Protestas en Irán

Irán ejecuta a dos hombres más por haber participado en las protestas contra el régimen

Ya son cuatro los manifestantes colgados en la horca y un centenar más se enfrentan a la pena capital

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Una captura de vídeo del juicio contra Mohammad Mehdi Karami y Mohammad Hosseini, ejecutados por las autoridades de la Irán.

BarcelonaEl macabro balance de manifestantes ejecutados en Irán como castigo por su oposición al régimen islamista continúa creciendo. Este sábado las autoridades iraníes han colgado a dos hombres que fueron condenados a muerte por supuestamente haber matado a un miembro de la milicia paramilitar Bassij –una fuerza de voluntarios bajo el paraguas de la Guardia Revolucionaria– en una manifestación el 3 de noviembre en Karaj, cerca de Teherán. Con ellos, ya son cuatro los manifestantes que el régimen iraní ha colgado a la horca por haber participado en las protestas que desde septiembre se viven en el país, culpables de cargos como la "corrupción en la tierra" y de ser "enemigos de Dios", términos que conllevan la pena de muerte desde que se instauró la Revolución Islámica en 1979.

Mohammad Mehdi Karami, de 22 años, y Seyed Mohammad Hosseini, de 39, fueron arrestados el 5 de noviembre y un mes más tarde fueron condenados a la pena capital, después de una "farsa" de juicio que duró solo una semana, según ha denunciado Amnistía Internacional. Ambos recurrieron la sentencia, pero este martes la corte suprema de Irán la ratificó. Finalmente, este sábado por la mañana han sido ejecutados como "principales perpetradores" de la muerte de Ruhollah Ajamian. La fiscalía aseguró que el miliciano, de 27 años, fue desnudado y asesinado por un grupo de hombres concentrados para hacer un homenaje a un manifestante asesinado durante las protestas. Tres hombres más han sido condenados a muerte por el mismo caso, mientras que once han recibido penas de prisión.

Desde que las protestas masivas en Irán estallaron a mediados de septiembre, después de la muerte bajo custodia policial de la joven curda Mahsa Amini por no llevar el velo islámico bien puesto, una quincena de personas han sido condenadas a la pena capital –la cifra baila según la fuente–, incluyendo los cuatro que ya han sido ejecutados. El mes pasado las autoridades judiciales iraníes colgaron a Mohsen Shekari y Majidreza Rahnavard, los dos de 23 años. El primero fue condenado a muerte por haber bloqueado una calle durante las protestas y haber herido a un miliciano bassij con un cuchillo, mientras que Rahnavard fue acusado de haber matado a dos miembros de las fuerzas de seguridad.

Según Amnistía Internacional, al menos 24 manifestantes se enfrentan a la pena de muerte, a pesar de que otras organizaciones de derechos humanos alertan de que la cifra es mucho más alta. La ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo, asegura que al menos 100 iraníes detenidos por haber participado en las protestas están acusados de cargos que se castigan con la pena de muerte.

La organización Human Rights Activists News Agency (HRANA) calcula que más de 19.000 personas han sido arrestadas por participar en las movilizaciones y que al menos 517 personas han muerto en los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas policiales y paramilitares que han reprimido las protestas. La última cifra oficial de las autoridades iraníes, hecha pública a finales de noviembre, reconocía 300 muertos, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad.

Lejos de relajar la represión, este sábado el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha nombrado a un nuevo jefe de la Policía Nacional, el general Ahmad Reza Radan, conocido por su mano dura contra los manifestantes que salieron a la calle en una oleada de protestas postelectorales en 2009. Radan, que ejerció como jefe adjunto de la policía entre 2008 y 2014, es objeto de las sanciones de Estados Unidos y Europa desde hace 14 años por las violaciones de los derechos humanos.

Acusaciones de tortura

La familia de Mohammad Mehdi Karami ha lamentado que no han podido ver al joven antes de que lo hayan colgado este sábado. El chico se había declarado en huelga de hambre después de que le negaran el derecho de escoger a su propio abogado, según el grupo de activistas 1500 Tasvir, un colectivo que desde noviembre de 2018 denuncia desde el anonimato la represión.

Grupos de activistas han denunciado confesiones forzadas y torturas reiteradas entre los detenidos. El abogado de Seyed Mohammad Hosseini, el otro ejecutado, dijo en Twitter el 18 de diciembre que lo había visitado en la prisión y que le había explicado la brutalidad de los guardas, con golpes hasta dejarlo inconsciente "mientras estaba atado de pies y manos y con los ojos vendados". Aseguró que el joven había hecho confesiones "bajo tortura, sin fundamento legal".

Según la BBC, otro de los condenados a muerte por el mismo caso, Hamid Ghare-Hasanlou, un médico de 53 años, también habría sido sometido a torturas y maltratos para que confesara los cargos que se le imputan. Unas radiografías a las que ha tenido acceso la cadena de televisión muestran costillas rotas y una perforación en el pulmón.

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