Unión Europea

Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea con los Verdes pero sin Meloni

El Parlamento Europeo ratifica a la conservadora alemana por 401 votos a favor y 284 en contra

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Ursula von der Leyen después de ser reelegida presidenta de la Comisión Europea.

EstrasburgoUrsula von der Leyen ha salido reelegida presidenta de la Comisión Europea por una mayoría ligeramente más amplia de lo esperado y de la que obtuvo hace cinco años: 401 votos a favor y 284 en contra. De hecho, la conservadora alemana ha hecho malabares durante los últimos meses para tratar de contentar a todo el mundo y ha acabado obteniendo apoyos de casi todo el arco parlamentario, desde Els Verds hasta una parte de la extrema derecha.

Von der Leyen necesitaba alcanzar al menos los 360 apoyos y la coalición de conservadores, socialdemócratas y liberales sumaba 401 de un total de 719 eurodiputados. Ahora bien, en el Parlamento Europeo la disciplina de voto no es muy estricta y muchos europarlamentarios acaban votando en sentido contrario a lo que les indica su grupo. Por eso, la conservadora alemana temía no conseguir los apoyos suficientes y también ha intentado sumar los votos de una parte de la extrema derecha y de los Verdes. Lo que ella ha definido como las "fuerzas democráticas" de la UE "favorables en Ucrania y contrarias a Putin".

El grupo europarlamentario ecologista ha justificado su visto bueno a la candidata germánica para "mantener la extrema derecha fuera del poder", si bien algunos de sus representantes se han negado. Es el caso de la republicana Diana Riba y Jaume Asens (Comuns), que han votado en contra de la candidata. Los Verdes también aseguran que Von der Leyen se ha comprometido a seguir desplegando la agenda verde de la Unión Europea, que la derecha y la extrema derecha está tratando de tropezar.

Ahora bien, la conservadora alemana no ha hecho una gran defensa del plan verde en su discurso y se ha limitado a argumentar que la lucha contra el cambio climático no es perjudicial para la competitividad de la UE, sino más bien al contrario. "Debemos reconciliar la protección del clima con una economía próspera", ha insistido Von der Leyen. Además, la conservadora alemana no ha respetado el cordón sanitario y ha intentado convencer a eurodiputados del grupo ultraderechista Conservadores y Reformistas Europeos (CRE) para que le apoyaran.

Sin embargo, el CRE al final no ha apoyado oficialmente a Von der Leyen y ha dado libertad de voto a sus eurodiputados. Al menos las delegaciones ultraderechistas flamenca y checa de éste ha apoyado a la candidata, en cambio, la formación de Giorgia Meloni (Hermanos de Italia), finalmente ha votado en contra, una decisión que ha sido celebrada por Matteo Salvini (la Liga), uno de los socios del transalpino.

En todo caso, la relación de Von der Leyen y Meloni, que ya se abstuvo cuando los Estados miembros acordaron mantener a Von der Leyen al frente de Bruselas, sigue siendo buena. La primera ministra italiana quiere una vicepresidencia de la Comisión Europea importante en materia de Comercio o Competitividad, y Von der Leyen este jueves le ha vuelto a hacer un guiño al resaltar la necesidad de reducir la burocracia de la UE, uno de los mantras de Meloni.

De este modo, los Verdes se acercan aún más hacia la coalición conservadora, socialdemócrata y liberal, y desde el día siguiente de las elecciones europeas que ya se reivindican como la única fuerza política capaz de garantizar la gobernabilidad. Se muestran como un socio más fiable que la extrema derecha, tal y como han querido demostrar este jueves. Von der Leyen se lo agradeció en rueda de prensa, y aseguró que su apoyo es una "buena señal" que augura una buena sintonía entre los ecologistas y la conservadora a lo largo de toda la legislatura.

Pelota adelante en migración y medio ambiente

En su discurso en el pleno de la Eurocámara ha pasado de puntillas o se ha ceñido estrictamente al guión en cuestiones delicadas como la inmigración o la lucha del cambio climático y, en cambio, ha hecho hincapié en políticas que cuentan con un consenso mayoritario, como la defensa del estado de derecho, el impulso de la competitividad o incrementar la capacidad militar de la Unión Europea frente al expansionismo de Vladimir Putin.

En este sentido, refiriéndose implícitamente al Kremlin, Von der Leyen ha instado a los europarlamentarios a mantener la lucha por la "democracia" y, entre abucheos de una parte de la bancada y aplausos de la gran mayoría, ha criticado la teórica "misión de paz" del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que se ha reunido con Putin, Xi Jinping y Donald Trump. "La versión de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, con todas sus imperfecciones y desigualdades, es la mejor que hemos conocido . Nunca me quedaré de brazos cruzados viendo cómo la destrozan, desde fuera o desde dentro", ha avisado la conservadora.

Por otra parte, para acabar de convencer a los socialdemócratas, Von der Leyen ha prometido la creación de otra nueva cartera en la Comisión Europea: la de Vivienda. Es otra competencia que recae sobre todo en las administraciones estatales o regionales y, aunque Von der Leyen ha anunciado con bombo y platillo un "plan europeo de vivienda asequible" que contaría con inversión europea, no ha concretado ninguna medida.

Vivienda y defensa

También ha anunciado la creación de un nuevo comisario de Defensa, aunque es una competencia que mantienen los estados miembros, y ha instado a potenciar la unión en materia militar de la UE. En concreto, ha apuesto por seguir incrementando el gasto militar y crear una red de defensa aérea común. "No es sólo para proteger nuestro espacio aéreo, sino un símbolo de la unidad europea en materia de defensa", ha dicho Von der Leyen.

Más allá de Vivienda y Defensa, que ya estaba previsto, Von der Leyen también ha sorprendido con la promesa de una comisaría dedicada exclusivamente a la región del Mediterráneo que trabajará conjuntamente con la futurible jefa de la diplomacia europea, el ex primera ministra estonia Kaja Kallas. Su objetivo es mejorar las relaciones de la UE con los países vecinos del sur y trabajar por la estabilidad política y económica de todos los países del Mediterráneo, así como para afrontar conjuntamente el reto migratorio.

En cuanto a cuestiones que dividen a la UE y los grupos europarlamentarios que le apoyan, como la llegada de inmigrantes, ha evitado mojarse y entrar demasiado en materia. Sólo ha apostado por potenciar la seguridad de las fronteras, pero no se ha referido, por ejemplo, a los acuerdos que ha firmado con terceros países para externalizar la gestión de la entrada de recién llegados, aunque sea sin la garantía de que estos estados cumplen los derechos humanos.

Los Verdes, por ejemplo, se oponen frontalmente a este tipo de medidas, pero la ultraderecha de Meloni es una de las máximas impulsoras y defensoras de estas políticas. De esta forma, Von der Leyen ha demostrado otra vez que es una de las pocas dirigentes europeas capaz de conseguir apoyos de la extrema derecha hasta los Verdes y, por tanto, de garantizar la gobernabilidad de la UE a pesar de tener el blog y el Parlamento Europeo más polarizado y escorado a la derecha que nunca.

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