Francia

Revuelta del independentismo en Nueva Caledonia: al menos cuatro muertes en las protestas contra la ampliación del censo electoral

Macron decreta el estado de emergencia y envía a 1.800 policías y gendarmes al archipiélago del Pacífico sur

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Imagen desde un vehículo de la estampa de violencia que han dejado los disturbios recientes en Nueva Caledonia.

ParísLa tensión ha vuelto a las calles de Nueva Caledonia, el archipiélago situado en el Pacífico sur que pertenece a Francia, con viviendas quemadas, sacadas en la calle y enfrentamientos con la policía. Cuatro personas han muerto en las últimas horas –uno de ellos era un gendarme muerto por un disparo– y cientos han resultado heridas en los altercados protagonizados por independentistas que empezaron el lunes en protesta por una reforma constitucional que prevé ampliar el censo electoral de los comicios provinciales para abrirlo a los recién llegados. Los independentistas –la mayoría, de la población autóctona, los canacos– consideran que el cambio constitucional supondrá "minorizar aún más" a los canacos.

El presidente de la república, Emmanuel Macron, ha convocado de urgencia este miércoles por la mañana un Consejo de Defensa y de Seguridad Nacional para analizar la situación en Nueva Caledonia y ha propuesto al consejo de ministros decretar el estado de emergencia en el territorio. El gobierno lo aprobará esta tarde y posteriormente podría aprobar medidas excepcionales para el territorio. También ha enviado a 1.800 policías y gendarmes al archipiélago y prevé enviar otros 500 en las próximas horas.

Los partidos de Nueva Caledonia –también los independentistas– han hecho un llamamiento a la calma este miércoles. "Todas las violencias son intolerables y serán objeto de una respuesta implacable para garantizar el retorno del orden republicano", ha advertido a Macron a través de un comunicado hecho público por el Elíseo.

Cambio en la Constitución

El cambio constitucional permitirá votar en las elecciones provinciales a todos los ciudadanos que vivan en ese territorio de ultramar francés al menos desde hace diez años. Hasta ahora sólo podían votar a las personas inscritas en el censo hasta 1998 y sus descendientes, en virtud del Acuerdo de Nouméa, firmado en 1998, que ponía fin a décadas de violencia. El acuerdo, además del traspaso de competencias al territorio, preveía la celebración de tres referendos por la independencia y permitía la "congelación" del censo en las elecciones provinciales y los referendos para que la población autóctona –que había sufrido la colonización francesa– estuviera sobrerrepresentada.

Un edificio destruido durante los disturbios en Nueva Caledonia

El Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FLNKS), integrado por ambos partidos independentistas y miembros del gobierno del archipiélago, rechaza el cambio constitucional porque va en contra del Acuerdo de Numéa y pide que se retire el texto. De hecho, en el último referéndum para la independencia del archipiélago, celebrado en el 2021 y en el que ganó el no por tercera vez, el FLNKS llamó al boicot porque el gobierno francés había rechazado el aplazamiento de la consulta. Consideran que debería celebrarse un nuevo referéndum. Los canacos reivindican su derecho histórico a decidir el destino del archipiélago y, con el cambio constitucional, su aspiración a conseguir la independencia de Francia se desvanece.

La modificación –aprobada por la Asamblea Nacional este martes y pendiente del último trámite– supondrá añadir al censo electoral a otras 25.000 personas en un archipiélago de 270.000 habitantes. La población autóctona de Nueva Caledonia, colonizada por Francia en 1853, representa el 41,2% de sus habitantes.

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