UE

Sánchez se queda casi solo en la UE contra el plan Meloni

La mayoría de líderes europeos apuestan por crear campos de migrantes fuera del blog, incluso los socialdemócratas

Sánchez y Scholz hablando en el Consejo Europeo de la semana pasada.
22/10/2024
3 min

BarcelonaEl presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, lo niega. Asegura que no está aislado en una Unión Europea cada vez más derechizada y que, especialmente en migración, endurece el tono al ritmo del rápido crecimiento de la extrema derecha. "Yo creo que decir esto... no sé... en fin", balbuceó quitándole hierro en el Consejo Europeo del pasado jueves cuando le pidieron si España se estaba quedando sola. Ahora bien, la realidad es que ha sido el único líder del blog europeo que se ha mostrado claramente contrario a la idea de crear centros de deportación de migrantes fuera de la UE, el cual impulsó la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y que pretende replicar a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La gran mayoría de líderes de la UE avalan el endurecimiento de la política de deportaciones y ni el canciller alemán, el también socialdemócrata Olaf Scholz, tampoco se opone de forma contundente a la instalación de campos de inmigrantes en terceros países. Sólo se ha mostrado escéptico y no por una cuestión humanitaria, sino logística. "No son la verdadera solución para un país tan grande como Alemania", dijo el dirigente alemán, que ve muy complicado trasladar fuera de la UE a los 300.000 inmigrantes que llegan anualmente al país germánico de forma irregular.

Quien se ha puesto sin miramientos del lado del plan Meloni ha sido otra socialdemócrata, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen. Incluso fue una de las impulsoras de la carta que firmaron 17 estados miembros –también constaba Alemania y, entre otros, Francia– en la que pedían a Von der Leyen endurecer la política de deportaciones y "sancionar" a los inmigrantes que "no cumplían con sus deberes y obligaciones".

Además, la dirigente danesa asistió al encuentro de líderes europeos paralelo al Consejo Europeo que organizó Meloni para hacer aún más presión a favor de sus políticas antiinmigración. En esa reunión, a la que asistieron varios dirigentes de ultraderecha, también coincidió con otro socialdemócrata, el primer ministro de Eslovaquia, el populista Robert Fico.

Los pocos líderes socialdemócratas también endurecen el tono

Cada vez quedan menos gobiernos socialdemócratas en la UE, y los pocos que quedan por lo general adoptan el discurso de Meloni en materia migratoria y se han abierto a discutir políticas que hasta hace pocos meses eran impensables. Sin embargo, Sánchez opta por minimizarlo. "Evidentemente, en estas cuestiones [del debate migratorio] puedo sentirme más cercano a algunos primeros ministros de países del Mediterráneo que a algunos colegas de mi propia familia socialdemócrata", dijo en rueda de prensa.

Sin embargo, a pesar de estas palabras de Sánchez, tampoco han salido voces de estados miembros del sur de la UE a recriminar la deriva antiinmigración de la UE. De hecho, al encuentro que impulsó Meloni también asistieron los líderes de Malta, Chipre y Grecia. Eso sí, quien no ha avalado hasta ahora la creación de centros de migrantes fuera del territorio comunitario ha sido el jefe de la oposición española, Alberto Núñez Feijóo, aunque aplaude el endurecimiento del discurso del bloque comunitario contra los recién llegados.

El presidente español también aprovechó para erigirse en contrapeso de Meloni. Defendió su "visión positiva de la inmigración" y aseguró que los campos de migrantes fuera de la UE como los que Italia ha construido en Albania "no solucionan ninguno de los problemas y crea nuevos". Además, apostó por mostrarse "abierto a la inmigración" y paliar así los efectos del reto demográfico del bloque comunitario. "Debemos afrontar el reto migratorio pensando en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones", espetó a sus homólogos europeos, también a los socialdemócratas.

Ahora bien, Sánchez también ha endurecido su discurso contra la inmigración irregular y ha colaborado con los acuerdos que Von der Leyen ha firmado con países terceros para frenar las oleadas migratorias que se dirigen a la UE, aunque en algunos casos ni se garantice que estos estados cumplan con los derechos humanos. Además, bajo su mandato España ha protagonizado retornos en caliente de migrantes menores que habían entrado en territorio del Estado, decisión que el Tribunal Supremo sentenció que era ilegal, y, entre otros, ha cerrado la puerta a decenas de demandantes de asilo saharauis reprimidos por el estado marroquí.

España, una de las voces más propalestina

Sánchez no sólo nada a contracorriente en materia migratoria, también a menudo en lo que se refiere a los conflictos de Oriente Próximo. Hace tiempo que espera respuesta de la Comisión Europea a su petición, que presentó conjuntamente con Irlanda, sobre investigar la relación comercial de la UE con Israel, y sólo le ha acompañado Francia en su demanda a todos los estados miembros de dejar de vender armas en Israel. La propuesta de París y Madrid pasó sin pena ni gloria, hasta el punto de que, en la misma cumbre, Scholz confirmó que "seguiría ayudando a Israel con armas" y que le enviaría más a corto plazo.

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