Maletas llenas de billetes, visados y crisis energética: las claves del Catargate

Bruselas / BarcelonaUn hombre pillado in fraganti huyendo con una maleta llena de billetes, palabras de elogio a una dictadura desde el atril del Parlamento Europeo y el trasfondo de la crisis energética son los ingredientes del Catargate, el enésimo escándalo de corrupción que ha sacudido a las instituciones europeas y que, de momento, ya ha provocado la destitución de la vicepresidenta Eva Kaili.

¿Qué es el Catargate?

Es el escándalo de corrupción que ha destapado la policía belga sobre la existencia de una "organización criminal" que intentaba influir en las políticas de la Unión Europea. Eva Kaili, eurodiputada griega y una de las vicepresidentas del Parlamento Europeo; Francesco Giorgi, su pareja y asistente parlamentario; el exeurodiputado italiano Pier Antonio Panzieri, y Niccolo Figa Talamanca, director de la ONG No Peace Without Justice, han sido encarcelados de manera preventiva. Kaili no se pudo acoger a la inmunidad parlamentaria porque la pillaron en delito flagrante: su padre fue detenido en un hotel del barrio de las instituciones de Bruselas con una maleta que contenía 600.000 euros en billetes de 50; en casa de la eurodiputada, además, encontraron 1,5 millones de euros en efectivo. La policía belga también registró el domicilio del eurodiputado socialdemócrata belga Marc Tarabella. También ha sido detenido y puesto en libertad con cargos Luca Visentini, secretario general de la Confederación Sindical Internacional. Pero entre los acusados no solo hay representantes de la izquierda: también ha sido detenido y liberado con cargos un asistente parlamentario del Partido Popular Europeo, que la prensa belga identifica como "Mr. T".

¿Cómo defendió Kaili a Catar?

Eva Kaili, que ya ha sido destituida como vicepresidenta de la Eurocámara, visitó Catar en noviembre, cuando se reunió con el primer ministro y el ministro de Trabajo. Semanas después hizo un discurso en el Parlamento Europeo en el que elogiaba las reformas laborales que ha hecho Catar a raíz de las críticas por la sobreexplotación en el Mundial de fútbol: "El torneo de fútbol de Catar es un ejemplo concreto de cómo la diplomacia deportiva puede proporcionar una transformación histórica a un país cuyas reformas inspiran al mundo árabe". La ex vicepresidenta afirmó también que "Catar es líder en derechos laborales" y dijo que Europa "no tiene derecho moral a dar lecciones para conseguir la atención fácil de los medios". Kaili, de 44 años y nacida en Salónica, empezó su carrera política a los 22 años como concejala de su ciudad natal. A los 29, y en las filas del partido socialista griego, el Pasok, se convirtió en la diputada más joven del país. A los 36 llegaría al Parlamento Europeo, donde acabaría siendo una de las vicepresidentas de la cámara, un cargo que estrenó el enero pasado.

¿Qué buscaba Catar en el Parlamento Europeo?

Hace años que Catar intenta limpiar su imagen en Europa y, en el contexto de la guerra de Ucrania, se ha convertido en un proveedor de gas natural licuado alternativo a Rusia, de quien los socios europeos quieren dejar de depender energéticamente. "Los países del Golfo en general y Catar en particular han ganado peso para Europa en el contexto de la guerra de Ucrania. Además, Catar se sentía vulnerable internacionalmente ante sus rivales regionales, como Arabia Saudí, los Emiratos Árabes o Israel, que también tienen una fuerte actividad de lobbies en Bruselas", explica al ARA Eduard Soler, investigador del CIDOB y profesor de Relaciones Internacionales de la UAB.

Aún así, el Parlamento Europeo también aprobó una resolución el 24 de noviembre sobre la situación de los derechos humanos en el contexto de la Copa del Mundo de Catar, en la que denunciaba la muerte de miles de trabajadores en las obras de los estadios en Doha y también la corrupción dentro de la federación futbolística. La resolución consiguió la mayoría, pero como se votó a mano alzada no se registraron nominalmente los votos.

¿Qué supone la liberalización de los visados?

Pero el otro tema que ha estado en discusión en la Eurocámara con relación a Catar ha sido la liberalización de los visados, una medida que permitiría a los cataríes entrar en territorio Schengen sin ningún permiso especial. El 1 de diciembre la comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE) del Parlamento Europeo votó a favor de eximir a los ciudadanos cataríes de pedir un visado para poder entrar en el espacio Schengen. Kaili y Tarabella votaron a favor de la resolución, igual que sus colegas socialdemócratas, incluido el presidente de la comisión, el español Juan Fernando López Aguilar, y Pietro Bartolo, el médico de Lampedusa. También votaron a favor los representantes de los verdes y los del Partido Popular Europeo. Para Soler obtener la exención de los visados "además de un tema práctico es sobre todo reputacional, porque significa que Catar jugaría en una liga superior". La comisión también recomendó la exención de visados para los ciudadanos de Omán y de Kuwait. Hay que tener en cuenta que desde 2015 también están exentos de visado los nacionales de Emiratos Árabes Unidos.

¿Hay precedentes del Catargate?

Aunque los responsables europeos hayan reaccionado al escándalo con indignación y sorpresa, no es la primera vez que un régimen autoritario soborna a miembros de las instituciones comunitarias. El observatorio sobre lobbies en Bruselas Corporate Europe lo denunció en un exhaustivo informe en 2015. Entonces, el senador del PP Pedro Agramunt fue investigado por el Consejo de Europa por haberse beneficiado de sobornos del gobierno de Azerbaiyán cuando era presidente de la Asamblea del Consejo de Europa. A cambio de redactar informes favorables para el régimen de Ilham Aliyev, en el poder desde 2003, recibía carísimos artículos electrónicos, servicios de prostitutas y caviar. Agramunt acabó dimitiendo, pero la dictadura familiar centroasiática continúa obteniendo protección de las instituciones europeas gracias a la llamada "diplomacia del caviar", una política basada en el soborno de políticos extranjeros.