Cisjordania, Gaza y ahora Siria: los planes expansionistas de los colonos israelíes

Barcelona"La expansión de los asentamientos de Israel es alarmante y contraria al derecho internacional". Con esta dureza Naciones Unidas condenaba la decisión del gabinete del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de establecer nuevos asentamientos en Cisjordania este agosto. La política expansiva de Israel no es ningún secreto y el ejecutivo de Netanyahu ha hecho gala por la vía legal –dando luz verde a nuevos asentamientos–, con incautaciones de tierras para ampliar el control de Cisjordania, y dando carta blanca a los colonos para actuar con violencia con los palestinos, según han documentado la ONU y grupos de derechos humanos. Ahora Siria se ha convertido en el último escenario del expansionismo israelí.

Aprovechando que el país está inmerso en un proceso convulso de transición y que no tiene, en estos momentos, un ejército estructurado con capacidad para controlar el territorio, el gobierno israelí aprobó el domingo, por unanimidad, un plan para duplicar la población en los asentamientos israelíes en los altos del Golán, un territorio sirio que Israel ocupa ilegalmente desde la guerra del 1967. Con la medida, que prevé invertir más de diez millones de euros en educación y energía, Israel pretende "promover el crecimiento demográfico" en la treintena de asentamientos de la zona, donde ya viven más de 25.000 colonos, según las cifras más recientes.

Israel ocupó esta meseta estratégica durante la Guerra de los Seis Días de 1967, anexionándola en 1981. La comunidad internacional coincidía en condenar la anexión hasta que en 2019, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apoyó en la soberanía israelí sobre el Golán.

Desde la caída del presidente sirio, Bashar el Asad, las fuerzas israelíes se han apoderado de nuevo del territorio de los altos del Golán sirios bajo el pretexto de evitar posibles amenazas islamistas y afirmando que el cambio de control en Damasco implica que los acuerdos de alto el fuego de la Guerra de los Seis Días ya no eran válidos. En una operación que las autoridades califican de "limitada y temporal", las tropas israelíes se han incautado armamento, ignorando las voces internacionales como la ONU que lo consideran una violación de la soberanía siria. Dentro de esta zona, Israel también ha ocupado la parte siria del Monte Hermón, una colina que se alza sobre Damasco, y una base militar que había abandonado el ejército sirio.

"Fortalecer al Golán es fortalecer el Estado de Israel, y eso es especialmente importante esta vez. Continuaremos aguantándolo, haciendo que florezca, y seguiremos instalados", declaró Netanyahu este domingo. El mandatario aseguró que Siria fue un "enemigo activo" de Israel durante estas décadas, ya que permitió ataques dirigidos hacia su territorio y el tráfico de armas de Irán a la milicia libanesa Hezbolá.

Ataques israelíes sobre Siria

Israel también ha aprovechado el caos organizativo en Siria por perpetrar al menos 450 ataques aéreos, según datos del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, la mayoría de ellos en instalaciones estratégicas con el argumento de que no puedan pasar a manos de Irán. El nuevo líder sirio de facto, Ahmed al Sharaa, criticó el domingo que Tel-Aviv estuviera utilizando pretextos falsos para justificar los ataques, pero evitó la retórica de confrontación, alegando que el país debe concentrarse en la reconstrucción. "La prioridad en esta etapa es la reconstrucción y la estabilidad, no dejarse llevar por disputas que pueden llevar a mayor destrucción", sostuvo.

En el plano verbal, Netanyahu también se mostró conciliador: "No tenemos interés en enfrentarnos a Siria. Determinaremos la política de Israel hacia Siria en función de la realidad emergente en el terreno", rebajó el primer ministro .

Planes de Netanyahu en Gaza y en Cisjordania

La ocupación de tierras sirias se enmarca dentro de una tendencia expansionista del ejecutivo de Netanyahu que ha ido en aumento en los últimos años. Según la organización sin ánimo de lucro Peace Now, que supervisa la incautación de tierras en Cisjordania, Israel se ha apropiado de 23,7 km² de tierra palestina este año, lo que hace del 2024 el año en el que ha habido más incautaciones de tierras palestinas de los últimos treinta años.

A pesar del alto el fuego, las tropas israelíes siguen desplegadas en Líbano, donde algunos pueblos fronterizos están ocupados de facto, y para muchos libaneses regresar a su casa es una quimera por culpa de las estrictas restricciones impuestas por las autoridades de Tel Aviv. Paralelamente a Gaza, cientos decolonos israelíes acamparon este octubre en la frontera con la Franja para reclamar una nueva ocupación del enclave y la construcción de asentamientos en territorio palestino, una idea que ha ganado bastante en el gobierno de Benjamin Netanyahu después de más de un año de guerra. La acampada, de hecho, contó con la presencia de diez miembros del Ejecutivo israelí.

En septiembre, Netanyahu compareció en televisión israelí para explicar sus planes para la guerra en Gaza, detallando sobre un mapa cómo se imagina este nuevo escenario. El mandatario pretende mantener la mitad norte de la Franja, donde sus tropas ahogan a más de 400.000 palestinos con ataques masivos y el bloqueo de la ayuda humanitaria desde este otoño, para establecer asentamientos israelíes. Para que su plan funcione, es imprescindible que controle a los corredores de Netzarim, en el centro de Gaza, y de Filadelfia, en el sur, que delimita con Egipto, que son la clave de vuelta de las negociaciones para el alto el fuego.