Oriente Próximo

El golfo Pérsico: ¿un tercer polo de la IA entre EEUU y China?

Ahmed el Sharaa, presidente interino de Siria, saluda al príncipe saudí Mohammed bin Salman, junto al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Riad, en una imagen difundida para el casa real saudí.
Analista de Relacions Internacionals
2 min

La semana pasada, Donald Trump viajó a Oriente Medio y llenó de titulares a los diarios El presidente estadounidense se encontró con el nuevo presidente sirio Ahmed al Sharaa, tras años de sanciones en Damasco. En un giro contra los halcones de Washington, Trump también dijo que estaba abierto a negociaciones con Irán sobre su programa nuclear. tendrá un impacto igual de importante en la geopolítica del futuro.

Trump no viajó solo a Oriente Medio. monarcas del golfo Pérsico, Trump anunció la ruptura de la política de inteligencia artificial y chips que Joe Biden había impuesto durante su administración El líder demócrata había limitado fuertemente la cantidad de chips adelantados por entrenar IA que Estados Unidos podía vender internacionalmente. El argumento era evitar que esta tecnología clave se consolidara fuera de Estados Unidos o incluso llegara en manos de China.

Irónicamente, el Trump de los aranceles y del Made In USA ha llegado a un acuerdo con los Emiratos Árabes Unidos y con Arabia Saudí para venderles cientos de miles de chips avanzados de Nvidia. Los Emiratos, gracias a esta medida, tienen planeado construir el mayor centro de datos del mundo fuera de Estados Unidos. La empresa de IA de Abu Dhabi G42 se consolida como una de las más influyentes del mundo.

Esta decisión de Trump ha generado polémica. Algunos críticos han dicho que Estados Unidos está regalando su futuro tecnológico a las monarquías del Golfo, unos aliados dudosos, autocráticos y con vínculos con China. Otros dicen que, si Estados Unidos no fortalece ahora su presencia en la región, Abu Dhabi o Riad acabarán apostando por comprar chips de la empresa china Huawei y ampliarán la influencia de Pekín. En la estrategia de chips americana, siempre ha habido una tensión entre controlar la tecnología o ganar influencia internacional.

En cualquier caso, el golfo Pérsico ya hace años que se consolida como un polo relevante en el futuro de la IA. La región, como ha explicado el analista Kevin Xu, tiene tres ventajas clave: capital abundante, de los fondos soberanos de las monarquías, con ganas de invertir; energía en grandes cantidades, al contrario que Estados Unidos o la UE, donde ya empiezan a verse las limitaciones ante la gran demanda energética de los centros de datos, y una posición geográfica privilegiada, en el punto de encuentro entre Europa, Asia y África, por donde pasa el 80% del tráfico de datos entre los tres continentes. La decisión de Trump –acertada o no– no ha hecho más que aumentar el poder que el golfo Pérsico tendrá sobre el futuro de la IA y la competición tecnológica mundial.

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