"Esta ha sido fuerte". Así se ha vivido el bombardeo ruso que ha dejado 13 muertos en Kiiv

Zelenski dice que es uno de los peores ataques contra la capital ucraniana desde el inicio de la guerra

Una mujer al salir del refugio, hoy por la mañana, cerca de vehículos dañados después de los ataques rusos, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en Kiev, Ucrania, 17 de junio de 2025.
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Enviada especial a KiivKiiv ha despertado este martes con un fuerte olor a humo en el ambiente. De hecho, puede decirse que la ciudad no ha dormido. Rusia castigó a los vecinos de la capital ucraniana con otro ataque masivo, que duró nueve horas, con una combinación de drones, misiles de crucero y misiles balísticos que dejaron al menos 13 muertos y 124 heridos.

Las alarmas se han disparado a las nueve y media de la noche, pero nadie parecía estar demasiado nervioso. Ya forma parte de la vida cotidiana de los ucranianos: en las últimas semanas, las sirenas antiaéreas ha sonado prácticamente todos los días. "Si sientes explosiones, sí es mejor que bajes al refugio", me recomendaba mi primera noche en Kiiv la trabajadora de la recepción del hotel. Si no, todo el mundo tranquilo. Llevan tres años y medio viviendo con esta realidad, y será imposible no relativizar el peligro.

El refugio del hotel en el que los clientes han pasado la noche de bombardeos.
Edificio afectado por el ataque ruso en Kiiv, Ucrania, 17 de junio de 2025.

Pero esta noche ha sido distinto. Después de la medianoche comenzó el bombardeo, y al poco rato quedaba claro que no era un ataque cualquiera. El ruido de las baterías antiaéreas (ratatatatano) era insistente. En el cielo se veían flashes de luces a uno y otro lado, venían de varias direcciones. Un foco que iluminaba el cielo se movía de izquierda a derecha para facilitar la identificación de los proyectiles a abatir. Y de vez en cuando se oía el ruido de explosiones, unos bums que inicialmente parecían bastante lejanos del centro. Pero a la una y media de la madrugada, el ruido se volvía más potente.

Empezaban a difundirse informaciones por las redes sociales de un ataque con misiles a una residencia de estudiantes. Las explosiones se han escuchado en varios puntos del territorio ucraniano: Rusia ha atacado hasta 27 puntos distintos de la capital y también la ciudad de Odessa, en el sur del país, donde las autoridades locales han informado de 13 heridos.

La explosión de un dron ilumina el cielo sobre la ciudad durante el ataque ruso en Kiiv, Ucrania, el 17 de junio del 2025.

El refugio del hotel, cerca de la zona de la universidad, esta noche, sí, está lleno. Es una sala de unos 12 metros cuadrados en el sótano, con seis hamacas de piscina y un sofá pequeño, donde duerme un niño de unos ocho años. Su madre, una mujer sudamericana que se nos acerca cuando nos oye hablar castellano, le tranquiliza cuando se despierta. Suena una explosión que se siente claramente bajo tierra. Nos miramos, me hace un guiño, como si dijera con la mirada: "Sí, ésta ha sido fuerte".

En las redes sociales hay gente que asegura que es de las peores noches que han vivido en Kiiv. En la aplicación de móvil que avisa de las alertas de ataques, todo Ucrania está en rojo. Y avisa de que han despegado aviones de caza rusos MiG-31K desde dos puntos distintos. También informa de lanzamientos de misiles de crucero desde el mar en la zona de Crimea.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha calificado el ataque contra Kiiv como uno de los peores desde el inicio de la guerra. De hecho, se trata del más mortífero en casi un año, según afirmó la Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos de la ONU en Ucrania. El más mortífero del conflicto sigue siendo el del 29 de diciembre del 2023, cuando las bombas rusas mataron a 39 personas.

Con el corazón encogido

El alcalde de Kiiv, Vitali Klitschko, confirmó en una publicación en Telegram que los edificios residenciales y otras infraestructuras quedaron gravemente dañados y no descartaba que algunas personas hubieran quedado bajo los escombros. "El número de muertes puede aumentar", afirmaba.

La estampa de la jornada ha sido precisamente la de un matrimonio que observaba, con el corazón encogido, cómo los equipos de rescate retiraban los escombros de su casa, donde había quedado atrapado a su hijo tras el impacto de los proyectiles rusos. El vídeo donde se les ve a ambos con una expresión desesperada y los ojos llorosos ha dado la vuelta al mundo. Horas más tarde, se confirmaba la muerte del joven, de 31 años.

En las redes sociales también se han difundido imágenes de vecinos de Kiiv refugiándose en el metro. Al amanecer continuaban los sonidos de las explosiones, y una densa humareda de un gris bien oscuro cubría la ciudad.

Gente refugiada dentro de un aparcamiento subterráneo durante los ataques con drones y misiles rusos.

A las 6:06, finalmente, el móvil avisa de que el peligro había terminado. Por lo menos, de momento. "Maya la fuerza be with you(que la fuerza os acompañe), desea el mensaje de voz emprunté de George Lucas. La ironía es una buena arma para sobrevivir a la guerra.

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