Una imagen de la serie 'The Pitt'.
Periodista i crítica de televisió
2 min

Después de la pandemia parecía haber quedado inmunes a las series de médicos, porque la realidad había superado cualquier ficción que se desarrollara en un hospital. Sin embargo, pasado un tiempo prudencial, es un género televisivo que sigue vigente y con nuevas sensibilidades. Al fin y al cabo, este tipo de series nos hablan de la vida y la muerte, de la vulnerabilidad humana. Los centros médicos son espacios que reflejan la inmensa mayoría de sus preocupaciones sociales.

Esta semana, la plataforma Max ha completado The Pitt, una magnífica serie que se desarrolla, en tiempo real, durante la jornada de quince horas de su protagonista, el dr. Michael Robby Ribanovich, interpretado por el actor Noa Wyle, una de las estrellas de la emblemática ER (Urgencias). De hecho, este nuevo drama médico se ha considerado hijo de ese serial exitoso, con pugnas judiciales incluidas para discutir su origen creativo.

Con todo, The Pitt tiene un planteamiento mucho más realista. De hecho, conecta mucho más con el espíritu de una serie anterior, St. Elsewhere, que en TV3 vimos cómo A corazón abierto. Aquella producción de los años ochenta se convirtió en un referente de las producciones médicas posteriores. A corazón abierto era la primera serie estadounidense que retrataba el ámbito médico con espíritu crítico, poniendo de manifiesto los problemas reales de la sanidad en Estados Unidos. The Pitt mantiene ese objetivo. Tanto el añorado St. Eligius como The Pitt son hospitales que trabajan con déficit de personal y recursos, donde los médicos luchan por los pacientes, pero también contra la adversidad de unas condiciones laborales que les llevan al límite. Comparten la concentración de diálogos en largos planos secuencia detrás de los médicos, el uso delsteadycam para inmiscuirse casi dentro del paciente y siempre con una mirada comprometida con la actualidad. También existe la jerarquía de veteranos y residentes propia de un hospital universitario para estimular los conflictos.

The Pitt es un drama coral vibrante, intenso, muy emotivo y lleno de sensibilidad que tiene un cierto componente claustrofóbico. Toda la serie se desarrolla en el ala de urgencias del hospital y cada uno de los quince capítulos recrea una hora de una jornada laboral de quince horas. El primer capítulo comienza a las siete de la mañana con la llegada del dr. Robby en el hospital y el último, estrenado esta semana, termina a las diez de la noche cuando debería plegar al protagonista. La narrativa permite representar la acumulación de tensión, agotamiento, crisis a solucionar, dramas y esfuerzos que los médicos cargan en una sola jornada.

El hecho diferencial de The PittSin embargo, no tiene tantos precedentes televisivamente. Profundiza en la ética de la relación con el paciente, la voluntad de humanizar la medicina y subraya que el trato personal, el saber escuchar y el respeto mutuo contribuyen también a los resultados en el ámbito sanitario. The Pitt se recuerda el espíritu vocacional de los médicos que pone, en el centro de las prioridades profesionales, el servicio al ciudadano.

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