Próximo Oriente

¿Qué hora es? En el Líbano no se han puesto de acuerdo y ahora tienen dos horarios

La decisión del gobierno libanés de retrasar el inicio del horario de verano ha provocado una confusión generalizada

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Un musulmán libanés muestra las diferentes horas en su reloj y teléfono móvil, en medio de la disputa entre las autoridades políticas y religiosas sobre la decisión de ampliar el horario de invierno.

BeirutPara saber qué hora es hoy en el Líbano, lo mejor es llevar un reloj de pulsera analógico, sin haberle cambiado la hora, y el reloj digital del teléfono móvil con horario de verano. De este modo se podrá saber a qué hora hay que estar en el trabajo, en la escuela o en una reunión, puesto que dependerá de si la institución pública, privada o el municipio ha adaptado el horario de verano o sigue la medida gubernamental de mantener el horario de invierno.

Esta situación un tanto surrealista es la que han vivido este lunes los libaneses, que han tenido que hacer cábalas para poder llegar a tiempo a sus obligaciones, y es que en el Líbano hay dos horarios diferentes para ajustarse a la vida diaria. La decisión de último minuto del primer ministro en funciones libanés, Najib Mikati, ha llevado el caos al horario de trabajo. En menos de 24 horas antes de que se produjera el cambio de hora era imposible que las compañías de telefonía e internet pudieran actualizar el horario del gobierno en todos los dispositivos del país, por lo que enviaron mensajes de SMS con instrucciones para cambiar de manera manual la hora, pero la mayoría de dispositivos electrónicos ya habían cambiado al horario de verano.

Los funcionarios han tenido que ir al trabajo una hora antes y los profesores y alumnos una hora después. Monika Khalifa es funcionaria pública y le ha tocado madrugar una hora más para ir al trabajo, y a su hijo, de 8 años, empezar las clases una hora después, porque el ministerio de Educación decidió adaptar el horario escolar al nuevo horario de verano. “Normalmente acompaño a mi hijo al autobús escolar, pero le he tenido que pedir a mi madre que venga a recogerlo porque tenía que ir a trabajar. Todo esto no tiene sentido”, se queja Monika.

El horario de atención al cliente de las empresas privadas ha cambiado al horario internacional de verano, pero los lugares oficiales cierran una hora antes, por lo que los más despistados se han encontrado con que han llegado tarde a su cita. En las oficinas de la compañía aérea nacional, Middle East Airlines (MEA), el lunes por la mañana se han visto colas de clientes para que les explicaran los cambios de horario de los vuelos, puesto que MEA sigue la medida gubernamental, pero tiene que reajustar sus vuelos al horario internacional de verano para que no haya retrasos en los vuelos internacionales.

Divisiones en el gobierno

Para los libaneses que se han habituado a vivir en el caos en un país en declive económico, político y social desde hace tres años, esta incertidumbre está dentro de la caótica regularidad del país. “¿Qué son unos días más de caos en el Líbano? Aquí esto es normal”, dice Mariam Shaadeh, propietaria de una tienda de ultramarinos.

Acatar la medida del premier libanés de posponer el horario de verano ha alimentado el cisma sectario en el gobierno. Aunque no se dio ninguna razón para la decisión, se consideró de manera general como una concesión a los musulmanes, que permite a quienes siguen el mes sagrado del Ramadán romper sus ayunos durante el día en vez de esperar a que se ponga el sol, una hora más tarde. La influyente Iglesia maronita del Líbano, la comunidad cristiana más grande del país, anunció que no acataría la decisión, porque no hubo consultas ni consideraciones sobre estándares internacionales. Por este motivo, las instituciones gubernamentales cristianas han decidido boicotear la medida, así como los dos principales canales cristianos de la televisión libanesa, LBCI y MTV, y muchas empresas internacionales. La división sectaria ha dado lugar a bromas sobre la "hora musulmana" y la "hora cristiana" en el Líbano.

Para capear las críticas que le llovieron al primer ministro libanés en funciones, este lunes Mikati se arrepintió de su decisión y justificó que el objetivo de continuar trabajando en horario de invierno hasta el final del Ramadán era "aligerar a las personas que ayunan sin causar mal a nadie". Mientras los musulmanes de todo el mundo esperan que se ponga el sol para poder romper el Ramadán, los musulmanes libaneses podrán seguir durante unos días más con el “horario Mikati” y empezar a comer a las seis de la tarde, aunque sea de día, en vez de esperar una hora más hasta que anochezca.

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