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Tres pronósticos geopolíticos después de la victoria de la IA china

Logotipo de la IA china Deepseek
Analista de Relacions Internacionals
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Este lunes, 600.000 millones de dólares se evaporaron. La culpable era una empresa china poco conocida hasta ahora: DeepSeek. Al sacar un nuevo modelo de inteligencia artificial que igualaba a los más potentes creados en Estados Unidos, DeepSeek demostraba que podía entrenar una IA líder sin necesidad de chips tan avanzados ni centros de datos descomunales como los que tienen los estadounidenses. La principal empresa de chips para entrenar a IA, Nvidia, vio cómo se agrietaba el consenso que marcaba que era imprescindible tener grandes cantidades de sus chips. Sus acciones caían un 17%. Estados Unidos entraba en pánico mientras Xi Jinping celebraba, con una sonrisa victoriosa, el Año Nuevo Chino.

El éxito de DeepSeek no quiere decir que China haya ganado a Estados Unidos en la carrera por la IA o que los chips de Nvidia no sigan siendo muy importantes. Lo que sí demuestra es que China va más avanzada de lo que se pensaba en desarrollo de la IA, pese a los bastones en las ruedas que le ha puesto Estados Unidos. La victoria de DeepSeek también nos ayuda a pronosticar cómo será el futuro de la competición por la IA.

En primer lugar, el éxito de DeepSeek volvió a mostrar que China sabe innovar y no sólo copiar. Los Estados autoritarios pueden ser creativos en ciencia y tecnología. China, además, ha sido capaz de innovar en un contexto muy desfavorable de falta de acceso a chips avanzados, después de que Washington le impusiera controles a las exportaciones. Ahora podría pensarse que, viendo que China ha logrado desarrollar una IA puntera igualmente, la presión americana se relajará. Seguramente ocurrirá lo contrario: DeepSeek será una especie de momento Sputnik que reforzará el sentimiento de urgencia y carrera armamentística.

En segundo lugar, DeepSeek ha demostrado que se puede entrenar una IA líder sin necesidad de inversiones multimillonarias en centros de datos a los que sólo tienen acceso los grandes titanes tecnológicos. Esto es positivo para empresas más pequeñas y países en desarrollo. DeepSeek ha demostrado que la creación de IA se puede democratizar y que los costes de entrada son más bajos de lo que se pensaba. Esto es una buena noticia para países africanos o latinoamericanos, y también para Corea del Norte o algunos grupos terroristas.

Por último, DeepSeek ha mostrado que hemos entrado en una nueva carrera espacial propagandística, en la que, en lugar de cohetes, tenemos modelos de IA. es probable que la mayoría del mundo no entienda todavía esta tecnología, pero sí intuye que es una fuente de poder y de prestigio nacional. Este vínculo psicológico de la IA con el orgullo patriótico acelerará el acercamiento entre empresas tecnológicas, gobiernos y militares. Pero la diferencia con la carrera espacial es que entonces sabíamos que nuestro destino era la Luna. Con la IA caminamos a ciegas. Parece que no nos preocupe lo suficiente que una de las posibilidades es que nos acabemos dirigiendo hacia el desastre.

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