El ataque ruso a Ucrania

Putin acusa a Occidente de sembrar el "odio contra Rusia" en el Día de la Victoria

La cancelación de actos en la celebración más patriótica genera dudas sobre la fortaleza militar de Moscú

Guiu Font
4 min

Moscú"Los ucranianos son rehenes del estado" y "Occidente ha olvidado quién derrotó a los nazis". Son algunas de las afirmaciones del presidente ruso, Vladímir Putin, durante su discurso del Día de la Victoria, que ha arrancado este martes por la mañana en Moscú con el tradicional desfile militar. Putin acusa a los países occidentales de "sembrar odio y rusofobia" en el mundo. "Todo el país está unido en apoyo a nuestros héroes", ha afirmado en referencia a la guerra de Ucrania, que Rusia todavía define como una "operación militar especial". Con todo, ha asegurado que Occidente ha lanzado "una auténtica guerra" contra Rusia.

Putin ha acusado a las potencias occidentales de "imponer su voluntad, sus derechos, sus reglas y, en realidad, forjar "un sistema de saqueo, violencia y opresión" en el que también se destruyen "los valores tradicionales que convierten al hombre en hombre". "Parece que han olvidado a qué condujo la demencial aspiración de los nazis al dominio mundial, quién destruyó a aquel mal monstruoso" y "quién no escatimó vidas para la liberación de los pueblos de Europa", ha añadido, en alusión al Ejército Rojo.

Putin no se ha salido del guion que intenta implantar desde el inicio de la invasión, en el que asegura que su país actúa en Ucrania en defensa propia. "Quieren destruir nuestro país –ha dicho–. Vemos cómo destruyen memoriales de los soldados soviéticos y crean culto a los nazis", ha añadido. "Consideramos que cualquier ideología de supremacía es por su naturaleza repugnante, criminal y mortal. En cambio, las élites globalistas siguen defendiendo su exclusividad, enfrentan a la gente y dividen a las sociedades, provocan conflictos sangrientos y golpes de estado, siembran el odio, la rusofobia y el nacionalismo agresivo", ha dicho. A la vez, ha manifestado su "orgullo" por los soldados rusos que combaten en Ucrania y les ha dicho: "El futuro de nuestra gente y de nuestro estado está en vuestras manos".

El Día de la Victoria sirve cada año de escaparate para mostrar la musculatura militar de Rusia con el desfile de las tropas y la exhibición de su arsenal. Pero los recientes ataques y atentados en territorio ruso muy probablemente impedirán que el discurso triunfalista del que Vladímir Putin suele hacer gala en esta fecha señalada cuaje esta vez entre la ciudadanía. La imagen de los supuestos drones ucranianos explotando sobre el Kremlin, los atentados a periodistas pro Putin, el incremento de ataques a ciudades fronterizas rusas y la cancelación de actos de este 9 de mayo en buena parte de las ciudades del país por razones de seguridad son una muestra para muchos rusos de que la capacidad militar y la de los servicios de inteligencia no están en plena forma 14 meses después del inicio de la invasión a Ucrania.

Militares rusos marchan en el centro de Moscú

A pesar de esto, la jornada conmemorativa ha arrancado con un nuevo ataque masivo sobre Ucrania, que ha interceptado hasta 25 misiles rusos en todo el territorio, 15 de ellos en el cielo de Kiev. Las defensas aéreas ucranianas han podido abatir los cohetes, al día siguiente de interceptar también decenas de drones en el décimo día de ataques indiscriminados rusos de madrugada. Las tropas del Kremlin han escalado su presión militar en los días previos a la fiesta nacional rusa, pero no han conseguido su objetivo principal, que era capturar Bajmut, la simbólica ciudad del Donbass, coincidiendo con el día 9 de mayo. El líder de los mercenarios de Wagner, Ievgueni Prigojin, decía este martes, de hecho, que no le habían llegado todavía las municiones prometidas por el Kremlin, pero que seguiría en la ciudad porque no quería estropear el Día de la Victoria.

El refuerzo de la seguridad en Moscú marcará la jornada festiva de este año, y este lunes los peatones que estaban en el centro de la capital podían ver cómo personal del servicio de seguridad y técnicos del Ayuntamiento revisaban incluso la red de alcantarillado en los Jardines de Alejandro, junto al Kremlin. También se han instalado baterías antiaéreas en edificios gubernamentales y el Ayuntamiento de Moscú ha prohibido el uso de drones. El gobierno ruso insiste en que estas medidas y la cancelación de actos que suelen ser multitudinarios, como el de la marcha del Regimiento Inmortal, son necesarias por el miedo a que haya sabotajes o ataques contra la población.

Antes del inicio de la invasión, la jornada del 9 de mayo aglutinaba a rusos de diferentes posturas políticas. Es un día de reafirmación nacional en el que se recuerda a los abuelos de la Unión Soviética que lucharon en la Segunda Guerra Mundial para vencer a la Alemana nazi, y muchos ciudadanos suelen hacer ofrendas florales a monumentos que conmemoran la victoria o se las regalan a los antiguos combatientes que todavía quedan vivos. Pero el actual conflicto y la instrumentalización del gobierno sobre el significado de la jornada lo han cambiado todo.

Agentes de policía rusos vigilando las calles próximas a la plaza Roja de Moscú el día antes de la celebración del Día de la Victoria.

Mensajes para los soldados

Moscovitas contrarios a la guerra que solían participar en actividades del 9 de mayo aseguran que este año no lo harán, en desacuerdo con el significado que se le quiere dar a la jornada conmemorativa, y denuncian que las autoridades mezclan la lucha contra el nazismo con la guerra en Ucrania. Incluso muchos han recibido un mensaje en el móvil desde la aplicación Gosuslugi, un portal estatal para hacer trámites en línea, que, con motivo del Día de la Victoria, pide a los usuarios que envíen felicitaciones a los militares que están a primera línea del frente de batalla.

Sin aviones militares

Esta vez las aeronaves militares no harán acto de presencia en el desfile, a pesar de que se espera la participación de diez mil miembros del ejército y 125 equipaciones de varias unidades. Uno de los momentos más esperados será cuando soldados que luchan en Ucrania hagan acto de presencia en la plaza Roja.

A pesar de que el ejército ruso sacará pecho durante el Día de la Victoria, en Rusia el propio ministerio de Defensa es muy consciente de las dificultades y las debilidades de sus tropas en el conflicto de Ucrania y de que todavía hay que invertir muchos esfuerzos para lograr los objetivos militares. 

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