El piloto ruso que desertó de la guerra de Ucrania y ahora ha muerto a tiros en Alicante
Maksim Kuzminov planeó su deserción poniéndose en contacto con el ejército ucraniano
BarcelonaMaksim Kuzminov desertó del ejército de Vladimir Putin el pasado agosto. Luchaba en el frente ucraniano hasta que un día decidió huir a Ucrania con el helicóptero que pilotaba. Se rindió, y Kiev le dio protección.
El martes de la semana pasada, según ha confirmado este lunes la inteligencia militar ucraniana, Kuzminov falleció a tiros en una urbanización de Villajoyosa, en Alicante. La Guardia Civil ha asegurado a Efe que el joven recibió media docena de impactos de bala. Testigos que estaban en el lugar de los hechos apuntan a que el vehículo con el que huyeron los supuestos asesinos le pasó por encima.
Según la prensa ucraniana, el hombre ruso decidió ir a vivir a España en vez de quedarse en Ucrania. Se desconoce si las autoridades ucranianas autorizaron ese viaje. En el País Valenciano, vivía en una zona conocida por acoger a una gran comunidad rusa y ucraniana. Las autoridades han compartido muy pocos detalles del caso, y se desconoce quién está detrás del asesinato. En un primer momento se investigó como una revancha, pero el pasado de la víctima, desertor del ejército ruso y tratado de "traidor" por el Kremlin, cambia el panorama.
De hecho, en el momento del ataque Kuzminov llevaba encima documentación falsa que lo identificaba como un hombre ucraniano de 33 años. Pero en realidad Kuzminov era ruso y, según las autoridades de Kiiv, tenía 28 años.
Una operación de película
Maksim Kuzminov planeó su deserción poniéndose en contacto con el ejército ucraniano, que lo esperaba al otro lado del frente. Kiev intenta captar soldados rusos desmotivados y poco convencidos con la guerra que están librando y los anima a huir a cambio de protección y, en su caso, dinero. Kuzminov, que "temía morir", era uno de ellos.
Comunicándose clandestinamente con el ejército de Volodímir Zelenski, organizó la operación para huir de las órdenes de Moscú. La inteligencia militar ucraniana le garantizó la seguridad y le ofreció nuevos documentos y una compensación de medio millón de dólares. Kuzminov, a cambio, podía ofrecer información muy valiosa de la fuerza aérea rusa y el aparato con el que escaparía del Kremlin, en concreto un helicóptero Mi-8.
El piloto, según explicó él mismo en septiembre, tomó la decisión final el 9 de agosto mientras volaba por los alrededores de la frontera entre Rusia y Ucrania. Aprovechó unas maniobras habituales para desviar el rumbo y acabar aterrizando en la región ucraniana de Járkov, después de volar durante kilómetros a una altura muy baja. Con él viajaban otros tres soldados que fueron abatidos por las tropas de Kiev tras aterrizar en la base ucraniana y no aceptar la rendición.
El ejército de Zelenski difundió las imágenes de la operación, en las que se veía cómo el helicóptero aterrizaba en una de sus bases. Más tarde, organizó un acto público con Kuzminov, donde él animaba a otros soldados rusos a desertar. "Intentaba entender lo que estaba haciendo mi país. Y todo lo que vi fue maldad, horror y crimen. No quería formar parte de ello", dijo.
Rusia lo acusó de traición
En el Kremlin nunca lo perdonaron. El Comité de Instrucción Militar incoó una causa por "traición" contra Kuzminov, y los familiares de sus dos compañeros que fueron asesinados tras el aterrizaje en Ucrania pidieron que pagara con la vida por lo que había hecho.
"Si Maksim realmente ha hecho lo que ha hecho, espero que lo encuentren y lo maten", dijo la mujer de uno de los navegantes del helicóptero, citada por la televisión rusa.