Trankimazinos para los soldados israelíes que luchan en Gaza

El ejército de Netanyahu amplía esfuerzos para detectar problemas de salud mental entre las tropas mientras arrasa Ciudad de Gaza

Dos soldados israelíes preparan un dron que, seguidamente, bombardeará algún punto de la ciudad de Gaza.
17/09/2025
3 min

"La guerra tiene consecuencias", decía hace unas semanas un oficial del ejército de Benjamin Netanyahu en la radio pública de Israel. El oficial hablaba de suicidios. En 2025, la tasa de suicidios entre las tropas israelíes es especialmente alta: al menos 18 hasta ahora. Las cifras oficiales sólo incluyen a los soldados que se mataron mientras estaban luchando activamente. No se contabilizan los que se mataron mientras estaban descansando del campo de batalla. "La mayoría de muertes por suicidios [entre los soldados] son ​​resultado de la compleja realidad creada por la guerra", decía el oficial. La realidad en Gaza es horrorosa: los civiles de la Franja conviven con el horror. La guerra en Gaza tiene consecuencias: sobre todo, 65.000 palestinos muertos en la Franja.

"Estamos enfermos mentalmente y nuestros amigos se están suicidando", gritaban esta semana un grupo de soldados israelíes reunidos con un comité parlamentario. Mientras gritaban, mostraban y arrojaban a los políticos cajas y cajas de medicamentos psiquiátricos: antidepresivos, pastillas para la ansiedad, también fentanilo. Los gritos de los soldados pedían comprensión a los políticos. Algunos gritos pedían un alto el fuego en Gaza. El vídeo se ha hecho viral.

La opacidad que impone el gobierno de Netanyahu en torno a su ejército funciona. Se saben pocas cosas de los soldados que luchan en Gaza: los uniformados tienen prácticamente prohibido hablar con la prensa y se les pide no dar detalles de lo que ocurre en la Franja. A los soldados que luchan en Gaza se les ha acusado de atacar indiscriminadamente a la población civil de la Franja. Cuando se les pregunta al respecto, repiten un mantra: dicen intentar minimizar al máximo el número de víctimas civiles. Pero numerosos informes de organizaciones internacionales con fuentes sobre el terreno contradicen con contundencia esa premisa. Las Naciones Unidas dicen que una parte importante de los 65.000 cadáveres eran niños y mujeres.

El Times of Israel explicaba hace unos días que el ejército está ampliando sus esfuerzos para detectar señales de problemas de salud mental entre las tropas. La pasada semana el ministerio de Defensa israelí aseguraba que más de 10.000 soldados han recibido tratamiento psicológico. La mayoría por estrés postraumático. Los 18 fallecidos por suicidio de este 2025 suponen un incremento considerable. En todo el 2024 hubo 21. ¿Qué han visto los soldados israelíes? ¿Qué piensan sobre lo que han visto?

Soldados israelíes esperando encima de tanques que vigilan la frontera de Israel con Gaza.

La mayoría dicen que piensan lo que el gobierno quiere que digan que piensan: "La guerra es necesaria para garantizar el futuro y la seguridad de Israel". Es fácil encontrar en las redes sociales vídeos verificados de militares mostrando orgullo por lo que hacen en la Franja, justificándolo. Pero también comienza a ser habitual, después de dos años de guerra, encontrar voces disonantes. El 2 de septiembre, casi 400 reservistas firmaron una carta conjunta para comunicar su negativa a participar en la ofensiva de Gaza: "No acudiremos a la llamada. Es la hora de alcanzar un acuerdo de alto el fuego completo y vinculante sobre los rehenes". Consideran que es una guerra "sin sentido", que la ofensiva para recuperar a los rehenes ya "ha fracasado", que muchos soldados actúan de forma "poco profesional".

Pero la guerra "sin sentido" continúa y continuará. Este miércoles, el segundo día de asalto contra la ciudad de Gaza, la guerra "sin sentido" transcurría con normalidad: decenas de palestinos muertos, hospitales y viviendas bombardeadas, mezquitas destruidas, hambre, decenas de miles de civiles huyendo sin saber adónde ir, bloqueo informativo. Benjamin Netanyahu pide tomar el control de la ciudad antes del 7 de octubre, segundo aniversario del ataque de Hamás. Los generales replican y dicen que necesitan meses para conseguirlo. El ministro de Defensa, Israel Katz, celebra que "Gaza quema". El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, visitó Jerusalén el lunes para reiterar su apoyo a Tel Aviv.

¿Cuántos Trankimazinos se necesitarían para los civiles palestinos que sobreviven a la guerra genocida de Israel? La pregunta no tiene sentido: Israel tampoco deja entrar medicamentos en Gaza.

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