La planta de Zaporiyia apaga el último reactor para evitar un desastre nuclear
Ucrania asegura que ya ha recuperado más de 3.000 kilómetros cuadrados al nordeste del país
BarcelonaLa planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, ha apagado este domingo el último reactor que quedaba en funcionamiento para evitar un desastre nuclear. Así lo ha anunciado Energoatom, la empresa ucraniana que opera la central, ocupada por las fuerzas rusas desde el inicio de la invasión. La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), que hace una semana que tiene dos expertos inspeccionando las instalaciones ucranianas, ha confirmado que el personal de la central ha apagado el reactor después de que el sábado por la noche se restableciera el suministro eléctrico exterior con la planta.
El reactor perdió la conexión con la red eléctrica el pasado domingo debido a los bombardeos alrededor de la planta, que operaba en "modo isla"; es decir, el único reactor activo se limitaba a suministrar energía para que la planta pudiera seguir funcionando. Si los reactores nucleares dejan de recibir energía dejan de funcionar los sistemas de enfriamiento, lo que puede acabar provocando un desastre radiactivo. "Se ha restaurado una línea eléctrica exterior de apoyo en la planta que proporciona la electricidad externa que necesita para refrigerar el reactor y otras funciones de seguridad", ha afirmado la AIEA.
"Por tanto, se ha tomado la decisión de apagar la unidad de energía número 6 y transferirla al estado más seguro: apagón en frío", ha explicado Energoatom en un comunicado. Hace semanas que Moscú y Kiev se acusan mutuamente de ataques en los alrededores de la central nuclear, y la semana pasada el equipo de la ONU que se desplazó constató impactos cerca de los reactores.
El operador ucraniano ha alertado que sigue habiendo un riesgo alto que la electricidad vuelva a quedar tajada y, en este caso, la planta tendría que poner en marcha los generadores de emergencia para mantener los reactores fríos. Según Associated Press, el director de la central afirmó el jueves que tenían suficiente gasóleo para diez días.
Conversación de Putin y Macron
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha hablado por teléfono este domingo con su homólogo francés, Emmanuel Macron, y han discutido las cuestiones de seguridad de la central de Zaporiyia, según ha informado el Kremlin. Los dos mandatarios se han mostrado preparados para una "interacción no politizada" respecto a la participación de la AIEA, según el comunicado publicado en la web del Gobierno ruso.
Según el comunicado del Elíseo, Macron ha dicho a Putin que la principal causa del riesgo de seguridad en Zaporiyia es la presencia de las tropas rusas y lo ha instado a retirar el armamento de los alrededores de la central.
Contraofensiva ucraniana
En clave bélica, el ejército ucraniano ha asegurado este domingo que ya ha recuperado más de 3.000 kilómetros cuadrados de territorio previamente ocupado por Rusia al nordeste de Ucrania, en la región de Járkov. Si se confirma, esto supondría que en 48 horas Kiev habría triplicado el terreno reconquistado. El jueves por la noche, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, habló de 1.000 kilómetros cuadrados, y ayer de 2.000. Hoy el comandante jefe del ejército ucraniano, Valeri Zalujni, ha elevado la cifra a 3.000 y ha asegurado que sus tropas han conseguido avanzar hacia el norte desde Járkov, hasta 50 kilómetros de la frontera rusa, a la vez que siguen presionando por el sur y el este de la región.
El Instituto de Estudios de la Guerra (ISW), que hace un seguimiento diario de la evolución de la invasión, ha corroborado la versión del ejército ucraniano y ha asegurado que las fuerzas ucranianas se han hecho suyos más de 3.000 kilómetros cuadrados de territorio desde el 6 de septiembre, "más territorio del que las fuerzas rusas han ocupado en todas las operaciones desde abril".
El ejército ucraniano se apuntó este sábado una victoria parcial importante, cuando Rusia anunció la retirada de sus tropas de las ciudades de Balaklia e Izium, en la región de Járkov. El movimiento llega después de un adelanto crucial del ejército ucraniano, que el martes lanzó un contraataque sorpresa en esta zona nordeste de Ucrania. La recuperación del control de Izium –que Ucrania aún no ha confirmado oficialmente– supondría un golpe duro para Moscú, porque se trata de una localidad clave para el ejército ruso para poder avanzar al Donbás. Izium está en la región de Járkov, pero muy cerca de la frontera de la autodenominada República Popular de Donetsk, que, junto con Lugansk, forma el Donbás, el objetivo principal de Rusia.
Según medios ucranianos, las tropas rusas están abandonando la parte norte de la región de Járkov y este domingo se ha izado la bandera amarilla y azul ne Kosaja Lopan, una localidad situada a solo cuatro kilómetros de la frontera rusa.