Israel gana aliados en Europa gracias al alza de la extrema derecha

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El presidente de Vox, Santiago Abascal, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu

BarcelonaAunque con la guerra a Gaza le han salido enemigos por doquier, Israel cuenta también con defensores que, por regla general, son de derecha o de extrema derecha, aunque también hay algunos de la izquierda tradicional.

Uno de los amigos más aclamados en Israel es Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad de los Países Bajos, una formación que aboga por cerrar las mezquitas y prohibir el Corán, y que lleva a cabo una guerra abierta contra los musulmanes en Europa. Wilders, que incluso vivió una temporada en Israel, es un gran defensor de ese país y con asiduidad hace declaraciones favorables a Israel. Los medios de comunicación hebreos indican que aunque no será primer ministro, después de las últimas elecciones Wilders se ha convertido en de facto el hombre fuerte del gobierno.

No es el único amigo que tienen los israelíes en Europa. En Francia, el joven primer ministro (ahora en funciones) Gabriel Attal es de padre judío y también es visto como amigo del sionismo; y en Reino Unido, los medios hebreos recuerdan que el flamante primer ministro laborista Keir Starmer está casado con una mujer judía, y aunque él es ateo, sus hijos participan regularmente en las actividades de una sinagoga de Londres.

Starmer ha mantenido y sigue manteniendo una guerra total contra los laboristas que critican la ocupación israelí o piden públicamente la creación de un estado palestino en los territorios ocupados. Durante su mandato, un buen puñado de miembros del partido fueron expulsados ​​o apartados de cargos de responsabilidad con la acusación de antisemitismo.

Para Israel es importante el apoyo de cualquier responsable político europeo. Generalmente, este apoyo se desarrolla a partir de las formaciones de derecha o extrema derecha y, ocasionalmente, como en el caso de Starmer, en partidos de centroizquierda, así como en el Partido Demócrata de Estados Unidos.

La gran obsesión de Israel en los tiempos actuales son los partidos situados a la izquierda ya la extrema izquierda. Estas formaciones tienen por regla general un sentido de la justicia muy diferente a la derecha en lo que se refiere al conflicto palestino, y constantemente son criticados por el gobierno israelí.

Orbán, aliado en la UE

El primer ministro Benjamin Netanyahu y su gobierno han establecido un vínculo estrecho con formaciones europeas de la extrema derecha. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, es una pieza central de la política de Israel hacia la Unión Europea.

La lucha de Orbán contra la inmigración musulmana –un impulso que comparten los nacionalismos– y la lucha contra la globalización fomentada desde Bruselas son políticas que tienen el apoyo de Israel, así como el de los partidos de extrema derecha.

Los cambios radicales que experimentan las sociedades occidentales a un ritmo vertiginoso son de interés para Israel y sus aliados, siendo cada día más los occidentales que apoyan posiciones que hasta hace poco eran marginales. Esto ocurre en Francia, Alemania, España y en otros países del entorno europeo y en Estados Unidos.

Netanyahu y sus aliados confían en revertir en Europa las tendencias de izquierda, teniendo en cuenta que muchos occidentales están abandonando las posiciones centrales que eran características hasta hace poco del espectro político europeo, para ir más a la izquierda o más a la derecha; una situación que crea tensiones entre la extrema derecha y la extrema izquierda, que no se sabe hasta cuándo podrán tolerar pacíficamente las sociedades europeas.

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