El ataque ruso en Ucrania

Putin se anexiona cuatro provincias ucranianas y pide a Kiev un alto el fuego

El Kremlin avisa de que cualquier ataque contra estos territorios se considerará una agresión contra Rusia

El presidente ruso, Vladimir Putin, pronuncia un discurso durante una ceremonia de anexión formal de cuatro regiones de Ucrania
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BarcelonaEl presidente ruso, Vladímir Putin, impone su política de hechos consumados y este viernes ha formalizado la anexión de las provincias ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia, que se encuentran parcialmente bajo ocupación rusa. "Hay cuatro nuevas regiones de Rusia", ha proclamado el mandatario ruso, que ha precedido el acto de firma del decreto de un discurso en el que ha realzado el origen ruso de estos territorios.

"No hay nada más fuerte que la voluntad de millones de personas que se consideran parte de Rusia", ha dicho, justificando su decisión con el resultado de los pseudoreferéndums organizados por el Kremlin en estas cuatro provincias, y ha añadido: "Han tomado la decisión de estar con su gente, de estar con su madre patria, de ganar y de prevalecer". "La gente que vive en Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia ahora se convierten en nuestros ciudadanos por siempre jamás más", ha afirmado, y ha añadido: "La decisión está tomada y Rusia no la traicionará".

Putin ha comparecido en la fastuosa sala San Jorge del palacio del Kremlin, la misma donde el 18 de marzo de 2014 ya firmó la anexión de la península ucraniana de Crimea, en presencia de los líderes pro-rusos de las provincias anexionadas –que también han firmado el documento que oficializa la anexión– y de centenares de otros aliados. El presidente ruso ha considerado que el resultado de las votaciones está “fuera de ninguna duda”, y ha argumentado que está protegido por los principios fundacionales de las Naciones Unidas, que garantizan el derecho de autodeterminación. Con todo, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha dejado claro que no los reconocerá como válidos porque "no pueden considerarse una expresión genuina de la voluntad popular".

Putin ha instado al gobierno de Kiev a respetar el resultado de los pseudoreferéndums organizados por el Kremlin en estas provincias y le ha pedido un alto el fuego para poder volver a la mesa de negociación. "Nosotros estamos abiertos y lo hemos repetido muchas veces", ha afirmado.

Como es habitual en los líderes del Kremlin en los últimos meses, Putin ha vuelto a presentar a Rusia como la víctima de un "agresivo" Occidente, al que ha acusado de haber abandonado los valores "tradicionales" y "religiosos". "Las élites occidentales siempre han sido colonizadoras y siguen siéndolo: discriminan y distinguen entre naciones de primera y de segunda", ha dicho.

Y ha repetido una amenaza también recurrente: "Protegeremos nuestra tierra con todas nuestras fuerzas y haremos todo lo que esté en nuestras manos para garantizar la seguridad de nuestra gente". El Kremlin ya ha avisado de que cualquier ataque en estas cuatro regiones, que representan aproximadamente un 15% del territorio de Ucrania y donde viven 4 millones de personas, se considerará un ataque directo a Rusia, cosa que provocará una escalada del conflicto, puesto que Moscú puede afirmar que su territorio está siendo atacado por las armas que los países occidentales proporcionan a Ucrania.

Para poder firmar la anexión de los cuatro territorios, Putin ha reconocido primero la independencia de las regiones de Jerson y Zaporiyia, como ya hizo con Lugansk y Donetsk tres días antes del inicio de la invasión. El presidente ruso firmó el decreto de reconocimiento ayer noche, basándose en los resultados de los pseudoreferéndums celebrados la semana pasada y que Ucrania y Occidente han tildado de "ilegales" y de "farsa".

Jerson, región limítrofe con la península de Crimea –anexionada por Rusia en 2014 siguiendo el mismo guion–, fue ocupada por las tropas rusas las primeras semanas de guerra, a pesar de que el ejército ucraniano lanzó una contraofensiva en agosto para intentar recuperar terreno, por ahora sin grandes adelantos en esta zona, al contrario de lo que ha pasado en Járkiv, en el nordeste, donde Kiev sí ha conseguido hacer recular a los soldados rusos. La semana que viene, la Duma (cámara baja) y el Senado rusos aprobarán la adhesión y después de esto Putin la promulgará.

Territorio bajo control

Según Rusia, todo el territorio de Lugansk está bajo control de Moscú, pero no es así en Zaporiyia –un 70% está en manos de las fuerzas rusas– ni en Donetsk, donde Rusia controla aproximadamente la mitad de la región. De hecho, este viernes, el líder pro-ruso de esta región, Denís Pushilin, ha alertado de que el ejército ucraniano ha rodeado prácticamente toda la ciudad de Liman -bajo control ruso desde mayo-, un importante nudo ferroviario que conduce a los principales bastiones ucranianos en la zona, Kramatorsk y Sloviansk. Si la localidad es recuperada en la contraofensiva ucraniana, el Kremlin tendrá muchas dificultades para evitar más adelantos de Kiev dentro del Donbass.

El mismo día del anuncio patriótico de Putin, que irá seguido de un concierto de gran formato en la Plaza Roja de Moscú, las fuerzas rusas han perpetrado un mortífero ataque con misiles contra un convoy humanitario de vehículos en los que viajaban civiles cerca de la ciudad de Zaporiyia, y han matado a al menos 25 personas.

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