¿Quiénes son los drusos y cómo lo han hecho para mantener la autonomía dentro de Siria?
El gobierno sirio ha cedido el control de la provincia de Suwayda a la comunidad drusa para evitar una "guerra abierta" con Israel
BeirutEl presidente interino de Siria, Ahmed al Sharaa, ha anunciado este jueves la retirada de las fuerzas de seguridad de Suwayda, en el sur del país, y el traspaso de la responsabilidad del orden público a "facciones locales y jeques sabios". La medida, presentada como un gesto de contención para evitar "una guerra abierta" con Israel, representa en realidad un repliegue forzado, después de días de enfrentamientos sectarios, de un despliegue fallido del ejército y de una presión internacional creciente.
Desde el estallido de la violencia sectaria el pasado fin de semana, Suwayda ha sido escenario de intensos choques entre tribus beduinas suníes y combatientes drusos, desencadenados por el secuestro y tortura de un comerciante druso en un control improvisado. En un intento de contener la violencia, el martes el gobierno envió tropas a la zona, pero su actuación sólo agravó las tensiones. Las fuerzas gubernamentales fueron acusadas por actores locales de colaborar con milicias suníes, lo que precipitó su retirada tras un frágil alto el fuego alcanzado la noche del miércoles y de los intensos bombardeos israelíes contra instalaciones militares en Damasco.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, los enfrentamientos han dejado 516 muertos desde el domingo, entre ellos al menos 27 civiles. La rapidez con la que Damasco se ha visto obligada a retroceder confirma lo que en Suwayda muchos ya daban por sentado: el vínculo entre el estado central y esta región se ha roto.
La comunidad drusa, una relación ambivalente con el poder
Para entender el trasfondo, hay que mirar a Suwayda más allá de este episodio puntual. Provincia de mayoría drusa, ha mantenido una relación históricamente ambivalente con el poder central. plenamente en los aparatos de seguridad del estado. Después de la caída del antiguo régimen, aquella distancia se consolidó en forma de una autonomía práctica. cohesionado –como el del jeque Hikmat al-Hijri– ya vínculos transfronterizos con comunidades en Líbano, Jordania e Israel Durante años, Suwayda fue percibida como una "isla estable" en medio del caos sirio, gobernada de facto por consejos locales y clanes tradicionales
El intento del gobierno interino de imponer de nuevo su autoridad en la zona ha sido interpretado por los drusos como una agresión sectaria. en las comunidades minoritarias –no sólo los drusos–, esto refuerza la percepción de que el régimen ya no es un actor nacional, sino una facción ideológica que gobierna para una mayoría.
Ahmed al Sharaa intentó controlar los daños el miércoles, acusando a Israel de haber saboteado los esfuerzos de mediación con sus ataques contra instalaciones gubernamentales, y agradeciendo a Estados Unidos ya los mediadores regionales haber evitado una mayor escalada. Pero sobre el terreno, la retirada de sus tropas revela una pérdida de control real. Al Sharaa no ha sido capaz de garantizar protección a las demás sectas ante la expansión de grupos islamistas dentro de su propio aparato militar.
¿Por qué Israel apoya a los drusos?
Israel intenta ocupar ese vacío a partir de su relación histórica con la comunidad drusa, particularmente en los altos del Golán ocupados. Parte de esta comunidad sirve al ejército israelí, y los lazos familiares y simbólicos con los drusos sirios siguen siendo fuertes. Esta conexión ha servido como justificación para las últimas acciones de Tel-Aviv, que afirma actuar para proteger a la minoría, aunque sus motivaciones son también estratégicas, con una expansión territorial hacia Suwayda.
Para Israel, cuanto más débil esté Damasco, mayor margen tendrá para imponer las condiciones de un eventual acuerdo de seguridad. Pero esa lógica encuentra límites. Washington, presionado por Arabia Saudí y Turquía, ha impulsado una estrategia de contención. El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció un acuerdo de desescalada y reclamó restaurar su confianza interna como condición para la estabilidad. Una tarea que, en estos momentos, parece fuera del alcance de Al Sharaa.
El gobierno de Al Sharaa se encuentra en una situación paradójica: necesita pactar con Israel para estabilizar el país, pero cualquier paso en esta dirección puede romper el equilibrio delicado con las facciones islamistas que lo sostienen. intentados a ponerse al amparo de Israel.