Una respuesta muy limitada
Después de el ataque israelí de este sábado, Irán se lo pensará dos veces antes de responder. En cierto modo, porque se puede considerar que el ataque ha sido bastante limitado y quizás no lo suficientemente letal como para exigir una réplica similar a la de la última vez, a principios de octubre, cuando los iraníes lanzaron 180 cohetes contra objetivos militares israelíes.
Por otra parte, hay que considerar que Hezbollah lanza todos los días cohetes, misiles y drones de fabricación iraní contra Israel. El hecho de que la organización chií libanesa utilice cada día material iraní contra Israel podría ser considerado una ofensa.
Las interacciones militares directas entre Irán e Israel se han incrementado desde el 7 de octubre de 2023, pero es cierto que Irán no quiere que las cosas se deterioren rápidamente porque seguramente saldría perdiendo, no sólo por las eventuales represalias de Israel, sino también por la probable implicación de Estados Unidos.
Los estadounidenses han activado sus bases en Oriente Próximo, han multiplicado la presencia de barcos de guerra tanto en el golfo Pérsico como en el Mediterráneo oriental y han desplegado baterías antimisiles en Israel, lo que tiene una poderosa capacidad de disuasión; especialmente si se considera que falta poco más de una semana por las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Esta vez el primer ministro Benjamin Netanyahu se ha contenido. Tras unas semanas en las que se ha especulado sobre el alcance del ataque, Netanyahu ha decidido no bombardear instalaciones del proyecto nuclear, ni instalaciones de producción de petróleo, ni instalaciones civiles en general, de por lo que el ataque se ha limitado a varios objetivos militares específicos.
La contención de Netanyahu ha dado suficiente margen a Teherán para satisfacer el amor propio de sus dirigentes, lo que explica que los medios de comunicación iraníes hayan insistido en que el ataque ha sido limitado, una circunstancia que justificará la falta de respuesta o una respuesta simbólica.
En Israel se especula que podría haber una réplica del ataque por parte de los emisarios iraníes de Yemen, Líbano, Siria o Irak, pero, de ser así, todo indica que sería una respuesta limitada , como en el pasado, y no representaría ninguna amenaza seria para el estado hebreo.
Algunos medios israelís dicen que probablemente Israel atacará con una segunda ronda de incursiones más graves, porque reconocen que la ofensiva del sábado quizás ha sido demasiado limitada. Esta opinión deja abierto el escenario de que se sigan encadenando series de ataques y respuestas directas entre ambos países.
Tras semanas de especulación, durante las que parecía que Israel podría incluso forzar un cambio de régimen en Teherán, varios medios de Israel incluso se han burlado de los bombardeos del sábado. Algunos también recogen que Israel advirtió a Teherán con antelación de los objetivos que serían atacados.
En cualquier caso, el ataque del sábado refuerza la posición de Israel en Oriente Próximo entre países como elArabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Si bien los Emiratos han condenado rápidamente la agresión, siguen considerando a Irán como una amenaza existencial para las monarquías del Golfo.