Pandèmia

La UE estudia exigir tests de covid a los viajeros procedentes de China por miedo a que lleguen nuevas variantes

Estados Unidos e Italia ya lo han aprobado, pero Francia y Alemania se oponen

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Un pasajero con un EPI en una estación de Pekín.

BarcelonaEstados Unidos, Italia, Japón y otros países han decidido pedir pruebas negativas de covid a los viajeros procedentes de China. Pekín ha puesto fin a la política de covid cero, está sufriendo una oleada de decenas de millones de contagios diarios y ha anunciado que el 8 de enero dejará de exigir cuarentenas a los visitantes del extranjero, cosa que ha provocado un boom de reservas de vuelos para viajar. Ahora crece la inquietud de que con los contagios masivos que se están produciendo aumenten y se puedan esparcir nuevas variantes del virus que escapen a la protección de las vacunas existentes.

En Bruselas se ha convocado una reunión urgente este jueves para intentar coordinar una respuesta conjunta. Italia quiere que se impongan controles a los viajeros procedentes de China en todo el bloque comunitario, pero Alemania y Francia se oponen.

El Comité de Seguridad Sanitaria de la UE tiene que responder, pues, a las inquietudes de Italia, que ha explicado que el 52% de los pasajeros de un vuelo que llegó después del día de Navidad a Milán procedente de China han dado positivo. Como dentro del espacio Schengen no hay restricciones, Roma quiere medidas del conjunto del bloque.

Desde el punto de vista científico, no queda claro que las restricciones realmente sirvan para frenar la propagación de las nuevas variantes. "Es como intentar poner puertas al campo", dice Joaquim Segalés, investigador del IRTA-CRESA y profesor de la UAB. "La UE puede decidir pedir tests, pero ¿qué pasa con la gente que hace escala desde China en un tercer país? Y, además, las pruebas pueden dar un resultado negativo cuando el viajero ya está infectado y la enfermedad se encuentra en fase de incubación. Las nuevas variantes acabarán llegando, si es que no están aquí ya. Ya vamos tarde".

Segalés constata que en China, donde se optó por la política de covid cero (frenar la propagación del virus a expensas de confinamientos), se habría tenido que vacunar a toda la población, particularmente a la más vulnerable.  Así ha sido en países como Australia y Nueva Zelanda, pero no en China. “El problema de China es que se han usado vacunas locales con el virus inactivado, que se han mostrado menos efectivas, y que hay mucha población mayor que no ha recibido las tres dosis. Ahora se levantan las restricciones, que habían causado graves tensiones sociales y protestas, y las autoridades han optado por reabrir en un contexto en el que el grado de inmunidad de la población es relativamente bajo. Y por eso ahora tienen tantos problemas”.

Falta de transparencia

La falta de transparencia del régimen chino es una dificultad añadida: “No sabemos qué variantes circulan y cómo se están extendiendo y Pekín dijo hace unas semanas que dejaría de secuenciar el virus”. El ministro de Sanidad italiano, Orazio Schillaci, ha dicho que secuenciarán las muestras analizadas en el vuelo llegado a Milán para determinar si se están produciendo nuevas variantes.

La buena noticia es que en los países en los que la gran mayoría de la población está correctamente vacunada se ha logrado una inmunidad de grupo importante. Si surgiera una nueva variante que “escapara” a las vacunas existentes, los anticuerpos generados por las vacunas no protegerían ante la infección y una eventual enfermedad leve o moderada, pero la inmunidad celular sí ayudaría, al menos contra los efectos más graves de la enfermedad.  

Para Segalés la conclusión es clara: “La pandemia no se ha acabado. En Europa hay menos casos graves, pero no podemos pensar solo en nosotros, porque lo que hoy está en China mañana estará aquí. El virus continuará evolucionando y lo hará de manera aleatoria: no necesariamente hacia variantes más graves. Las políticas no van de acuerdo con el conocimiento científico: lo que hace falta es vacunar a todo el mundo y hay países que todavía están muy atrasados. Si en China se hubiera vacunado a la mayoría de la población vulnerable mientras se mantenía la política de covid cero, ahora estaríamos en otra situación. Y además ahora han dicho que reabrirán los mercados de animales salvajes. Parece que no hayamos aprendido la lección”. 

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