Crisis climática

Un glaciar tan grande como seis veces Catalunya iniciará su colapso dentro de 5 años

El deshielo del glaciar Thwaites, en la Antártida, provocará una subida de 60 centímetros en el nivel del mar

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El deshielo del glaciar Thwaites

BarcelonaEl glaciar Thwaites, situado enl centro-oeste de la Antártida y con una medida equivalente a toda la isla de Gran Bretaña, se está deshaciendo a un ritmo alarmante y podría iniciar el proceso hacia la destrucción total en los cercanos tres o cinco años. Es el glaciar más ancho del mundo y su deshielo provocaría "una crecida directa del nivel del mar muy rápida", según advierte la glacióloga de la Universidad de Oregón Erin Pettit.

"El Thwaites ha duplicado su velocidad de derramamiento en los últimos 30 años, y contiene tanta agua en su interior que –si se deshace todo– puede hacer crecer el nivel del mar por encima de los 60 centímetros. Podría incluso generar una subida todavía más grande, de hasta 3 metros, si arrastra con él los glaciares que lo rodean", alertaba Ted Scambos, del Cooperative Institute for Research in Environmental Sciences (CIRES), coordinador de la International Thwaites Glacier Collaboration (ITGC). Este equipo de cerca de 100 científicos de los Estados Unidos y el Reino Unido ha presentado este martes en rueda de prensa los primeros resultados del estudio, justo cuando se encuentran en mitad de la investigación, que durará en total cinco años.

El glaciar Thwaites, en el oeste de la Antártida.

Según esta investigación, la base que sujeta este enorme glaciar en la montaña marina que hay debajo se podría desprender dentro de una década. Pero antes de que esto pase, dentro de cinco años como mucho, "la capa de hielo probablemente se romperá en centenares de icebergs, tal como se rompe una ventana de coche", en palabras de Pettit. De hecho, el equipo de investigadores ha sido testigo de este ritmo acelerado de fracturas, que están haciendo desprender cada vez más fracciones de este glaciar en forma de icebergs. "Están cambiando cada semana y cada nueva imagen de satélite que nos llega cambian las predicciones", advertía la oceanógrafa.

Scambos admitía, de hecho, lo "perturbadores" que eran para los mismos científicos los resultados de su propio estudio. "Es agobiante y muy inquietante mirar hacia la capa de hielo y ver cómo esta enorme masa se está moviendo hacia ti cada año, cuando es lo suficientemente grande para tener un fuerte impacto sobre el nivel del mar", decía Scambos en la rueda de prensa.

"Tres factores llevan hacia el colapso"

El glaciar Thwaites ocupa hasta 120 kilómetros de costa en el oeste de la Antártida, de los cuales un tercio (unos 40 kilómetros) "se mueve más lentamente que el resto" porque está reforzado por una banquisa de hielo (una extensión flotante) que "actúa como presa, pero que no lo hará durante mucho tiempo más", advertía Pettit. Es esta plataforma de 40 kilómetros de largo, en la parte más al este del glaciar, la que puede provocar el gran "cambio" si deja de actuar de contención. Ahora mismo, el hielo avanza a una velocidad de 600 metros anuales, mientras que el resto, en el sector más occidental, ya avanza hoy al ritmo de 2 kilómetros por año.

"Hay tres factores que paralelamente llevan hacia el colapso de la capa de hielo [de este glaciar] que resultará en una subida directa del nivel del mar muy rápida: el primero es el deshielo del océano por debajo, el segundo es la pérdida de sujeción a la montaña marina y el tercero es la fractura del mismo hielo en numerosas fracciones que se propaga a un ritmo muy rápido", explicaba la oceanógrafa. Bajo la superficie, la circulación de agua caliente ataca al glaciar desde todos los ángulos. Uno de los equipos de científicos agujereó el hielo para acceder a la parte sumergida y encontró "agua más caliente y más salada" de lo que son los estándares del agua antártica, según explicaba el oceanógrafo británico Peter Davis.

Unos efectos catastróficos del calentamiento global, que vuelven a sorprender a los mismos científicos climáticos. El equipo del ITGC ha usado observación por satélite y equipos tanto sobre el hielo como en barcos en el agua, además de un pequeño submarino que se sumerge para recaudar datos. Todo indica a que "habrá cambios drásticos en este glaciar en la próxima década", asegura Scambos. Unos cambios que podrían tener, alerta, repercusiones planetarias, y poner en peligro a poblaciones costeras debido al aumento del nivel del mar que provocaría.

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