La filtración de las conversaciones de Wiktoff con Moscú dan alas a los halcones republicanos contra Rusia

Las revelaciones sobre el enviado especial de Trump dan fuerza al papel de Marco Rubio en el marco de las negociaciones sobre Ucrania

Putin y Witkoff durante un encuentro en Moscú

Washington / MoscúDonald Trump ha desestimado las filtraciones sobre el asesoramiento al Kremlin que realizó su enviado especial, Steve Witkoff, en el marco de las negociaciones de Ucrania. En una llamada de mediados de octubre obtenida por Bloomberg, Wiktoff recomendaba a Yuri Uixako, asesor de política internacional de Vladimir Putin, que se anticipara a la visita de Volodímir Zelenski a la Casa Blanca para obtener los misiles Tomahawk. Aparentemente, el consejo funcionó, porque Putin telefoneó a Trump el día antes del encuentro con el ucraniano y éste concluyó sin armas para Kiiv.

Trump no sólo no ha rebatido la noticia, sino que ha intentado rebajar los hechos cuando los periodistas se lo han preguntado. "Eso es lo que un negociador hace. Dices «ellos quieren tal, tienes que convencerlos de tal». Es una forma muy estándar de negociación. Imagino que debe decir lo mismo en Ucrania". Trump afirma que no está preocupado por si su emisario es demasiado proruso, porque esta guerra "podría durar años", y si Ucrania logra cerrar un acuerdo "será genial para ambos".

Ahora bien, la tranquilidad con la que se ha expresado el presidente estadounidense, que ha intentado barrer el escándalo bajo la alfombra, no ha apaciguado los halcones republicanos contra Rusia. Algunos congresistas del partido han expresado su enfado ante la situación. "Esto es un problema grave. Y una de las muchas razones por las que estos ridículos espectáculos secundarios y reuniones secretas deben detenerse", ha escrito el congresista republicano de Pensilvania, Brian Fitzpartric, en X. Y añadía: "Deje que el secretario de Estado, Marco Rubio, haga su trabajo de manera."

Desde que Trump regresó a la Casa Blanca, nombró una retahíla de enviados especiales en los asuntos internacionales en los que Rubio había expresado su malestar. El secretario de Estado hace meses que ve cómo las dos grandes carpetas internacionales que debería liderar él como jefe de la diplomacia estadounidense han estado en manos de un empresario de Nueva York con nula experiencia diplomática, pero con muy buena amistad con Trump. El éxito de las negociaciones de Gaza reforzó a Witkoff a ojos de Trump, aunque parece que en los últimos días Rubio ha sido capaz de mantener el pulso.

La intervención de Rubio ha hecho, por ejemplo, que la propuesta inicial negociada en secreto con Rusia se haya aguado y haya dejado atrás algunas de las exigencias de Moscú, como no permitir tropas de la OTAN en Ucrania. El secretario de Estado, que presiona por una acción aún más agresiva y militar contra Venezuela, persuadió a Trump de rehacer un borrador que esté más a medio camino entre las exigencias de Moscú y Kiiv. Aunque esto probablemente volverá a dilatar las conversaciones sobre el fin de la guerra.

Ahora Rubio puede aprovechar el escándalo para volver a escalar posiciones en la corte del presidente y recuperar el control de la carpeta exterior de Estados Unidos. También es posible que en el Congreso, tras la ruptura de la disciplina con los papeles de Epstein, los halcones contra Rusia tengan menos miramientos a la hora de presionar a Trump.

Consejos para enjabonar Trump

Según las filtraciones de Bloomberg, Witkoff también sugirió a Ushakov que el presidente ruso pusiera de ejemplo el plan de paz de veinte puntos entre Israel y Hamás para dejar entrever que entre Rusia y Ucrania sería posible un documento similar. Aconsejó que Putin felicitara a Trump por los resultados en Oriente Próximo y que dejara claro que Rusia había apoyado y que respetaba al líder de Estados Unidos como un "hombre de paz". "A partir de ahí, será una llamada muy buena", dijo Witkoff.

El enviado de Trump también comentó a Uixakov: "He dicho al presidente que Rusia siempre ha querido un acuerdo de paz, eso es lo que creo". Y añadió, demostrando que siempre ha concebido la resolución del conflicto como una transacción, a diferencia de Putin, que reclama resolver sus causas fundamentales: "Sé qué hará falta para cerrar el trato: Donetsk y quizás un intercambio de territorios en algún lugar. Pero, en vez de hablar así, hablemos con más esperanza porque creo que llegaremos a un acuerdo y que el presidente".

Dicho y hecho. Un día antes de la llegada de Zelenski a Washington, a iniciativa de Moscú, Putin llamó a Trump. La conversación se calificó de "muy productiva" y el presidente estadounidense anunció una inminente cumbre en Budapest entre presidentes que finalmente quedó varada en los preparativos. Al día siguiente, el líder de la Casa Blanca negó al presidente ucraniano los misiles que durante semanas había insinuado que le entregaría.

La estratagema del Kremlin

Pocos días después, Witkoff se reunió en Miami con Kiril Dmítriev, otro de los negociadores rusos. Allí se empezó a gestar el famoso plan de paz inicial de 28 puntos que la semana pasada Estados Unidos hizo llegar a Moscú ya Kiiv. Dmítriev y Ushakov discutieron entonces en una conversación telefónica –a la que también ha tenido acceso Bloomberg– qué estrategia seguir y qué puntos hacer llegar a Washington para que la propuesta se adecuara a sus intereses.

"Necesitamos lo máximo, ¿no crees? Si no, ¿qué sentido tiene pasarles nada?", preguntaba Uixakov. "Creo que elaboraremos un documento desde nuestra posición y les pasaremos informalmente, dejando claro que es todo informal. Y les dejaremos hacer su propio documento. No creo que cojan exactamente nuestra versión, pero al menos se acercará tanto como sea posible", le respondía Dmítriev.

Esta conversación prueba que, tal y como han señalado varios analistas, el texto de 28 puntos que hizo correr a la administración Trump contiene algunas expresiones que no son genuinas del inglés y que parecen traducidas directamente del ruso. Ucrania y los aliados europeos denunciaron que las cláusulas eran muy favorables a Rusia, y Zelenski se vio obligado a dar un discurso a la nación en el que, ante la presión estadounidense para aceptar el acuerdo, alertaba del riesgo de perder la dignidad como país.

Versiones contradictorias en Moscú

Pese a que la publicación aporta las transcripciones literales de las conversaciones telefónicas, Dmítriev aseguró que la información es "falsa". "La paz sigue avanzando pese a los intentos desesperados de los belicistas y del lobi de la guerra por sabotearla", añadió. En cambio, Uixakov le ha desautorizado implícitamente al no desmentirlo. Condenó la filtración de conversaciones privadas y admitió que, a veces, se comunica con Witkoff a través de WhatsApp, algo sorprendente porque no se trata de un sistema de mensajería seguro, las llamadas en esta plataforma están prohibidas en Rusia, y es propiedad de una empresa declarada extremista por el Kremlin. El asesor ruso también ha confirmado que el emisario de Trump visitará Moscú la próxima semana.

Participación activa de la Unión Europea

Después de varios borradores por la paz entre Rusia y Ucrania, la Unión Europea ha vuelto a insistir este miércoles en la necesidad de ayudar a Ucrania a defenderse y de impulsar un acuerdo que proporcione una paz justa y duradera y que señale claramente a Rusia como agresora. "Vemos cero indicios de que Rusia quiera la paz o un alto el fuego", afirmó la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, tras una videollamada informal de los ministros de Exteriores de la Unión. "Hay que limitar el ejército y el gasto militar rusos para prevenir nuevos ataques", ha insistido.

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