Polonia hace un primer gesto para rebajar la tensión con la UE

El primer ministro dice que cerrará la sala disciplinaria del Supremo y su gobierno tilda al TJUE de "chantajista"

Mar Bermúdez i Jiménez
2 min
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, en una cumbre de líderes  de la Unión Europea en Bruselas.

BarcelonaEl primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha dado un primer paso para apaciguar el choque de fuerzas entre Polonia y la Unión Europea. Ha anunciado "un compromiso" para cerrar "dentro de unos meses" la sala disciplinaria del Tribunal Supremo, el organismo que ha dado lugar a la sanción dictada ayer por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE): la imposición de una multa de un millón de euros diarios hasta que el gobierno polaco cumpla las medidas dictadas en julio para proteger la independencia del Tribunal Supremo del país, que implican precisamente la suspensión de la polémica sala.

"Creo que en los próximos meses aparecerá una idea de compromiso en nuestra coalición, una idea que también será aceptable para el presidente, sobre la sala disciplinaria del Tribunal Supremo", ha afirmado el jefe del gobierno polaco, del ultraconservador partido Ley y Justicia (PiS). A pesar de tratarse de un primer paso a favor de la reconciliación, Morawiecki no ha querido relacionar la decisión con la multa impuesta por el TJUE. De hecho, ha asegurado que la idea nació del gobierno "mucho antes de la sentencia del TJUE" dictada en julio y que se trabajaba desde "marzo o abril".

El 14 de julio, el TJUE ordenó a Polonia suspender la actividad y paralizar los procesos pendientes iniciados por la sala disciplinaria del Tribunal Supremo, la cámara en el centro de esta disputa y que permite abrir expedientes a los jueces del alto tribunal a partir de sus sentencias. El organismo se creó en 2017 en el seno de una reforma judicial. Desde Varsovia se justificaron las competencias otorgadas en la sala –como por ejemplo el poder de destituir, trasladar a la fuerza o sancionar a jueces– asegurando que "había una desconfianza creciente de la gente hacia el poder judicial". Polonia no cumplió ese dictamen. En agosto, Jaroslaw Kaczynski, líder del PiS, anunció que la sala disciplinaria del Tribunal Supremo se repensaría. Aún así, desde entonces Varsovia no ha anunciado cómo se materializarían estos cambios y el órgano ha seguido adelante.

"Polonia no se puede doblar a la anarquía"

A pesar del anuncio de hoy del primer ministro, desde el propio gobierno polaco se ha recalcado el rechazo a la sentencia del TJUE. Varios miembros del ejecutivo y diputados del PiS han expresado críticas a la sanción y han calificado a la Unión Europea y sus tribunales de "chantajistas y de extralimitarse en sus competencias".

El ministro de Justicia y vicepresidente del gobierno, Zbigniew Ziobro, ha declarado que "Polonia no puede pagar ni tiene que pagar" las multas impuestas por Europa, porque son "elementos de presión y solo las acatan los débiles". Ziobro ha afirmado que el país "no se puede doblar a la anarquía, sea en forma de sanciones ilegales o por cambios en el sistema judicial". Con esta declaración, el ministro también hacía referencia a la multa de medio millón de euros que el TJUE impuso a Polonia por mantener en funcionamiento la mina de carbón de Turów, denunciada por la República Checa por su alta contaminación. Ziobro ha enfatizado que "los tratados de la Unión Europea no permiten que el TJUE interfiera en la regulación del poder judicial polaco ni de ningún otro país".

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