbridas (Hybrid COE), da credibilidad a las sospechas del gobierno finlandés de que el incremento de migrantes es parte de un ataque híbrido de Rusia, todo y que cree que será difícil de probar. "La tendencia al alza es tan rápida que podría llevar a una situación insostenible", afirma en el ARA, y considera que el objetivo de este tipo de acciones es, por un lado, "desviar la atención de la guerra en Ucrania" y, por otra, "crear divisiones internas, tanto dentro de Finlandia como entre Finlandia y otras naciones europeas, para debilitar a la Unión Europea y la OTAN".

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también ha apoyado al gobierno finlandés. "La instrumentalización de migrantes por parte de Rusia es vergonzosa. Apoyo total a las medidas tomadas por Finlandia y doy gracias a los guardias fronterizos por proteger nuestras fronteras europeas", dijo a X.

Afectaciones al día a día

Los viajes transfronterizos ya son muy inferiores a los que eran hace tres años: primero, se redujeron drásticamente por las restricciones por el cóvido, y en septiembre del año pasado Finlandia dejó de aceptar visados ​​turísticos de rusos e instaló vallas y alambradas en la frontera. Sin embargo, unas 3.000 personas atraviesan los puntos fronterizos del sudeste de Finlandia de media cada día, para trabajar, estudiar, visitar a familiares o poner la gasolina más barata.

Algunas personas que viven en Finlandia y tienen familia en Rusia han manifestado su malestar en medios finlandeses, y algunos han afirmado que ahora tendrán que hacer un viaje más largo a través de Estonia. Sin embargo, el gobierno de este país báltico ya ha alertado de que también cerrará fronteras si detecta una tendencia similar. Noruega también ha asegurado que está alerta ya punto por si debe actuar por igual.

Guardias fronterizos finlandeses al paso de Imatra, colindante con Rusia, el 26 de octubre.
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