Llamamientos urgentes a la tregua en el 60.º día de guerra en Ucrania

BarcelonaLa noche del 24 de febrero, Vladímir Putin no solo atacó Ucrania por el Donbás, sino que también envió centenares de efectivos a Bielorrusia para abrir un nuevo frente en Kiev. Pensó que no había que racionalizar esfuerzos, que la invasión de Ucrania sería una guerra relámpago. Pero desde aquel 24 de febrero han pasado 60 días; dos meses que han dejado 5,2 millones de refugiados y más de 2.500 civiles muertos según la ONU –muchos más según las autoridades ucranianas– y un escenario completamente diferente del que el Kremlin se imaginaba: no han conquistado ninguna gran ciudad y Ucrania resiste una guerra que ya está ganando moralmente.

Por el camino, Putin ha tenido que renunciar a la capital para poder conquistar el Donbás, pero aun así continúa sin apoderarse totalmente de una ciudad gobernada por las ruinas y los cadáveres: Mariupol. Según el alcalde de la población portuaria, 20.000 civiles han muerto desde el inicio de la guerra. Todavía quedan 100.000 civiles atrapados en la ciudad. Pero, de momento, Ucrania y Rusia no han sido capaces de abrir corredores humanitarios con autobuses desde Mariupol y este domingo se ha intentado de nuevo sin suerte. El argumento de Kiev siempre es el mismo: que Rusia no respeta el alto el fuego. Tampoco este domingo, que era el día en que los ortodoxos celebran la Pascua, y desde el gobierno ucraniano consideraban la posibilidad, aunque fuera muy pequeña, de aplicar "una auténtica tregua pascual" en Mariupol.

Pero este llamamiento no solo ha venido de Kiev, sino que la ONU, el papa Francisco o la Cruz Roja también lo han secundado. "Hay que hacer una pausa en la lucha ahora mismo para salvar vidas. Cuanto más esperemos, más vidas estarán en riesgo. Mañana será demasiado tarde", ha afirmado en un comunicado Amin Awad, coordinador de las Naciones Unidas para la crisis de Ucrania. Precisamente este domingo Zelenski ha recibido la visita en Kiev del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloy Austin, los primeros altos cargos norteamericanos que viajan hasta la capital ucraniana.

Este lunes se hará un nuevo intento de evacuación, pero Ucrania, en boca de su vice primera ministra, Irina Vereshchuk, mira al secretario general de la ONU, António Guterres, y le exige que en la reunión que mantendrá esta semana con Vladímir Putin consiga adelantos en los corredores. Guterres se reunirá con Zelenski después de encontrarse con Putin, pero antes conversará en Ankara con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para encarar la mediación entre Kiev y Moscú. El gobierno ucraniano también ha planteado una ronda de negociaciones "especial" con Rusia para hacer frente a la situación de Mariupol.

Ucrania, sin embargo, cree que Moscú no tendrá voluntad de llegar a acuerdos reales hasta dentro de unas semanas. Este domingo el asesor presidencial ucraniano Oleksí Arestóvich ha avisado de los planes del Kremlin y ha afirmado que sus tropas acabarán la "fase activa" de los combates en dos o tres semanas. Lo anunciarán en una fecha concreta: el 9 de mayo, el día que Rusia celebra la victoria contra los nazis. "[El Kremlin] anunciará victorias preliminares, dirá que las tareas han sido completadas y ofrecerá una negociación", ha dicho Arestóvich. Entonces la pregunta será si Kiev acepta las condiciones de Moscú, una cesión que ha puesto en entredicho afirmando que la postura de Ucrania es "muy firme". Si las conversaciones fracasan, Arestóvich cree que Rusia intentará concentrar más fuerzas para continuar atacando e iniciar una ofensiva definitiva "a finales de agosto". Si esta también fracasa, pronostica otra en octubre . "Esto puede continuar hasta final de año", ha avisado.

El reagrupamiento no se traduce en adelantos

De momento, pese al refuerzo de efectivos en el Donbás, Rusia continúa sin avanzar de forma destacada en el este. Según la inteligencia británica, Ucrania ha repelido muchos asaltos a lo largo de la línea de contacto del Donbass durante esta semana. El informe del Reino Unido también apunta que la "moral baja" a las unidades rusas y "el tiempo limitado" para reorganizarse han afectado negativamente sus esfuerzos para avanzar en el este de Ucrania. Aun así, los bombardeos continúan siendo constantes, y este domingo han muerto dos niños en un ataque ruso a Donetsk –la Fiscalía ucraniana cifra en 213 los niños muertos desde el inicio de la guerra–, varios cohetes en Lugansk también han dejado múltiples víctimas civiles y otro ataque en Dnipró ha dejado un muerto.