BruselasLos aliados europeos acordaron este miércoles en la cumbre de la OTAN el incremento de gasto militar hasta el 5% del producto interior bruto (PIB) que ha impuesto Donald Trump. Pese a que se trata del rearme más importante de la historia de la Unión Europea y vincula el futuro de la seguridad del continente en el Pentágono, los Estados miembros acataron sin apenas gruñir y sólo alzó la voz Pedro Sánchez. Al día siguiente, sin embargo, los propios líderes han consensuado buscar la manera para dejar de depender de los intereses y manías del inquilino de turno de la Casa Blanca, y se han propuesto incrementar "la autonomía y la soberanía" militar.
De hecho, aunque se dobleguen a las exigencias de Trump, el regreso del magnate neoyorquino a la Casa Blanca ya hizo que todos los estados miembros se pusieran de acuerdo en dejar de estar a merced del Pentágono, sobre todo en un contexto de amenaza expansionista de Rusia. Incluso varios dirigentes de países de tradición muy atlantista, como los bálticos o de la Europa del Este y Alemania, insistieron en este aspecto. El más claro fue el canciller germánico, el conservador Friedrich Merz, quien proclamó que Europa debía conseguir la "independencia" de Estados Unidos.
Este tono se ha rebajado durante los últimos días, tal y como ha quedado patente en la cumbre de la Alianza Atlántica de esta semana en La Haya. Sin embargo, la voluntad de los socios europeos de potenciar sus capacidades militares se mantiene. "Europa debe ser más soberana, más responsable de su propia defensa y estar mejor equipada para actuar y afrontar de forma autónoma y coordinada las amenazas y los retos inmediatos y futuros", reza el texto acordado en la cumbre europea de este jueves.
En estas mismas conclusiones, la UE también constata que la seguridad del continente está vinculada a la OTAN, pero evita hacer referencia alguna al hecho de implicar a la industria de EEUU en el gran rearme de Europa, tal y como pretende Trump. Cabe recordar que la intención de la administración republicana no se limita a obligar a incrementar el gasto militar, sino que también pretende que los aliados europeos compren todo ese material militar en la industria bélica estadounidense.
De momento, sin embargo, una parte importante de los estados europeos se oponen. Los países de Europa del Este no ven inconveniente al comprar armas estadounidenses porque priorizan rearmarse deprisa; pero hay gobiernos, como el francés o el español, que abogan por aprovechar estas políticas económicas expansivas para reavivar la economía y la industria comunitaria.
Por eso, de momento, las conclusiones acordadas este jueves dan su visto bueno al plan para financiar el rearme de la Comisión Europea de Ursula von der Leyen, que no prevé comprar armas en Estados Unidos. En cambio, apuesta por impulsar las compras conjuntas de armas a socios más fiables, como Reino Unido o Canadá. De esta forma, se constata que, pese a que la UE se ve empujada a claudicar ante EEUU, pretende prepararse para un futuro, dejar de depender del Pentágono y tener la fuerza para poder hacer frente a un nuevo Trump.
Los socios europeos se vuelven a recordar de Zelenski
Zelenski quedó relegado a un segundo plano en la cumbre de la OTAN, pero los estados de la UE le han vuelto a poner en el centro de la cumbre europea como si nada hubiera pasado. Mientras el miércoles el presidente ucraniano no fue invitado en ninguna de las reuniones oficiales, este jueves ha vuelto a participar telemáticamente en el encuentro de los jefes de estado y de gobierno comunitarios. Además, las conclusiones mantienen sin ambigüedad el apoyo a Ucrania en la lucha contra el régimen de Vladimir Putin y se emplazan a aprobar más paquetes de sanciones contra Moscú.
De hecho, fuentes diplomáticas aseguran que la intención es que los estados miembros aprueben en las próximas horas el 18º paquete de sanciones contra Rusia. Estas medidas pretenden poner fin de una vez por todas al uso de los gaseoductos Nord Stream I y II —uno está destruido y el otro nunca ha entrado en funcionamiento— que conectan la UE con el país ruso, y asegurarse de que no pueden volver a utilizarse en un futuro. Además, el bloque quiere incrementar la lista de barcos fantasma rusos que sortean las sanciones europeas e importan combustibles fósiles que vienen de Rusia y, entre otras medidas, estudia reducir el tope del precio del crudo de petróleo.
La UE ignora la violación de los derechos humanos de Netanyahu y mantiene el acuerdo de asociación con Israel
La presión de la Moncloa para revocar el acuerdo de asociación de la UE con Israel no se detiene . Después de que lo pidiera el pasado lunes el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, este jueves Sánchez ha vuelto a instar a sus homólogos a sancionar a Israel. En este sentido, el dirigente socialista criticó que el bloque europeo pretenda acordar el 18º paquete de sanciones en la cumbre europea de esta semana en Bruselas contra el régimen de Vladimir Putin y, en cambio, no haya tomado ninguna medida contra el gobierno de Benjamin Netanyahu. "Hay unos dobles estándares [...]. Israel está violando flagrantemente el artículo 2 [del mismo acuerdo de asociación de la UE] del respeto de los derechos humanos por parte de Israel", ha denunciado Sánchez.
Sin embargo, a excepción de Eslovenia e Irlanda, los homólogos de Sánchez ignoraron su petición y el informe de la Comisión Europea presentado este lunes en el Consejo de Exteriores de la UE en el que se constataban los "indicios" de que Israel no cumple con los derechos humanos en Gaza. De esta forma, el acuerdo de la asociación de la UE con Israel se mantiene completamente vigente y los estados miembros siguen sin aplicar ningún tipo de sanción contra el gobierno de Netanyahu después de más de 55.000 muertes en Gaza.