La inteligencia española cree que el Kremlin ordenó matar al desertor ruso de Alicante

ValenciaLos servicios de inteligencia españoles ven a Rusia como la responsable del asesinato del piloto desertor ruso Maksim Kuzminov, fallecido a tiros la semana pasada en Villajoyosa, en Alicante. Aunque públicamente el gobierno español no ha querido acusar directamente a nadie, ciertos indicios han llevado a los expertos en seguridad a pensar que la inteligencia rusa está detrás de los hechos, según publica El País.

Moscú, que activó una orden de liquidación contra Kuzminov cuando se conoció su deserción, ha sido el primero en anunciar y publicitar la muerte del joven soldado. Medios rusos se hacían eco de la noticia antes, incluso, de que se hubiera confirmado la identidad de Kuzminov, quien apareció con documentación falsa que, según algunas fuentes, Ucrania le facilitó.

Los expertos en inteligencia también destacan en El País el hecho de que el jefe del servicio de inteligencia ruso, Sergei Narishkin, dijo que el desertor era un "cadáver moral" desde el momento en que abandonó las filas rusas. Sin embargo, los expertos en seguridad admiten no poder relacionar el asesinato con un individuo o grupo concreto.

A Moscú le interesa publicitar el asesinato como una advertencia para quien intente imitar al piloto y como una venganza para los dos soldados que acompañaban a Kuzminov en su helicóptero y que fueron abatidos cuando el piloto llevó a cabo su plan de fuga y aterrizó en una base militar ucraniana.

Reacción de España

La portavoz del gobierno español, Pilar Alegría, pidió que se dejara adelantar a la Guardia Civil con la investigación, pero fuentes diplomáticas afirmaban a El País que, de confirmarse la implicación de las autoridades rusas, "España responderá de forma contundente". Por su parte, la ministra de Defensa, Margarita Robles, aseguró que el gobierno español no tenía constancia de la presencia del piloto en España, que vino libremente desde Ucrania una vez que ya había desertado. El secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional ucraniano, Olekii Danilov, afirmó esta semana que el soldado "hubiera sido protegido" en Ucrania.

Kuzminov desertó en agosto e hizo pública su deserción en un acto público desde Kiev en el que animaba a sus compañeros de filas a seguir su ejemplo. La operación para huir del ejército ruso contó con la colaboración en todo momento del ejército de Ucrania. La inteligencia militar ucraniana le garantizó seguridad y le ofreció nuevos documentos y una compensación de medio millón de dólares. Kuzminov, a cambio, podía ofrecer información muy valiosa de la fuerza aérea rusa y del aparato con el que escaparía del Kremlin, un helicóptero Mil Mi-8.

La televisión pública rusa afirmó que había una orden para liquidar al soldado en septiembre. El cuerpo de Kuzminov, que apareció en un garaje de Villajoyosa, presentaba seis impactos de bala, según ha revelado la Guardia Civil, y varios testigos afirman que los asesinos le pasaron por encima con el vehículo con el que huyeron.