El "Trump checo" pacta con dos partidos euroescépticos para gobernar
El nuevo ejecutivo de la República Checa será la nueva piedra en el zapato de Bruselas para llegar a acuerdos que favorezcan a Ucrania
BarcelonaGiro a la derecha en la República Checa. El multimillonario populista Andrej Babis, ganador de las elecciones legislativas de este octubre –y que recibe el apodo de "Trump checo"–, ha firmado este lunes un acuerdo de coalición con dos formaciones de extrema derecha que son partidarias de salir de la Unión Europea y de la OTAN. De esta forma, Babis vuelve al poder –tras cuatro años en la oposición– con la línea dura antiinmigración y nacionalista con la que se presentó su movimiento ANO y se aleja de Bruselas con compromisos como el de no permitir la introducción del euro en el país, que se incluye en el mismo pacto de investidura.
"Quiero agradecer a los socios este acuerdo, en el que hemos pactado nuestra colaboración y [...] una declaración de gobierno conjunto", ha declarado Babis mientras sellaba la firma del documento en una ceremonia televisada en directo con las otras dos formaciones: Libertad y Democracia Directa (SPD) y Automobil. Entre los tres partidos suman 108 de los 200 escaños del Parlament. Se espera que Babis, que fue primer ministro entre 2017 y 2021, y su gobierno asuman las funciones a principios de diciembre.
El futuro tripartito se opone al Pacto Verde de la Unión Europea y, a diferencia del ejecutivo centrista anterior, no se ha fijado ningún techo de déficit. Sin embargo, la decisión parece difícil de combinar con las propuestas populistas del ejecutivo: fijar el tope de edad de jubilación en 65 años, bajar los impuestos a las empresas, aumentar los salarios del sector público y subvencionar los precios de la energía en miles de millones de euros.
La ayuda a Ucrania, en entredicho
De rebote, el pacto de investidura checo pone en entredicho el envío de ayuda a Ucrania, que se afana por subsistir en el frente desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Babis, que se ha declarado abiertamente admirador del actual presidente estadounidense, se ha comprometido a no destinar ninguna partida del presupuesto checo a Kiiv, ni en forma de armamento ni ayuda humanitaria. La coalición tampoco se compromete con ningún objetivo de gasto específico, a diferencia del gobierno saliente, que tenía como objetivo aumentar paulatinamente el gasto militar hacia un nuevo objetivo de la OTAN del 3,5% del PIB, más un 1,5% dedicado a mejoras en infraestructuras.
Por ahora, Babis ha cerrado la puerta a una salida de la República Checa de la Unión Europea y de la Alianza Atlántica: "Nuestra orientación es clara, pero no estaremos sólo para hacer gala... Tanto en el Consejo Europeo como en la OTAN, lucharemos por nuestros intereses", ha dicho este lunes. Pero el dirigente trumpista imagina unas instituciones europeas en las que el peso de los Estados miembros sea mayor que el de la Comisión Europea. En este sentido, durante este mandato Praga podría ser una piedra en el zapato para Bruselas a la hora de aprobar tanto políticas verdes como más paquetes de ayuda a Kiiv y sanciones a Moscú.
A pesar de ser menos pro-ruso que la Hungría de Viktor Orbán o la Eslovaquia de Robert Fico, Babis es aliado del primer ministro húngaro y partidario del Grupo de Visegrado, que incluye Hungría, Eslovaquia y Polonia. También rechaza el pacto migratorio de la Unión Europea y tiene como aliados prioritarios a Estados Unidos e Israel.