El mundo vuelve a la carrera militarista: ¿quién gasta más en defensa?

BarcelonaLa cumbre anual de la OTAN de esta semana en La Haya se ha centrado en una sola cosa, una cifra, que ha dejado de lado todo el resto de cuestiones. el objetivo de gasto sobre el PIB que Donald Trump exige a todos los aliados.Pero la cumbre hace aflorar algunas preguntas. ¿este 5% es una cifra arbitraria o es realmente necesario este incremento tan significativo en Europa? ¿Cuál es la situación en otras latitudes? ¿son cifras factuales o fácilmente manipulables y adaptables a los intereses de cada país?

Sobre el papel, la OTAN determina qué partidas hay que incluir para calcular el gasto en defensa. se incluyen en los presupuestos de cada país. De hecho, las cifras oficiales de la OTAN, en algunos casos, son distintas de las del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri), la principal referencia mundial en cuanto a gasto militar, o de las otras fuentes, lo que evidencia la dificultad. presupuestos de defensa e industria militar del Centro Delàs, asegura que "cada estado puede sumar como gasto de defensa lo que quiera", pese a que la OTAN tiene establecidos unos criterios para determinar cómo se computa el gasto militar. los costes de personal paramilitar de la Guardia Civil, los créditos en I+D militar, las misiones militares en el exterior y los intereses de la deuda correspondientes al total del gasto en defensa.

"Hasta el año pasado, España sólo imputaba como gasto de defensa lo que constaba en el ministerio de Defensa", dice Font, porque "quería dar la imagen ante la población española que gastaba poco". "Ahora, si quieres decir a la OTAN que gastas más, haces el cálculo diferente, incluyendo partidas de otros ministerios. Depende a quien quieras dirigirte", añade.

Récord de gasto en defensa

La cumbre de la OTAN ha servido para constatar definitivamente que Occidente está inmerso en una nueva carrera militarista, que ha puesto el acelerador a una tendencia que empezó en el 2014, con la anexión rusa de Crimea y la guerra en el Donbás ucraniano, que fue el primer aviso de las aspiraciones expansionistas de Vladimir Putin. 2.718.000 millones de dólares, el mayor total mundial que ha registrado nunca el centro sueco y el décimo año de aumentos consecutivos. Los cinco países con mayor gasto militar del mundo son Estados Unidos, China, Rusia, Alemania e India, que juntos representan el 60% del gasto militar mundial.

Ahora bien, la foto cambia si nos fijamos en el gasto en relación con el tamaño de la economía de cada país. En este caso, destaca de forma clarísima Ucrania, que lleva más de tres años defendiéndose de la agresión rusa y el año pasado destinó un 34% de su PIB a defensa, mucho más que ningún otro país del mundo.

Por tanto, Estados Unidos es, de largo, el principal contribuidor de la OTAN. Pero, sin embargo, la gasto militar total en Europa se está acelerando a marchas forzadas. El pasado año aumentó un 17% hasta los 693.000 millones de dólares, y todos los países registraron un incremento, con la única excepción de Malta. Respecto a 2014, todos los países europeos han aumentado el gasto en defensa tanto en números absolutos como en relación al tamaño de su economía, pero destacan sobre todo los países bálticos y Polonia.

Así, a pesar la postura disidente de Pedro Sánchez en La Haya, el gobierno de España sigue la tendencia al alza generalizada respecto al presupuesto en defensa. En 2023 se incrementó un 23% respecto al año anterior, hasta los 14.453,8 millones de euros, en torno a un 1% del PIB. Pero ya con la OTAN presionante, el gobierno informó a la Alianza de gastos que antes no incluía, como la seguridad social y las pensiones de los militares, la mutua militar y la participación en organismos militares como la OTAN, según detalla el Centre Delàs. De esta forma, el gasto creció hasta los 17.700 millones de euros, un 1,28% del PIB, según las cifras de la OTAN. Sin embargo, el Centro Delàs calcula que el gasto real se sitúa en torno a los 28.000 millones.

El 5%, ¿un objetivo necesario?

Sin embargo, España es el país de la OTAN que menos gasta en defensa en relación con su PIB, y queda muy lejos del objetivo del 5%. Pero ¿de dónde ha salido esa cifra? ¿Es un objetivo lógico y necesario para la seguridad de Europa? Domènec Ruiz, investigador senior y representante del Cidob en Bruselas, critica que es un número "arbitrario" elegido por Trump, y considera que es una manera "muy anticuada" de evaluar el gasto en defensa. "Lo importante son los objetivos de capacidades, porque se puede gastar mucho y ser muy ineficiente", resume.

"Es una posición que no es lógica, y veo sorprendente que, para agradar a Trump, los demás países hayan apoyado", afirma el analista, quien defiende que el conjunto de los estados europeos deberían haber tomado la misma posición que España y no caer al "articular la relación transatlántica de esta manera". Alerta de que existe el riesgo de que, para querer alcanzar el objetivo del 5% como sea, se pongan en peligro "no sólo objetivos sociales y ambientales, sino que se tire el dinero por la ventana", que apunta que irá, sobre todo, a comprar armas a compañías estadounidenses.

Ruiz apunta lo que muchos otros expertos llevan tiempo diciendo: que Europa debe aumentar sus capacidades de defensa, pero con medidas como mejorar la interoperabilidad entre los ejércitos estatales, la compra conjunta de armamento y el desarrollo conjunto de capacidades militares. "Se trata de gastar mejor, gastar juntos como europeos y de forma más eficiente", concluye.