¿Qué impacto tiene sobre Gaza la ofensiva de Israel contra Líbano?

BarcelonaLa semana pasada Israel empezó la ofensiva contra Hezbollah en Líbano con el objetivo de acabar con los ataques de la milicia chií en el norte del país, que abrió un "frente de apoyo a Gaza", el 8 de octubre. La aviación bombardea el sur de Líbano, Beirut y el valle de la Bekaa, en el este, pero esto no ha supuesto un respiro para la población de Gaza, que lleva casi un año bajo bombardeo constante.

"No han parado de bombardear toda la Franja, de norte a sur, todos los días, durante toda la semana", explica en una conversación telefónica desde Deir Al Balah, en el centro de la Franja, Samir Zaqout, director del centro de derechos humanos Al Mezan. Sí se ha constatado menos actividad de infantería: "Ahora hay menos combates porque los soldados están todos en los corredores Philadelphi y Netzanim", apunta. Se trata de la franja que recorre la frontera con Egipto, en el sur, y de la que atraviesa la Franja por la mitad, en el centro, los dos pasillos que Israel ha ocupado y que Netanyahu se niega a ceder para llegar a un alto el fuego. Pero, desde el aire, "no nos quitan los ojos de encima", añade Zaqout. En un momento de la conversación, se siente fuego de artillería de fondo: "Son [helicópteros] Apache. Están disparando en la zona humanitaria".

Sólo en la jornada del martes hubo al menos tres ataques contra civiles: por la mañana en el campo de refugiados de Al-Bureji, en el centro de Gaza, un bombardeo mató a cinco palestinos (incluidos un niño de cinco años y una niña de sed); a mediodía aviones israelíes bombardearon el campo de Nusseirat, donde mataron a cuatro personas y dejaron veinte heridos, y por la tarde otro ataque en el mismo campo mató a 13 palestinos, incluidas nueve criaturas de entre 2 y 12 años.

El bloqueo se endurece

Mientras todas las miradas se han centrado en Líbano, Israel ha endurecido el bloqueo que asfixia a Gaza, que sufre una grave crisis humanitaria por falta de alimentos, medicinas y materiales de protección. La semana pasada 15 ONG internacionales que trabajan en la Franja alertaron de una drástica caída en la entrada de ayuda humanitaria que Tel-Aviv permite entrar a través de los pasos fronterizos: el 83% de los alimentos son bloqueados en las fronteras, algo que ha disparado la malnutrición infantil que amenaza la vida de 50.000 niños. También han caído la entrada de medicinas, productos higiénicos y desde mayo sólo han entrado tiendas para albergar a 25.000 personas.

Precisamente, el problema de las tiendas es ahora uno de los apremiantes. Con más del 70% de las viviendas destruidas, la mayoría de la población vive en estos refugios provisionales, que se han deteriorado con el paso del tiempo. Los aguaceros de estos últimos días han provocado inundaciones, en las pequeñas zonas donde el ejército ha confinado a la población. "Hemos tenido una cata de cómo será el invierno: las tiendas están muy desgastadas después de un año y ya no aguantan ni el sol ni la lluvia. Además, la gente sigue siendo desplazada una y otra vez y cada vez que el ejército les ordena evacuar, se dejan cosas por el camino", describe Zaqout. "Si tienes la suerte de encontrar un carro es muy caro y la mayoría de gente no tiene dinero. Entonces sólo se pueden llevar las cosas que la familia puede cargar. Y por eso la gente no tiene mantas, ni ropa de invierno ni zapatos ".

Zaqout insiste en que "el genocidio no se hace sólo con bombas" y alerta de que la gente no tiene dinero para comprar nada. "Antes de la guerra el 80% de la población de Gaza vivía bajo el umbral de la pobreza y dependían del dinero que les enviaban cada mes sus hijos u otros familiares", pero ahora los bancos ya no funcionan y se han quedado sin nada . No pueden comprar ropa ni tiendas nuevas. Añade que los pocos que trabajan para ONGs o para la Autoridad Palestina tampoco pueden cobrar su sueldo ni retirar sus ahorros, porque sólo funciona un banco.

La gente en Gaza ve en las imágenes del Líbano el mismo patrón que sufre en carne propia desde hace un año: órdenes de evacuación y bombardeos que afectan sobre todo a los civiles ahora contra Hezbollah como antes fue contra Hamás. Sin embargo, Zaqout dice que no pierde la esperanza de que Israel se empantañe en Líbano y que esto, con el tiempo, acabe forzando una tregua en Gaza. "En Gaza Israel ha causado una enorme destrucción, pero no ha logrado ninguno de sus objetivos: ni liberar a los rehenes ni acabar con Hamás. Hezbollah es una organización mucho mayor, que dispone de más armas y además tienen fronteras abiertas para abastecerse . Y tienen la experiencia de haber vencido a Israel en el 2006", recuerda. "Quizá dentro de unos meses Israel esté suficientemente desgastado y tendrá que aceptar un acuerdo, y todo este sufrimiento se acabe".