La Unión Europea se prepara para una victoria de Trump
Bruselas y los Estados miembros quieren evitar que un potencial retorno del líder republicano les pegue otra vez por sorpresa
BarcelonaLa Unión Europea quiere evitar caer en el mismo error y que una nueva victoria de Donald Trump la vuelva a enganchar a contrapié. El bloque europeo no esperaba que el sucesor de Barack Obama sería un republicano de extrema derecha y que, entre otros, iniciaría una guerra comercial con Europa y pondría en peligro existencial a la OTAN. Sin embargo, esta vez Bruselas y los Estados miembros se están preparando para minimizar las consecuencias que puede comportar un potencial retorno del magnate neoyorquino, sobre todo en materia comercial y en cuanto a la guerra de Ucrania.
Una de las principales preocupaciones de la UE son los aranceles que podría imponer una nueva administración republicana. A estas alturas, la batalla comercial entre el bloque europeo y Estados Unidos está medio dormida y, por ejemplo, Bruselas tiene anulados hasta el próximo marzo las tasas de aduanas en el sector del acero estadounidense, que se aplicó como respuesta a los impuestos que promulgó Trump.
En este sentido, será clave si el próximo presidente estadounidense vuelve a tomar medidas proteccionistas contra la industria europea y, por tanto, desencadena otra tanda de subida de aranceles. El candidato republicano es muy claro y ya ha prometido que va a tasar diferentes productos importados de Europa, pero el aspirante demócrata, Kamala Harris, ha intentado obviar la cuestión y no ha entrado en muchos detalles.
Sin embargo, la administración Joe Biden también ha tomado decisiones en el campo comercial que han supuesto un desafío para la UE, como las grandes subvenciones milmillonarias de Washington a empresas estadounidenses para propulsar la transición energética. Ésta línea de ayudas han incomodado, y mucho, en varios estados miembros y en la propia Comisión Europea, que consideran que hace que la industria de EEUU juegue con ventaja respecto a la europea.
Más allá de la relación directa entre Washington y Bruselas, los resultados de los comicios estadounidenses también son determinantes para el futuro de los vínculos comerciales entre la UE y China. De hecho, Pekín ha inyectado una lluvia de millones similar a la de EE.UU. en su industria y, por este motivo, el bloque comunitario ha subido los aranceles de los coches eléctricos que importa del gigante asiático.
Ahora bien, más allá de estos aranceles en los vehículos eléctricos chinos, la Casa Blanca siempre ha criticado la supuesta falta de mano dura de la UE con China. En este sentido, los expertos apuntan a que una victoria republicana puede empujar aún más a Bruselas a incrementar la agresividad de la guerra comercial que mantiene con Pekín, si bien una parte importante de la industria europea —especialmente la de Alemania o, entre otros, la de España—exporta mucho a China y teme que pueda salir malparada. "Es probable que Trump utilice herramientas económicas y comerciales aún más agresivas contra China, lo que puede afectar a la UE", señala la experta en políticas europeas del centro de investigación CEPS Camille Ford.
El futuro de la guerra de Ucrania y la OTAN
Bruselas sufre especialmente por el futuro de Ucrania. Los republicanos ya pusieron trabas a la entrega del último gran paquete de ayudas de la administración Biden a Kiiv y la UE teme ahora que Trump retire al menos una parte del apoyo a Volodímir Zelenski. Por eso, la UE y los principales aliados han intentado dejar tan ligado como han podido el desembolso de las futuras ayudas que el país ucraniano necesita para hacer frente a la invasión del régimen de Vladimir Putin.
El G-7 acordó la entrega de un préstamo de hasta 50.000 millones de euros, de los cuales la Unión Europea pretende asumir unos 35.000. Además, Bruselas y los Estados miembros también prevén coordinarse para aumentar su apoyo en caso de una victoria trumpista y contrarrestar un potencial desentendimiento de EE.UU. con el gobierno ucraniano.
En la misma línea, fuentes diplomáticas de la OTAN también admiten que es "complicado" garantizar a años vista las ayudas de los aliados atlánticos en Ucrania por, entre otros motivos, la incertidumbre que supone la posibilidad de que Trump pueda regresar a la Casa Blanca. Sin embargo, estas mismas fuentes dicen que ahora "ya conocen más" en el magnate neoyorquino que en el 2017 y, a pesar de sus estirabots en contra de la Alianza Atlántica, minimizan los efectos que puede provocar si logra otra vez la presidencia de EE.UU.
De hecho, el nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, sacó hierro a la amenaza del candidato republicano de dejar en la estacada a los aliados que no se gastan más del 2% de su producto interior bruto (PIB) en el campo militar –como España– y lo elogió. "Nos empujó a gastar más en defensa y lo logró, [...] y creo que también tenía razón sobre China", defendió el líder neerlandés, que también allana el camino por si debe tratar con Trump.