Guerra a Israel i Palestina

Los soldados están preparados: ¿por qué Netanyahu todavía no ha ordenado la invasión de Gaza?

Entre los oficiales de alta graduación del ejército hay dos corrientes de pensamiento

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Mujeres y niños evacuando la ciudad de Gaza después de un aviso israelí sobre el aumento de las operaciones militares en la franja de Gaza, el 13 de octubre de 2023.

La acumulación de tropas israelíes en torno a la franja de Gaza empezó hace una semana y todo apunta a que ya hace algunos días que terminaron los últimos preparativos. Pero si los soldados están listos, ¿por qué Benjamin Netanyahu no ha dado todavía la orden de entrar? ¿Por qué los cientos de miles de soldados siguen esperando la orden del primer ministro?

Entre los oficiales de alta graduación del ejército hay dos corrientes de pensamiento. El primer grupo avala una entrada inmediata en Gaza, es decir, sin esperar ni un minuto más dada la gravedad de la operación de Hamás. El segundo grupo, en cambio, opina que hay que esperar hasta tener la certeza de que los milicianos les causarán pocas bajas, algo que no es tan fácil de determinar por adelantado. Netanyahu es quien debe elegir entre estas dos ideas.

Mientras el ejército sigue concentrado alrededor de la Franja, portavoces de Hamás dicen que están esperando a los soldados israelíes, impacientes, que se espabilen, que les han preparado más de una sorpresa. Recordemos que en invasiones anteriores los milicianos causaron un gran número de bajas entre los soldados de Tel Aviv, y cabe esperar que Hamás haya tenido tiempo suficiente para preparar más sorpresas. Nadie sabe qué cantidad de túneles defensivos y ofensivos existen en la ciudad de Gaza y en otras localidades de la Franja, o en los terrenos que están a campo abierto, y nadie tampoco sabe qué cantidad de armas y explosivos tienen los milicianos.

La población civil, en medio

El ejército ha ordenado a los civiles que abandonen el norte de la Franja en dirección al sur, pero parece que la mayoría han decidido permanecer en el norte. Es una cuestión delicada porque supone un peligro añadido para las tropas. Muchos palestinos se quedan porque tienen muy grabado en la memoria colectiva el desastre de 1948, cuando Israel no permitió que los refugiados volvieran a sus casas cuando terminó la guerra, y así se vaciaron para siempre más de 800 localidades palestinas.

Hamás ha detenido algunas caravanas de refugiados que huían hacia el sur y los ha obligado a volver al norte. Los milicianos no quieren de ninguna manera que la gente se vaya, así que están haciendo lo posible para que sigan cerca de sus casas, aunque en el norte no hay agua, electricidad, hospitales ni alimentos. Lo que sí hay por todas partes son escombros.

Otras cuestiones que Netanyahu tiene que determinar son hasta dónde entran los soldados y cuántos entran en la Franja. Israel ha llamado a filas a 300.000 reservistas y en las fronteras de la Franja se estima que están una buena parte de ellos, pero no todos entrarán. Entrará un número grande, pero que al mismo tiempo será el mínimo para evitar bajas innecesarias.

¿El objetivo principal?

Netanyahu dijo el sábado que su objetivo es la destrucción de las infraestructuras de Hamás, pero no está claro qué significa esto. Por su naturaleza, Hamás dispone de muy pocas infraestructuras propiamente dichas. Guarda las armas y los proyectiles repartidos por los túneles, y poco más. En las invasiones precedentes, Israel destruyó una parte de los túneles, pero la red es cada vez más extensa y difícilmente puede ser destruida completamente.

Tampoco está claro cuáles serán los límites geográficos de la operación. Probablemente, el límite será Wadi Gaza, el pequeño valle que separa el norte del sur de la Franja en dos mitades de proporciones casi idénticas. Si es así, el ejército no entrará en el sur, pero esto no se puede descartar completamente. Naturalmente, Israel tiene un interés especial en achicar la población de la Franja todo lo posible. En la actualidad, hay en esta pequeña zona 2,3 millones de habitantes. Israel desea que Egipto abra el paso de la ciudad fronteriza de Rafah, de modo que entren en la península del Sinaí todos o gran parte de los que están huyendo de los bombardeos.

El presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, ha dicho que no permitirá una entrada masiva de refugiados a Egipto, pero Al Sisi actuará según le diga Washington, que actuará según le diga Israel, por lo que a estas alturas es una incógnita saber si habrá un éxodo masivo de palestinos fuera de la Franja.

Eugeni García Gascón es periodista y fue corresponsal durante más de veinte años en Oriente Próximo

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