Coronavirus

Italia se confina en Semana Santa

El país transalpino vuelve a las cifras de contagios de la segunda oleada, superando los 25.000 casos diarios

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Italia supera los 2.000 muertos por el coronavirus

Ha pasado un año desde que Italia se convirtió en el primer país occidental en decretar un confinamiento de la población para frenar la difusión del Covid -19. Era el 10 de marzo del 2020 y, hasta este momento, el coronavirus era un desconocido patógeno que parecía extenderse sin control en China. Desde entonces, más de 100.000 personas han muerto debido al virus en el país transalpino, que se prepara para encerrarse de nuevo con el objetivo de evitar una tercera oleada.

El Gobierno italiano anunció este viernes un confinamiento durante las vacaciones de Semana Santa, similar al que hubo durante las pasadas Navidades en el país. Desde el 3 y hasta el 5 de abril, los italianos sólo podrán salir de su domicilio para ir a trabajar, al médico o a comprar. Pero a diferencia del confinamiento estricto impuesto hace un año, ahora sí que estará permitido hacer deporte de forma individual, al aire libre y en las proximidades del domicilio. Será posible, además, trasladarse a otro domicilio dentro de la misma región, una sola vez al día y un máximo de dos personas, sin contar los menores de 14 años.

El nuevo confinamiento es parte de la estrategia de Gobierno liderado por Mario Draghi para frenar la curva de contagios y decesos, que sufre un nuevo repunte desde hace varias semanas, principalmente debido a la difusión de la variante británica. El jueves Italia confirmó 25.673 nuevos positivos, unas cifras que no se registraban desde hacía varios meses.

Como parte de esta nueva hoja de ruta, el Consejo de Ministros aprobó un decreto ley que entrará en vigor a partir del 15 de marzo y que introduce medidas más estrictas para asignar los niveles de alerta en cada región y reduce los umbrales de incidencia. De esta forma, las regiones que superen los 250 casos por cada 100.000 habitantes pasarán a ser consideradas áreas de alto riesgo o, según la definición aprobada por el anterior ejecutivo y aún vigente, serán zonas rojas.

En esta situación se encuentra Lombardía, una de las más castigadas por la pandemia. La región, cuya capital es Milán, pasará a partir del próximo lunes a ser 'zona roja'. Esta medida supone el cierre de todas las escuelas y actividades no esenciales. "Espero que sea el último sacrificio que le pedimos a los ciudadanos", ha dicho el presidente lombardo , Attilio Fontana. Otras diez regiones, entre las cuales se encuentran Véneto, Emilia Romagna o Lazio, cuya capital es Roma, correrán la misma suerte.

Los nuevos niveles de alerta provocarán cambios en todo el mapa y a partir de la próxima semana otras nueve regiones consideradas hasta ahora de bajo riesgo (zona amarilla) pasarán a ser zona naranja, de forma que bares, restaurantes y museos tendrán que permanecer cercados, aunque se mantendrán las escuelas abiertas. Es el caso de Calabria, Toscana, Apulia o Sicilia. La isla de Cerdaña seguirá siendo la única región libre de restricciones gracias a sus bajas cifras de contagios --42.000 desde el inicio de la pandemia--, mientras se prepara para empezar a recibir turistas que presenten un PCR negativo.

“La epidemia en Italia se encuentra en neto crecimiento mientras en otros países europeos está decreciendo. Esta es la sexta semana consecutiva que la curva crece”, ha advertido Silvio Brusaferro, presidente del Instituto Superior de Sanidad. Un aumento que se está registrando en todas las fases de edad, incluso entre los niños. Por eso la prioridad de Roma es acelerar el plan de inmunización, cuyo avance se ha visto perjudicado por el retraso en la entrega de vacunas. Sólo 1,8 millones de italianos de una población de 60.000 han recibido dos dosis de la vacuna hasta este viernes.

El nuevo plan del Gobierno prevé que, cuando lleguen dosis suficientes, se pueda vacunar de forma masiva no sólo en hospitales como hasta ahora, sino también en gimnasios, aparcamientos e incluso derivar la inmunización de los trabajadores a sus propias empresas como se hace en algunos casos con la gripe. El objetivo es triplicar las dosis diarias. “La pandemia aún no ha sido derrotada pero, con la aceleración del plan de vacunación, la salida no está lejos. El recuerdo de la pasada primavera está todavía vivo, pero haremos todo lo que sea necesario para que no se repita”, ha dicho el primer ministro.

El continuo retraso en el plan de vacunación ha llevado a algunas regiones a proponer a Roma descentralizar la adquisición de dosis. El presidente del Véneto, el 'leguista' Luca Zaia, aseguró recientemente haber recibido una oferta de 27 millones de vacunas adicionales de Pfizer, aparentemente disponibles en el mercado. La propuesta fue presentada por varias empresas que presuntamente actuarían como intermediarios de las farmacéuticas. A la iniciativa se unieron otras regiones como Lombardía o Emilia-Romagna, pero el Gobierno central no permite la adquisición individual de dosis. La farmacéutica, por su parte, desmiente estar vendiendo su vacuna en el mercado privado en este momento, mientras que desde la UE advierten a los gobiernos comunitarios para que estén atentos ante posibles fraudes.  

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