La última voluntad de Francisco: el papamóvil será una clínica para los niños y niñas de Gaza

BarcelonaEl papa Francisco hablaba a menudo con los cristianos de Gaza a través de videollamadas que mantuvo durante los diecinueve meses de la operación genocida del ejército israelí en la Franja. Les ofrecía plegarias, les alentaba o, simplemente, les escuchaba. Su pontificado no fue más allá de ese apoyo espiritual y moral a los palestinos, pero contrastaba con la indiferencia, la pasividad cuando no el apoyo explícito al gobierno de Benjamin Netanyahu por parte de la mayoría de líderes internacionales. La última vez que llamó a Gaza fue dos días antes de su muerte, el 21 de abril, dicen fuentes vaticanas. En su testamento, Francisco ha hecho el último gesto hacia los palestinos: ha querido que su papamóvil, el vehículo eléctrico con el que se sumergía en baños de masas en todo el mundo, se convierta en una clínica móvil para los niños y niñas de Gaza.

"Las criaturas no son cifras. Son rostros. Nombres. Historias. Y cada uno es sagrado", dijo el pontífice, y ahora estas palabras podrían convertirse en una ayuda material, en medio del derrumbe casi total del sistema sanitario de Gaza por los bombardeos israelíes y el bloque de israelíes y el bloque Benjamin Netanyahu bloquea todos los pasos de mercancías. Cáritas Jerusalén es quien se está encargando de equipar el vehículo con instrumentos de diagnosis y tratamiento, incluidos macetas para infecciones, vacunas, kits de sutura y otros materiales de uso vital.

El objetivo es que el papamóvil sirva para transportar personal sanitario y material a todos los rincones de Gaza cuando se reabran los pasos fronterizos. Esto siempre que no se haya ejecutado el plan de limpieza étnica que Trump y Netanyahu han trazado con la macabra imagen de una Franja de Gaza convertida en una ribera turística del Mediterráneo sin palestinos. El secretario general de Cáritas de Suecia, Peter Burne, ha dicho que con el vehículo "se podrá llegar hasta criaturas que no tienen acceso a los servicios sanitarios, que están heridas o desnutridas". Cáritas Jerusalén tiene una misión en Gaza con un centenar de profesionales sanitarios sobre el terreno organizados en 14 equipos repartidos por la Franja.

En los últimos meses de su vida, el papa argentino condenó el exterminio de civiles palestinos, sin pelos en la lengua: "Eso es crueldad, no es una guerra". La última Navidad, el niño Jesús del pesebre de la plaza de San Pedro del Vaticano estaba envuelto en una kufiya, el tradicional pañuelo palestino, en un gesto de solidaridad. El año pasado el papa pronunció la palabra genocidio: "Para algunos expertos, lo que está ocurriendo en Gaza tiene las características de un genocidio: debería investigarse cuidadosamente si encaja en la definición formulada por los juristas y los organismos internacionales". Cuando Israel rompió unilateralmente la tregua en marzo Francisco declaró: "Estoy entristecido con la reanudación de los intensos bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, que están provocando muchos muertos y heridos. Llamo a detener inmediatamente las armas ya reanudar el diálogo para que todos los rehenes sean liberados y se liberen".

Francisco visitó Palestina en el 2014 e hizo una parada no prevista frente al muro israelí que aísla ilegalmente a Cisjordania, en un tramo entre Belén y Jerusalén. Según el testigo de su conductor, pidió detenerse en una parte del muro donde había un graffiti que comparaba Belén con el gueto de Varsovia, donde los judíos se sublevaron contra los nazis antes de ser totalmente masacrados.

En su último mensaje público, el Domingo de Pascua, Francisco volvió a recordar a Gaza: "Pienso en el pueblo de Gaza, y en particular en su comunidad cristiana, donde el terrible conflicto sigue provocando muerte y destrucción y causando una situación humanitaria dramática y deplorable". Estos comentarios tuvieron una reacción airada por parte de las autoridades israelíes. Al morir el Papa, el ministerio de Asuntos Exteriores israelí borró un mensaje de pésame (alegando que lo había "publicado por error") y ordenó hacer lo mismo en todas sus embajadas. También ordenó a todos sus embajadores que no firmaran el libro de condolencias. El primer ministro Benjamin Netanyahu tampoco envió sus condolencias.

Sin sanciones

Pero a pesar del apoyo moral a los palestinos, Francisco tampoco adoptó ninguna medida práctica en apoyo al pueblo palestino. La diplomacia vaticana no rompió relaciones con Israel ni retiró a sus embajadores, lo que sí hicieron países como Colombia, Bolivia, Turquía o Sudáfrica. La Santa Sede tampoco adoptó sanciones, no apoyó las iniciativas jurídicas contra Israel ni envió misiones sobre el terreno.