Rusia aprovecha la retirada de ayuda de inteligencia de EE.UU. para intensificar los ataques en Ucrania

Medvedev apuesta por aprovechar la suspensión de la ayuda militar de Washington "para infligir el mayor daño posible sobre el terreno"

Escombros tras el ataque ruso sobre un hotel en la ciudad de Kryvyi Rih, donde han muerto cuatro personas.
Sònia Sánchez
06/03/2025
4 min

BarcelonaPocas horas después de que Donald Trump anunciara que dejaría de proveer a Ucrania de datos de inteligencia, el Kremlin ha querido poner a prueba la debilidad ucraniana con un ataque generalizado con drones y misiles sobre el país. El informe diario del Institute for the Study of War (ISW) ya advertía el miércoles por la noche de que la suspensión de la ayuda de inteligencia era un golpe especialmente duro, ya que permitiría "en Rusia intensificar sus ataques con drones y misiles contra la retaguardia ucraniana". tos en ciudades y zonas civiles. Durante la noche del miércoles al jueves, Rusia lanzó hasta 112 drones y dos misiles sobre varias localidades de Ucrania, matando al menos a cinco personas, cuatro de ellas en un hotel en la ciudad de Kriví Rih, la ciudad natal del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

El ISW también advertía que "las fuerzas rusas intentarán aprovechar la pausa en la ayuda militar estadounidense para lograr ganancias en el este y el sur de Ucrania". Un punto que ha confirmado el propio Dmitri Medvedev, aliado de Putin y vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, que este mismo miércoles apostaba, precisamente, por aprovechar al máximo el tiempo que dure la suspensión de la ayuda militar de Estados Unidos en Ucrania "para infligir el mayor daño posible" en Ucrania "sobre el terreno". Medvedev cree que Washington "probablemente reanudará" la ayuda en Ucrania una vez consiga firmar el acuerdo por los minerales críticos ucranianos, por lo que apuntaba que Rusia tiene un "tiempo limitado" para aprovechar la debilidad de Kiiv en el frente de batalla, según el diario ruso Kommersante.

Es en este contexto que la madrugada del jueves Rusia ha lanzado una dura ola de ataques sobre Ucrania, que ha dejado al menos cuatro muertos. Según fuentes ucranianas, Rusia lanzó esta noche los dos misiles y los 112 drones, de los que 68 pudieron ser abatidos, lo que demuestra que el sistema de alerta y defensa ucraniano todavía es efectivo, y otros 43 se perdieron "sin consecuencias negativas". Los dos misiles se han disparado desde dos lugares distintos: la región de Vorónej y la Crimea ocupada.

Las cuatro víctimas mortales se han producido cuando uno de los misiles rusos ha impactado sobre un hotel en la ciudad de Kriví Rih, cerca de Zaporíjia. El propio Zelenski ha informado de que había voluntarios estadounidenses y británicos de una organización humanitaria que se encontraban en el hotel, pero que habían podido escapar del edificio y habían sobrevivido. El hotel se incendió y quedó prácticamente destruido y, además de los cuatro fallecidos, hubo una treintena de heridos. Según Reuters, entre los heridos se encontraban dos niños. Kriví Rih, la ciudad natal de Zelenski, ha sido un objetivo frecuente desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala de Ucrania hace tres años.

Asimismo, en la ciudad de Sumi, en el noreste del país, otra persona ha muerto en un ataque con drones rusos sobre un depósito de correo. Más drones impactaron contra infraestructura energética en la región de Odessa, en el sur, e hirieron al menos a dos personas. La compañía energética ucraniana DTEK ha informado de que se trata de la quinta instalación energética dañada por los ataques rusos en dos semanas, prueba de que el sistema energético de Ucrania continúa en el punto de mira del ejército ruso.

Lentes avances rusos en la frente

Mientras Zelenski se reúne este jueves con sus aliados europeos, en una cumbre que acordará el proceso de rearme de Europa, la guerra de Ucrania no se detiene. En los últimos días, el ejército ruso ha seguido lanzando ofensivas a muchos puntos de la línea de fuego entre Ucrania y los territorios ocupados por el Kremlin, aunque no ha logrado ganancias demasiado significativas. Entre los logros más destacables de las fuerzas rusas se encuentra la captura, este enero, de la pequeña localidad de Kurakhove, en Donetsk, que asediaban desde octubre. Aunque es una localidad de menos de 20.000 habitantes, es uno de los lugares con yacimientos de litio, uno de los minerales críticos que Ucrania ofrece a Donald Trump para tratar de recuperar su apoyo. Desde allí, las fuerzas rusas han continuado avanzando hacia Pokrovsk, en la misma región. El principal activo del ejército ruso sigue siendo el gran número de efectivos que arroja sobre posiciones enemigas para avanzar unos pocos metros a un gran coste de vidas. Datos de inteligencia ucraniana calculan que Rusia tiene desplegados a unos 620.000 soldados en Ucrania y en Kursk.

En los últimos días, además, Ucrania ha perdido unos 44 kilómetros cuadrados de terreno en Kursk, la provincia rusa que invadió el pasado año y que mantiene parcialmente bajo control como moneda de cambio en una posible negociación con Rusia. El ejército ruso sigue recuperando territorio en ese frente, lentamente, y también avanza poco a poco en el frente del Donbás, en el este de Ucrania, sin ganancias realmente importantes. "Desde enero, las tropas de Rusia han incrementado su habilidad de controlar los movimientos del ejército ucraniano" y atacar sus rutas logísticas en la región rusa de Kursk, una ventaja que le ha permitido recuperar este febrero la localidad de Sverdlikovo, según información citada en X por el analista militar Rob Lee, del Foro.

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