Von der Leyen da cobertura legal a los campos de migrantes de Meloni fuera de la UE

BruselasLa sintonía entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en materia migratoria es casi absoluta. Bruselas ha propuesto este martes una reforma legislativa que da amparo legal a los campos de inmigrantes en países terceros y con los que los deportados no tienen ningún vínculo, como los que Italia ha creado en Albania. Así pues, esta medida se suma a la batería de iniciativas que el ejecutivo comunitario ya ha presentado estos últimos meses para agilizar e incrementar el número de retornos.

Concretamente, el ejecutivo comunitario ha anunciado que ya no será "obligatorio" que los estados miembros sólo puedan expulsar a inmigrantes en países con los que el recién llegado tiene algún vínculo. Según fuentes comunitarias, se trata de una reforma "coherente" con la voluntad de hacer más eficientes los retornos de migrantes, tal y como piden una gran mayoría de gobiernos europeos. Eso sí, los países no estarán obligados a transponer esa parte de la norma comunitaria en su legislación estatal.

En caso de que los estados miembros no quieran copiar el modelo Meloni, la Comisión Europea también propone que se considere como "país seguro" para deportar a un inmigrante todos aquellos estados por los que ha pasado por llegar en territorio europeo. De esta forma, facilitaría que los estados miembros de la UE pudieran enviar a los recién llegados a países con los que muchos de los gobiernos europeos ya tienen acuerdos en materia migratoria, como Marruecos, Túnez o Argelia. En todo caso, Bruselas dice que este tipo de pactos tendrán que pasar por la evaluación de la Comisión Europea, que garantizará que cumplan con el derecho de la UE.

Por otra parte, Bruselas pretende que todos los recursos de los inmigrantes contra sus expulsiones a terceros países ya no comporten una suspensión automática del proceso de deportación hasta que haya una decisión definitiva. Según fuentes comunitarias, el objetivo es reducir "retrasos en los procedimientos y prevenir abusos" de la lentitud de estos trámites.

Con todo, la reforma legal que la Comisión Europea ha presentado este martes deberá negociarse y aprobarse en el Consejo de la UE –la institución europea que representa a los Estados miembros– y en el Parlamento Europeo. Sin embargo, nada hace pensar que estas dos instituciones pongan impedimentos al endurecimiento sin precedentes de las políticas migratorias que está impulsando el ejecutivo de Von der Leyen, ya que en la Eurocámara la derecha y la extrema derecha suman mayoría y la gran parte de gobiernos europeos –desde los socialdemócratas hasta Meloni– apoyan.

Esta propuesta llega meses después de que una mayoría delíderes europeos se mostrara favorablea la creación de campos de inmigrantes fuera del bloque comunitario y que la propia Von der Leyen avanzara a finales del año pasado que plantearía "soluciones innovadoras", el eufemismo que utilizó para referirse a estos centros. Así pues, tal y como había prometido, Bruselas ha abogado finalmente por permitir que el resto de Estados miembros puedan reproducir en toda la UE el plan de la primera ministra italiana, que ha financiado centros en Albania para deportar a inmigrantes irregulares.

La Comisión Europea asegura que todas las medidas que los Estados miembros lleven a cabo bajo el paraguas legal de la nueva directiva de retornos de la UE cumplirá con el derecho internacional y los derechos humanos. Sin embargo, existen dudas sobre la legalidad de enviar inmigrantes a centros fuera del bloque comunitario, sobre todo si no se tiene la garantía de que se trata de un país seguro y que no vulnera los derechos de las personas que han sido desplazadas de forma forzosa. De hecho, el modelo Meloni está ahora a la espera de una sentencia definitiva de la justicia europea.