Rusia quiere controlar el sur de Ucrania y hacer un corredor hasta Transnistria

Los bombardeos continúan en la planta siderúrgica de Mariupol al día siguiente de que Moscú diera la ciudad por "liberada"

Vecinos de Mariúpol ante edificios afectados por los ataques rusos.
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BarcelonaPocos días después de haber lanzado la ofensiva para intentar tomar el control del este de Ucrania, Rusia ha desvelado este viernes que en realidad tiene un objetivo más amplio. Un mando militar ha confirmado que la intención es controlar también el sur del país, de forma que se aseguraría no solo un corredor terrestre desde el Donbás hasta la península de Crimea, anexionada en 2014, sino también con la región prorrusa moldava de Transnistria. "Desde el inicio de la segunda fase de la operación especial, que empezó literalmente hace dos días, una de las tareas del ejército ruso es restablecer el pleno control sobre el Donbás y el sur de Ucrania", ha manifestado el jefe del Distrito Militar Central de Rusia, Rustam Minnijánov.

Según han recogido las agencias oficiales rusas, el militar ha argumentado que esto "permitirá establecer un corredor terrestre en Crimea y ganar influencia sobre instalaciones vitales de la economía ucraniana y los puertos del mar Negro que sirven para las entregas de los productos agrícolas y metalúrgicos a otros países", además de un acceso a Transnistria, "donde también se constatan los hechos de discriminación contra los residentes de habla rusa". Minnijánov ha añadido que Rusia está luchando "contra el mundo entero, como lo hizo durante la Gran Guerra Patria" (como Rusia denomina la Segunda Guerra Mundial). "Entonces, toda Europa, el mundo entero, estaba contra nosotros y ahora está pasando lo mismo", ha afirmado.

Las declaraciones de Minnijánov suponen un cambio respecto a la posición oficial de Moscú hasta ahora. Tanto el presidente, Vladímir Putin, como el ministerio de Defensa, Serguéi Shoigú, habían manifestado que el objetivo principal de lo que han denominado "segunda fase" de la campaña militar era la "liberación" del Donbás, pero no el sur de Ucrania. En esta región, las fuerzas rusas ya controlan la ciudad de Jersón y los ataques no se han parado en Mykolaiv, un enclave crucial donde las tropas de Putin han quedado encalladas, sin posibilidad de avanzar hacia Odesa. Llegar hasta Transnistria implicaría tomar esta ciudad del mar Negro.

El Gobierno ucraniano ha calificado las intenciones de Moscú de "imperialismo" y ha avisado que estas palabras demuestran que "no pararán". "Han anunciado la próxima víctima de la agresión rusa. Después de conseguir el control del sur de Ucrania, Rusia planea invadir Moldavia", ha afirmado en Twitter el ministerio de Defensa de Ucrania. "Ya no se esconden. Hoy el mando de saqueadores, violadores y asesinos rusos ha reconocido que el objetivo de la segunda fase de la guerra no es una victoria sobre los míticos nazis, sino simplemente la ocupación del este y el sur de Ucrania", ha añadido.

Asedio y bloqueo en Mariupol

En Mariúpol, ciudad que Rusia dio por "liberada" este jueves, sigue bloqueada la planta siderúrgica de Azovstal, donde se calcula que hay unos 2.000 soldados ucranianos y centenares de civiles. Moscú ha asegurado que está dispuesta a hacer una tregua temporal para permitir la evacuación de civiles del complejo industrial si los efectivos ucranianos se rinden. "Rusia está dispuesta a introducir en cualquier momento un régimen de silencio y una pausa humanitaria para la evacuación de civiles, si es que realmente hay en las instalaciones subterráneas de la planta, y los militares que expresen el deseo de dejar las armas", ha dicho Mijaíl Mizíntsev, jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de Rusia. Y ha detallado que la pausa humanitaria empezará cuando los soldados ucranianos levanten banderas blancas por todo el perímetro de Azovstal.

De momento, sin embargo, las fuerzas rusas siguen bombardeando la planta, según ha asegurado Petro Andryushchenko, un asesor del alcalde de Mariupol: "Cada día lanzan bombas en Azovstal. Los combates y los bombardeos no paran". Este viernes, el alcalde, Vadim Bochenko, ha detallado que podría haber entre 3.000 y 9.000 cadáveres en una fosa común descubierta en Manhush, a unos 20 kilómetros de distancia de la ciudad asediada. Ha hecho referencia a unas imágenes de satélite de la empresa Maxar captadas el 9 de abril que, según ha remarcado, muestran que el sector de esta fosa es "20 veces más grande" que la de Bucha.

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