Cacatúas y leones a cambio de soldados: Putin premia a Kim Jong-un con animales exóticos

Moscú agradece de forma peculiar el envío de las tropas norcoreanas que luchan en Ucrania

El ministro de Recursos Naturales ruso, Alexander Kozlov, durante su visita al zoo de Pyongyang donde Rusia ha enviado a más de 70 animales.

PekínHuesos a cambio de soldados: Vladimir Putin agradece al líder norcoreano Kim Jong-un el envío de tropas para luchar en los frentes de Ucrania con un regalo exótico en forma de animales para el zoo de Pyongyang. Dos huesos marrones, un león, dos yaques, cinco cacatúas... y así hasta sumar a más de 70 animales que se han enviado desde el zoológico de Moscú al de la capital norcoreana como prueba de amistad. El ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente ha asegurado que es un "regalo de Vladimir Putin en el pueblo coreano".

No hay duda de que Kim Jong-un también recibe otras compensaciones como petróleo, alimentos y algo que preocupa mucho más a Occidente: ayuda militar para mejorar el alcance de sus misiles. Sería aún más grave que también recibiera ayuda para desarrollar su programa nuclear.

Pero el anuncio realizado por los medios de comunicación rusos sobre este envío de animales pone de manifiesto las buenas relaciones entre ambos países. Lo importante es que las lleva a un terreno más humano, casi de entrañable amistad entre países, cuando en realidad se trata de una colaboración militar para ayudar a invadir un tercer país.

Soporte desde el inicio

Corea del Norte ha estado suministrando armamento a Rusia desde el principio del conflicto con Ucrania y en los últimos meses ha incrementado la ayuda enviando tropas. Según el Pentágono, ya hay más de diez mil soldados norcoreanos combatiendo con los rusos en la región de Kursk.

En junio, ambos países firmaron un Tratado de Asociación Estratégica Integral en Pyongyang. El acuerdo compromete a ambos países a proporcionarse asistencia militar inmediata si uno es atacado por terceros y también a cooperar contra las sanciones. Para Pyongyang la alianza con Moscú es un balón de oxígeno a su maltrecha economía, asfixiada por las sanciones internacionales impuestas contra su programa nuclear. La proximidad con Rusia, unida a la buena relación con China, sitúa al régimen norcoreano en una posición de fuerza frente a Occidente.

Soldados norcoreanos.

Sin embargo, el paso de enviar tropas a combatir a Europa ha encendido las alarmas en Corea del Sur, que incluso ha amenazado con enviar armamento y tropas a Ucrania. Seúl también teme que el ejército norcoreano reciba entrenamiento y se modernice gracias a su colaboración con Moscú.

La decisión también coloca en una situación difícil a China, ya que siempre ha defendido no inmiscuirse en lo que califica de asuntos internos de otros países y ha reivindicado trabajar para una solución pacífica. La participación de uno de sus históricos aliados, Corea del Norte, en una guerra en Europa desafía ese discurso. China ha sido el principal socio comercial de Corea del Norte y la nueva alianza de Kim Jong-un con Vladimir Putin puede hacer que Xi Jinping pierda influencia. Pekín también teme que una actitud más beligerante de Pyongyang desestabilize la región y le provoque más problemas con Japón y Corea del Sur.

La diplomacia del hueso

Ahora Rusia y Corea del Norte escenifican ante el mundo su buena relación con lo que se puede bautizar con “la diplomacia del hueso”, en clara referencia a la “diplomacia del panda” que tan buenos resultados dio a China para fortalecer sus relaciones internacionales.

Los huesos panda son un símbolo de China y la estrategia de enviarlos a países amigos era una manera de crear alianzas y tener visibilidad ante la opinión pública a través de unos animalitos exóticos y divertidos. Desde la década de los ochenta, los huesos panda, especie que ha estado en peligro de extinción, no se regalan. El gobierno chino les envía en régimen de préstamo y cobra una especie de alquiler que asciende aproximadamente a un millón de dólares al año. Si nacen huesos en cautiverio en otros países también son propiedad del estado chino. Los gobernantes chinos siempre han presumido de pragmatismo en las relaciones internacionales.

El mundo ha cambiado, y ahora algunos países, como Finlandia, han empezado a devolver los huesos panda para evitar el coste que representa el alquiler y la manutención. La preocupación por el bienestar animal también influye y ver a especies en cautividad en los zoológicos ha perdido atractivo.

El regalo de animales siempre ha tenido un papel en las relaciones entre Rusia, Corea del Norte y China. Pekín envió hace años huesos panda a Pyongyang en señal de su buena amistad, y el líder norcoreano obsequió el pasado verano a Putin con dos perros blancos de la raza autóctona Pungsan.

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