El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, viajarán este domingo a Kiev para reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. El líder del Gobierno de Kiev ha explicado en rueda de prensa que el principal tema que discutir será el envío de armas por parte de EE.UU. Blinken y Austin serán los primeros altos cargos norteamericanos que visitarán Kiev. Este sábado Zelenski ha hablado por teléfono con el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson.
Rusia golpea Odesa al día siguiente de avisar que quiere todo el sur de Ucrania
Mariupol resiste el asedio en la fábrica siderúrgica a pesar del intento frustrado de evacuación de civiles
BarcelonaOdesa, uno del principales puertos de Ucrania, hacía un mes que vivía inmersa en una imagen de tranquilidad: desde el 3 de abril que ningún misil caía sobre la población mientras las tropas rusas se centraban en Mariupol y el Donbás. Parecía que esta ciudad, situada al sudeste de Ucrania, ya no era un objetivo para el Kremlin. Pero, justo 20 días después del último ataque, Rusia ha vuelto a golpear Odesa este sábado con dos misiles de largo alcance. Según el asesor presidencial ucraniano Andrí Iermak, la ofensiva ha ido dirigida a una instalación militar, pero también ha dañado dos edificios residenciales. De momento, el balance es de 6 muertos y 18 heridos. "Un bebé de tres meses ha muerto", ha dicho el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que ha añadido: "Han matado a un bebé de tres meses. La guerra empezó cuando este bebé tenía un mes".
De hecho, Odesa ahora es una ciudad clave para las aspiraciones del Kremlin. Primero, las tropas rusas abandonaron Kiev para centrarse en el Donbás con el objetivo de consolidar un corredor terrestre desde su territorio hasta Crimea. Pero el general ruso Rustam Minnekaiev afirmó este viernes que el objetivo real de Rusia va más allá: quieren que el corredor sea hasta Transnistria, región prorrusa de Moldavia. Para conseguirlo, conquistar Odesa será uno de los últimos obstáculos que les quedará.
Pero antes les queda mucha resistencia a batir en el Donbás, y también en Mariupol. A pesar de que Rusia ya dice que la ciudad ya es suya, los últimos soldados ucranianos siguen sin rendirse en la planta siderúrgica de Azovstal. Este sábado las tropas rusas han intensificado el asedio en la fábrica de acero, atacando por aire con misiles y también intentando asaltarla por tierra con efectivos de artillería. Según las autoridades ucranianas, adentro de la planta hay más de 1.000 civiles y, este sábado, el batallón Azov, milicia que lucha junto a Ucrania, ha publicado un vídeo con mujeres y niños malviviendo dentro de la fábrica. "Quiero ver el sol. Cuando se reconstruyan nuestras casas podremos vivir en paz", dice uno de los niños en el vídeo. "Todas nuestras provisiones se están acabando", denuncia otro niño.
La situación humanitaria en Mariupol hace semanas que es dramática y, después de que hasta ahora solo se haya podido salir con coches privados, este sábado Ucrania era optimista y anunciaba el inicio de la evacuación de civiles. Aun así, las autoridades locales han informado de que la ruta de evacuación se ha pospuesto porque "los rusos no lo han permitido". En este momento unos 200 residentes ya se habían reunido para ser evacuados, pero han sido "dispersados" por el ejército ruso, según el Ayuntamiento de Mariupol. Algunos de ellos, afirma también el consistorio, se han visto forzados a subir a autobuses que los han llevado a ciudades controladas por Rusia. "No sucumbáis al engaño y a la provocación", ha advertido la viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereschuk. Para Volodímir Zelenski Mariupol es una línea roja y ya ha avisado que si el Kremlin asesina a los habitantes de la ciudad portuaria o hace "pseudoreferéndums" para crear "pseudorepúblicas" en las zonas ocupadas se acabarán las conversaciones de paz.
Ucrania retrocede y se reagrupa
El asedio a Mariupol y la ofensiva a Odesa llegan cuando las tropas del Kremlin están centrando todos sus esfuerzos en el Donbás. Este sábado, según el gobernador de Lugansk, Serhiy Haidai, todas las ciudades que todavía controla Ucrania de esta región han sido bombardeadas. Estos ataques han dejado al menos dos civiles muertos y dos más heridos en Zolote, y un cohete en Járkov ha dejado al menos tres muertos. Ante esta ofensiva, las tropas ucranianas han abandonado algunos asentamientos y se están reagrupando. Como contrapartida, sin embargo, el gobernador de Járkov, Oleg Sinegubov, ha afirmado que las fuerzas de Kiev han recuperado el control de tres pueblos próximos a la frontera con Rusia después de combates "feroces" con el ejército del Kremlin. Aun así, la inteligencia militar británica apunta que, a pesar de haber incrementado los esfuerzos militares, la ofensiva rusa en el este del país no ha logrado ganancias significativas. Que Rusia concentre los efectivos sobre todo en una zona ha permitido que al menos un millón de ucranianos ya hayan vuelto a casa después de huir del país, según el Gobierno de Kiev.