BarcelonaUrsula von der Leyen revalidó su mandato al frente de la Comisión Europea gracias a los votos del grupo europarlamentario de los socialdemócratas, liberales y verdes. Sin embargo, a los pocos meses de salir reelegida, la líder de Bruselas ha planteado replicar los campos de inmigrantes fuera de la Unión Europea como ha hecho Italia con Albania, y su formación, el Partido Popular Europeo (PPE), se ha aliado con la extrema derecha este miércoles en el Parlamento Europeo para incluir dos enmiendas en las prioridades políticas de los presupuestos de la UE en la que piden el despliegue de esta polémica iniciativa.
A pesar del simbolismo de esta alianza, finalmente no se han tramitado las dos enmiendas. Los socios de gran coalición que apoyan a Von der Leyen no esperaban un movimiento del PPE en este sentido a última hora y tumbaron el global de la resolución. De esta forma, dado que la extrema derecha también ha votado en contra del resto de puntos y sólo han dado luz verde los dos puntos sobre los campos de migrantes de la UE, el PPE se ha quedado solo y no se ha terminado tramitando ningún acuerdo sobre prioridades políticas de la Eurocámara por las próximas cuentas generales del bloque europeo.
De hecho, todos los grupos europarlamentarios que forman la gran coalición que ha gobernado en los últimos años la UE se opone frontalmente y han criticado que el PPE les haya dado la espalda para pactar con la extrema derecha. "Es inaceptable ponerse del lado de la extrema derecha y bendecir un modelo migratorio que vulnera los derechos humanos", ha dicho la portavoz del Partido Socialista Europeo (PSE), Iratxe García, en el pleno del Parlamento Europeo de este miércoles .
También ha cargado en este sentido a la familia liberal. Su portavoz, Valérie Hayer, ha pedido priorizar la aplicación de la reforma migratoria, que entró en vigor hace cinco meses y está por desplegar del todo, y ha dicho que el plan Meloni "ha sido un desperdicio absoluto de dinero público". Así, ha afirmado que los "migrantes y los europeos se merecen una mejor solución" y no la creación de campos fuera de la UE para deportar a recién llegados que viven en el bloque comunitario de forma irregular.
En cuanto a los Verdes, la presidenta del grupo ecologista, Terry Reintke, ha tildado de "inhumanas" las políticas en materia migratoria que impulsa Meloni, y ha defendido que la implementación de migrantes fuera de la UE no es una solución viable porque tiene un coste muy elevado y resulta complicado llevarla a cabo logísticamente. Además, recordó a Von der Leyen que se "vorea los límites de la legalidad" y que, de hecho, la justicia italiana ha declarado ilegal el acuerdo alcanzado por Italia con Albania para trasladar a inmigrantes.
Por el contrario, los partidos de extrema derecha de la Eurocámara se mostraron favorables a endurecer las políticas migratorias y el Partido Popular Europeo (PPE) se volvió a pronunciar en la misma línea que Von der Leyen. El portavoz conservador ha apostado por "acelerar y agilizar" el retorno de inmigrantes que viven de forma irregular dentro de la UE, así como por la "rápida implementación" de la reforma migratoria.
Von der Leyen mira a la extrema derecha
Von der Leyen necesita el visto bueno del Parlamento Europeo si quiere llevar adelante una modificación de la directiva europea de retorno de inmigrantes y construir centros fuera de la UE para deportarlos, pero sus socios en la Eurocámara amenazan con no dar -le apoyo. De esta forma, la presidenta de la Comisión Europea sólo podría contar con los votos de su mismo partido y de la extrema derecha, y por primera vez en una medida tan importante como ésta obviaría la gran coalición de centro y europeísta.
Ahora bien, los conservadores y los diferentes grupos de ultraderecha de la Eurocámara también pueden sumar mayoría, aunque sea de forma ajustada. De hecho, no sería la primera vez que la derecha y la extrema derecha se alian en la Eurocámara por iniciativas menores en esta nueva legislatura y logran tramitar resoluciones que no contaban con la luz verde de la dirección de los socialdemócratas, liberales y ecologistas.
El movimiento de este miércoles constata que la derecha está dispuesta tanto a pactar con la coalición tradicional como con los partidos de extrema derecha. Von der Leyen ya abrió la puerta antes de las elecciones europeas a romper el cordón sanitario con la extrema derecha y cada vez defiende más sin reparos llegar a acuerdos con los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, en sus siglas en inglés), que es el grupo del que forma parte el partido de Meloni (Hermanos de Italia).
También hay que recordar que, a pesar de la falta de apoyo de la gran coalición la Eurocámara, la mayoría de líderes estatales de la UE la semana pasada se mostraron favorables al planteamiento de Von der Leyen de extrapolar el plan Meloni a todo el club europeo. Incluso se sumaron algunos de los pocos dirigentes socialdemócratas que quedan en el bloque comunitario, como la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, o el primer ministro de Eslovaquia, el nacionalista populista Robert Fico.
Precisamente, este miércoles Von der Leyen se ha reunido con el presidente de Albania, Edi Rama, en Tirana para hablar sobre la futurible adhesión del país albanés a la UE. La conservadora alemana ha elogiado las reformas del gobierno de Rama en la línea de las recomendaciones que le indica la Comisión Europea y ha negado completamente que los campos de inmigrantes que Italia ha instalado en Albania tengan relación alguna con la que Bruselas. las haya iniciado recientemente las negociaciones de adhesión a la UE con Tirana.
La defensora del pueblo acusa a Bruselas de ocultar los riesgos en materia de derechos humanos en el acuerdo con Túnez
La defensora del pueblo europeo, Emily O'Reilly, ha acusado a la Comisión Europea de ocultar la evaluación de los riesgos de los derechos humanos que hizo antes de firmar el acuerdo con Túnez para que frenara la ruta migratoria hacia Europa a cambio de 1.000 millones de euros. En un informe, O'Reilly pide a la Comisión Europea que publique si prevé que el entendimiento puede comportar el incumplimiento del derecho internacional y que establezca los "criterios concretos" por los que suspendería la entrega de esa cantidad de dinero.
Bruselas ha agradecido el trabajo de "investigación" y "transparencia" que ha hecho la defensora del pueblo europeo, pero no ha avanzado que tenga pensado tomar ninguna medida.