Presión en Netanyahu para que aclare su plan para Gaza después de la guerra
Algunos de sus socios de gobierno quieren que la Franja esté bajo supervisión internacional
JerusalénEl ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant –del mismo partido conservador que Benjamin Netanyahu–, y Benny Gantz –un antiguo jefe militar centrista y rival del primer ministro israelí que se unió a su gobierno poco después del ataque de Hamás del 7 de octubre– han exigido a Benjamin Netanyahu que presente una estrategia sobre el futuro de Gaza.
Tanto Gallant como Gantz han acusado implícitamente a Netanyahu en los últimos días de poner su supervivencia política por delante de la seguridad nacional. Le piden que elija entre un final que dejaría a Gaza bajo el control militar israelí –tal y como quieren sus socios de coalición de extrema derecha– o una Gaza dirigida por una alternativa palestina que no sea Hamás con apoyo internacional.
Gantz incluso ha dado un ultimátum al primer ministro: le ha dicho que su partido, Unidad Nacional, abandonará el gobierno el 8 de junio si elige "el camino de los fanáticos" y no abre un camino estratégico de futuro. Aunque esta formación saliera del ejecutivo, sin embargo, la coalición de gobierno todavía tendría mayoría, con 64 de los 120 escaños del Parlamento. Sin embargo, dejaría a Netanyahu en una posición débil en la que dependería de sus socios de línea dura y con menos legitimidad nacional e internacional.
No quieren Mahmud Abbas
Sin embargo, Gantz está de acuerdo con Netanyahu en que la Autoridad Palestina, encabezada por el presidente Mahmud Abbas, no se haga cargo de Gaza en el futuro. Sin embargo, no rechaza que una administración estadounidense, europea, árabe y palestina se encargue de los asuntos civiles de la Franja como alternativa a Hamás y Abbas.
Por su parte, Gallant también ha exigido a Netanyahu que explique quién o qué debería sustituir a Hamás en Gaza tras la guerra. Ha desafiado al primer ministro a decir claramente si apoya o no los planes de sus socios de extrema derecha.
Las demandas de Gantz y Gallant llegan a medida que la presión crece en Israel para que el gobierno tome decisiones claras para liberar a los 128 rehenes que continúan en Gaza –de los que no se sabe cuántos están muertos– y para desmantelar el poder militar de Hamás. Gantz ha exigido que vuelvan los rehenes, que se ponga fin al control de Hamás en Gaza y que se desarme a la Franja. Pero no ha explicado cómo conseguir todos estos objetivos.